domingo, 12 de octubre de 2008

El corazon lo dejo el el estadio

Roger Cedeño dijo adiós al beisbol. Ahora quiere ser una gacela en el mercado de bienes raíces.
- Hecho: En diez temporadas dentro de la pelota venezolana Roger Cedeño fue Novato del Año, líder bate, supremo robador y campeón del certamen 1994-1995. Hecho: Roger Cedeño jugó 1.100 partidos como bigleaguer y es el criollo con más estafas durante una temporada de las mayores. Hecho: Roger Cedeño se retiró, y hubiera sido injusto que se marchara a hurtadillas. Porque se retira ¿sabían? Tal vez algunos de ustedes no lo porque lo hizo a la callada, como en silencio adelanta obras benéficas, como sin bulla hizo la transición a exitoso empresario inmobiliario. Roger Cedeño es un caraquista “ab ovo”. De niño se pegaba con sus tíos a un radiecito para escuchar los partidos de los Leones. Se hizo pelotero y jugó con los melenudos, sólo con ellos. Y sigue caraquista. Luego de guiar a los enviados de Líder al edificio valenciano de La Trigaleña donde se llevaría a cabo la entrevista lo primero que preguntó fue: ¿Cómo ven al equipo? No hacía falta preguntarle cuál.

“En mi carrera y en el corazón hay una insignia que dice león”, dice el ex patrullero. “Mi corazón se queda ahí en el estadio, con el equipo y los fanáticos. A ellos tengo mucho que agradecerles porque con su apoyo te daban una fuerza increíble. Para los peloteros los fanáticos son como familia. Por eso uno los extraña”. ¿Por qué se va? Acaso se cansó de la pelota? ¿Sintió que perdió las condiciones? Ninguna de las dos opciones. Pasa que, a los 34 años de edad, sus prioridades son otras. “Amo la pelota”, aclara. “Disfruté la pelota, es de las partes más importantes de mi vida. Solo que en mi último año en Grandes Ligas, con San Luis, no estaba jugando, y yo siempre dije que cuando no viera mucha acción dejaría esto. Pero el motivo más importante, el que me hace tomar la decisión, es el deseo de compartir con mis hijas. Además, no me gusta mucho la viajadera, no me gusta eso de andarme montando en aviones”. “El beisbol te da mucho y te quita mucho”, reflexiona. “Yo creo que es más lo que te quita que lo que te da. Soy una persona que comparte tiempo con la familia y eso no tiene precio. Nada vale más que estar con tus hijos, dormir en tu propia cama todos los días. Porque hotel es hotel. Nosotros llegamos a hoteles cinco estrellas, pueden ser los mejores del mundo, pero siempre será hotel. Disfruté eso y ahora abro otro camino, me ocupo de otras cosas que tengo”. Líneas de construcción Una de esas cosas es la industria inmobiliaria. Ahora Roger Cedeño vende edificios. “Siempre me han gustado los negocios”, apunta. “Vengo haciendo inversiones desde hace ocho años, tanto en Venezuela como en Miami. Aquí tengo cuatro proyectos inmobiliarios. Me gusta bastante, aunque no tanto como la pelota. Pero los negocios te dan más tiempo libre. Siempre voy, converso con los obreros, estoy pendiente de que trabajen a gusto”. Pocos venezolanos nacieron con la capacidad innata para el beisbol que tenía Roger Cedeño. Parecía que se convertiría en una gran estrella, pero se quedó corto con respecto a las expectativas. ¿Qué le pasó? Por supuesto que un inconforme por convicción como él ha reflexionado sobre esto. “A mí me veían grande, era un pelotero de más 1.90 de estatura y por eso me veían condiciones para dar jonrones”, comenta. “Pero en realidad no tenía la fuerza. Eso fue así porque yo empecé a batear a la zurda cuando firmé, nunca fui un zurdo natural. Por más que desarrolles tus habilidades con trabajo y técnica no era mi mano. La mano que ejerce la mayor fuerza siempre es la de arriba, y con la zurda no tenía fuerza. Era más natural a lo derecho y a lo mejor por eso no di más jonrones. Desde afuera me veían como alguien que podía darlos, pero no era así. Eso es lo que pasó. No es fácil cambiarse de mano. Claro, como a todo jugador me habría gustado batear cuarenta cuadrangulares”. Cedeño se va, pero antes tiene un mensaje para los peloteros caraquistas que vienen. “Si le dan mi número (47) a otro lo que espero es que Dios le dé la misma suerte que me dio a mí. Ese número era como un amuleto, el que lo tenga que reciba la buena fortuna. A mis compañeros les digo: que tengan éxito y jueguen todos los días como si fuera el último”.Ahora va de frente con su fundación Una de las cosas que hará Roger Cedeño será ampliar el alcance su fundación. “Tengo más tiempo para ella y ahora le meto más el pecho”, menciona. “Estamos haciendo un trabajo interesante y mi sueño es llevarlo en grande. Esto lo vengo haciendo desde que empecé. Una vez, remodelé un área del hospital Vargas. Todos los años hacía algo, ya sea con lo del tsunami o de la tragedia de Vargas. Ahora tengo tiempo para hacer las cosas yo personalmente”. Cuando se le pregunta por el mejor momento de su carrera en Venezuela dice: “Es difícil escoger uno porque hay muchos: cuando quedamos campeones, cuando fui Novato del Año. Este es uno de las más grandes, porque las emociones de infancia son las que más te marcan”. No me imaginaba que iba a poder jugar tan joven”.

1 comentario:

Unknown dijo...

Soy admirador de Roger y Bob. Excelentes jugadores y seres humanos. Felicidades en tu vida Roger cedeño