lunes, 30 de agosto de 2010

Jorge Valdano tilda el juego del nuevo Real Madrid de “peleón e impreciso”, aludiendo a la vulgaridad del equipo más caro del mundo

El ‘efecto Jose Mourinho’ tendrá que esperar. Y atendiendo a las palabras del propio técnico tras el decepcionante empate en Mallorca, el equipo seguirá estando “en construcción” varias semanas.

“Necesitamos muchas horas para trabajar”, espetó el portugués en la abarrotada sala de prensa del Iberostar Estadio. Como si en la pretemporada, cuando pudo disponer de la práctica totalidad de su plantilla desde finales del mes de julio, no hubiese tenido tiempo de trasladar a sus jugadores todas las anotaciones de su libreta.

Por aquel entonces, Mourinho hasta se permitió el lujo de defender a Vicente del Bosque, en lugar de poner el grito en cielo por la convocatoria de sus internacionales para el ‘amistoso de la vergüenza’ en el Azteca. “La culpa no es suya, sino de la FIFA por poner esta fecha cuando los jugadores están de pretemporada. Si yo algún día estuviese en su situación, haría lo mismo”, dijo entonces.

Sin embargo, y después del inesperado pinchazo en Palma, a ‘Mou’ le han entrado las prisas y no ha dudado en refugiarse en el clásico parón de estas fechas para cubrirse las espaldas ante la posibilidad de un nuevo batacazo.

“Los internacionales llegan y dos días después hay que jugar con Osasuna y luego contra el Ajax; después de estos dos partidos estaremos hablando de la misma situación porque no hay mucho tiempo real para trabajar”, se excusó de antemano. Como si no conociese el calendario.

Con Dudek, Adán, Granero, Pedro León, Drenthe y Diarra a sus órdenes durante diez días y con Cristiano, Lass, Garay, Pepe, Albiol, Gago y Kaká en la enfermería, el técnico de Setúbal lo tendrá difícil para poner remedio a la vulgaridad del equipo “peleón e impreciso” –según palabras de Jorge Valdano– que se vio en Mallorca. Y no seguir dependiendo únicamente, al igual que sus predecesores, de los destellos de calidad de sus estrellas fichadas a golpe de talonario.

Con una plantilla en cuadro, Mourinho tendrá tiempo ahora de pasar a limpio sus apuntes y aclarar sus ideas para una posterior puesta en escena. Porque visto lo visto en Son Moix su equipo, lejos de prometer nada nuevo, continúa siendo víctima de los vicios y errores del pasado. Y ‘El Especial’, una prolongación de Manuel Pellegrini.

Incapaz de hacer funcionar al tándem Xabi Alonso-Lass, el luso fue víctima del síndrome de las contradicciones que suele afectar a los inquilinos del banquillo blanco: como la de apostar por el francés –que pasó en cuestión de horas de tener el cartel de transferible al once titular– en detrimento de Khedira, y no ser capaz de hacer lo mismo con un futbolista que siempre ha demostrado ser útil al bloque como Van der Vaart.

Pero sin lugar a dudas, los dos pecados capitales de ‘Mou’ en Palma fueron su fijación por ‘inventarse’ a un extremo por la derecha –lo intentó con Di María y Benzema– teniendo a Pedro León en el banquillo; o su empecinamiento por el doble pivote, a pesar del 0-0 y de tener entre manos una oportunidad única para sacarse de encima la etiqueta de defensivo. Un gesto así habría hecho mucho más por esta causa que las contínuas alusiones a su osadía por haber alineado juntos a Sneijder, Eto’o, Pandev y Diego Milito.

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