domingo, 26 de octubre de 2008

Atalanta 0 - 1 AC Milan

Triunfo que vale doble
Un encuentro que Milan hubiera seguramente perdido hace unas semanas, entregó tres puntos de oro.

Goles
AC Milan

Kaká (80)

- En un largo torneo de liga, hay triunfos que valen doble y esta victoria de Milan en Bérgamo, en la cancha de Atalanta, con un gol del brasileño Kaká, fue seguramente uno de esos casos.
En primer lugar, porque fueron tres puntos de oro: ahora Milan suma 16 unidades y se ubica cuarto, pero a tan sólo un escalón del trío de punteros formado por Inter, Nápoli y Udinese. Atalanta, por su parte, sigue teniendo 13 puntos y comparte la sexta plaza con Lazio, Genoa y Fiorentina, los violetas con un partido menos.
Pero también fue un clásico triunfo no merecido: muy por el contrario, hace apenas unas semanas Milan seguramente hubiera perdido este encuentro. En cambio, capeó la tormenta cuando los hombres de Atalanta jugaban mejor y, lo que más cuenta, corrían mucho más, para luego aprovechar su (prácticamente única) jugada de gol para definir el pleito.
Ese es justamente el costado que le faltaba hasta ahora a este equipo: la capacidad de sufrir en la trinchera, apretando los dientes y defendiendo con orden, humildemente. En este sentido, se trata de un enorme paso hacia adelante de los rossoneri, que luego de este triunfo pueden decirse realmente candidatos al título.
La primera etapa fue toda en favor de Atalanta. Por un lado, los locales corrían mucho más y, por encima, lo hacían con excelente criterio táctico, moviendo bien el balón y eludiendo al dique central de Milan (Flaminí, Gattuso y Ambrosini) transitando a máxima velocidad por los laterales con Ferreira Pinto y Padoín.
Justamente la ausencia de Seedorf (se lesionó en el último entrenamiento de la mañana), sumada a la ya antigua de Pirlo, le creó graves problemas a Milan, porque Kaká y Ronaldinho tuvieron que bajar a buscar la pelota para armar el juego, pero así quedaban demasiado lejos del arco rival y de Borriello, absolutamente aislado arriba.
Atalanta tiene que lamentar su falta de peso ofensivo: produjo muchísimo pero no concretizó nada, gracias también a la firme tarea de la defensa visitante, liderada por un estupendo Paolo Maldini, por lejos la figura del partido. Ya al primer minuto Doni tuvo en su cabeza la ocasión más clara, pero su remate central fue atajado por Abbiati.
En el complemento, inevitablemente, Atalanta sintió el esfuerzo de un tiempo jugado a mil por hora, mientras que Milan mejoró muchísimo a partir del ingreso de Emerson por Flaminí, también lesionado. Así, paulatinamente Milan levantó el baricentro y aún más lo hizo cuando ingresó Pato, con su frescura y velocidad, por un cansadísimo Ronaldinho.
El gol fue de Kaká, peor el mérito fue casi todo de Borriello. Unos minutos antes, el delantero había recibido algo abierto por izquierda y había rematado demasiado cruzado al segundo palo. En ocasión del gol, recibió en la misma posición, pero esta vez amagó el remate y metió un centro rasante para el ingreso de Kaká, quien la controló hacia adelante y luego venció al arquero con un toque abajo de zurda muy bonito.
Atalanta ya estaba totalmente agotada y ni siquiera su enorme dignidad le sirvió para revertir el marcador, por cierto absolutamente injusto y severo con los locales. Así Milan se llevó estos tres puntos que, al final de las cuentas, podrían acabar siendo aún más preciosos de los que parecen ahora.

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