viernes, 29 de julio de 2011

Mourinho defenderá hoy su verdad ante la UEFA



Mourinho declara hoy en Nyon (Suiza) a primera hora de la mañana ante el Comité de Apelación de la UEFA por su expulsión en la ida de las semifinales de la pasada Champions y sus declaraciones posteriores.
Sus críticas hacia los árbitros, hacia el órgano europeo y hacia su máximo rival le reportaron cinco partidos de suspensión y una multa de 50.000 euros. El primero de los encuentros lo cumplió en la vuelta y el último queda sujeto a un periodo de observación durante los tres próximos años. El Madrid apeló y hoy su entrenador explicará en una vista oral ante el Comité las razones por las que el club considera la sanción "totalmente injusta". Habitualmente, al final de la sesión se le comunica al castigado la conclusión del Comité y posteriormente ésta se hace pública a la Prensa.
Detrás del desdén del entrenador por su obligada presencia en Nyon ("Lo que me interesa es volver a tiempo al entrenamiento de la tarde", dijo tras el amistoso del miércoles), se esconde el trabajo que ha realizado el club y el propio mánager para que su declaración tenga los elementos que permitan la anulación de la sanción.
Según Mourinho y el club, no hay ninguna razón para que se castigue al portugués porque las acusaciones vertidas por UEFA (al margen de la expulsión, básicamente se penaliza las declaraciones posteriores al partido) no están tipificadas. Desde el club se recuerda que Wenger discutió sobre el césped la decisión de Busacca de expulsar a Van Persie ante el Barça, le gritó al colegiado que "no había respetado" al Arsenal, se le abrió expediente y fue castigado con un solo encuentro.
Así pues, las explicaciones que dio la UEFA sobre la sanción, que llegaron el 6 de junio, no han convencido al Madrid, que considera que es desorbitada. "Es un ataque a la libertad de expresión", se dice desde el club. Mourinho, que ayer por la tarde viajó a Suiza, cree ciegamente que la UEFA va a por él desde hace años.
Ataque. Sus allegados ponen varios ejemplos: así, al Madrid se le castigó por forzar tarjetas cuando el supuesto delito tampoco estaba tipificado y no lo estará hasta esta temporada que está a punto de empezar. El enfado del preparador es considerable. Mourinho podría incluso recordar a la UEFA hechos que él considera demostrables (errores arbitrables de Ovrebo, De Bleeckere y Wolfgang Stark en semifinales de Champions) e insistirá que en ningún momento atentó contra el orden de la competición ni contra la UEFA.
Mourinho se pasa por las oficinas del club casi diariamente y despacha con sus responsables muy habitualmente, y ayer lo volvió a hacerlo para, entre otras cosas, conocer los detalles legales del proceso. Nadie en el Madrid confía en una revisión de la sanción, así que lo más probable es que, tras el viaje a Nyon, el Madrid acuda al TAS si es preciso para lograr el objetivo que buscan.
En todo caso, de algo ha servido este proceso: Mourinho siente que ha sido una prueba al nuevo organigrama del club que se ha sacado con nota (todos reman en la dirección que marca el portugués) y de paso se van a exponer las contradicciones de la UEFA, una institución que, según fuentes cercanas a Mourinho, "tienen una versión muy peculiar de lo que es la justicia".

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