martes, 28 de octubre de 2008
Tiburones 2, bravos 4
Bravos de Margarita regresó a la senda victoriosa, luego de haber perdido en siete ocasiones consecutivas, al derrotar anoche a Tiburones de La Guaira 4x2, en cerrado partido realizado en el Estadio Nueva Esparta de Guatamare. Los dirigidos por Phil Regan pasaron el trago amargo y consiguieron su quinto triunfo de la temporada, luego de haber sufrido una semana de agonía, en la que perdieron todos sus compromisos. Bravos estuvo atrás en la pizarra dos veces, pero esperó hasta el octavo inning para montar la emboscada y anotar las rayitas que decidieron el partido a su favor. El equipo “celeste” ligó en el momento oportuno para liquidar el compromiso. La victoria se la llevó el bombero estadounidense Luke Gregerson, quien relevó en el octavo tramo, la derrota recayó en el jovencito Jorge Riera, mientras el salvado fue para Álex Serrano (5), que ha asegurado todos los laureles margariteños. A la ofensiva duplicaron Eider Torres (4-2) y Yorvit Torrealba (3-2). El careta de los Rockies de Colorado fue el encargado de dar el batazo decisivo, cuando prendió la fiesta con un triple. Por los salados sigue encendido Oscar Salazar, el “Cachi”, que se fue de 4-3 con anotada y remolcada. Con la pizarra empatada a dos carreras, la debacle llegó en el octavo para la tropa guairista. Torrealba abrió el inning con tribey que cayó cerca de la raya de la derecha, y trajeron al pitcher zurdo Richard Salazar para enfrentar al bateador emergente Miguel Montero. El grandeliga de Arizona respondió con petardo a la derecha que marcó la diferencia; le siguió toque de sacrificio de Rainer Olmedo, wildpitch de Salazar y trueno al left de Eider Torres impulsor de César Hernández (había entrado a correr por Montero). De esa forma se puso el cerrojo. ERA PAREJO La visita se había adelantado en el amanecer del partido con una rayita ante el abridor margariteño Carlos Monasterio. Gregor Blanco dio sencillo al centro, Danny Sandoval recibió pasaporte y el estadounidense Chris Colonel bateó para dobleplay 64-43, que dejó a Blanco en tercera. Seguidamente Oscar Salazar conectó petardo al center field que inauguró la pizarra. En los siguientes capítulos no hubo mayor movimiento en las bases, ya que ambos lanzadores (Monasterio y Henry Bonilla) resolvían con rapidez sus duelos, y sacaban el arma del ponche cuando era necesario.
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