No quisieron arriesgar.
Fiore e Inter jugaron un match con más prudencia que ambición: el empate fue la consecuencia lógica .
- Por segunda jornada consecutiva, hubo un sólo empate sin goles en la fecha del Calcio y, por segunda vez consecutiva, uno de los protagonistas fue Inter. Pero en ese caso no hablaríamos de poder ofensivo extraviado, sino de exceso de prudencia, porque cuando apretó sobre el acelerador, el equipo campeón de Italia dejó al sensación de poder ganar.
Fiorentina también, sin la pareja de delanteros titulares, Muto lesionado y Gilardino suspendido, miró hacia adelante pero no desequilibró nunca, y entonces entre ambos le dieron vida a un partido trabado y mucho más luchado que jugado. Como será que los mejores en la cancha fueron dos defensores, Nicolás Burdisso por un lado y Manuel Pasqual por el otro.
Con este resultado, Inter perdió la delantera en la tabla: con 18 puntos ahora está cuarto, a dos de la pareja de líderes formada por Nápoli y Udinese y a uno de los primos de Milan, que lograron el sorpaso. Fiorentina, por su parte, está quinta, un escalón más abajo todavía.
No hay mucho que contar del partido a nivel de crónica. Inter arrancó más fuerte y tuvo una chance clara cuando Ibra, mirando por el otro lado, le metió una pelota bárbara a Mancini, quien ingresaba por derecha y dejó salir un disparo violento que astilló el travesaño.
Fiorentina fue mejorando y luego de la media hora tomó las riendas del partido. Sin embargo, la producción ofensiva fue muy pobre, apenas un tiro libre de Pasqual, que Julio César atajó con esfuerzo. En la misma jugada, la Fiore reclamó un penal de Burdisso a Pazzini, que trataba de ir a buscar el tap-in: dudoso, realmente.
El segundo tiempo fua aún más táctico, con los entrenadores que metieron los cambios como en un tablero de ajedrez. Mourinho probó con Crespo y Vieirá y, de hecho, ahí el Inter mejoró y el argentino tuvo uan linda chance, un derechazo desviado ingresando por derecha. Entonces Prandelli puso a Almirón y Jovetic y volvió a equilibrar el match.
La Fiore tuvo más chances en el final, ninguna muy clara por cierto, pero Inter dejó la impresión que, si se hubiese decidido a hundir los golpes, podría haber ganado. De cualquier manera, dos cero a cero consecutivos comienzan a crear una tendencia, máxime si eso implica pasar del liderazgo solitario a la cuarta plaza.
Fiorentina, una vez más, falló el examen de madurez. Tiene la cuartada de las ausencias importantes, pero de cualquier manera le faltó personalidad y coraje, esa audacia producto del sentirse más fuerte que el rival. Un aspecto en el que Prandelli deberá trabaja bastante.
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