MÉXICO -- César González se describe como un hombre tranquilo, un futbolista disciplinado y, aunque no lo diga con esas palabras, un enamorado del fútbol. De qué otra manera se explica que haya recorrido buena parte del continente, cambiado de dirección, de costumbres y de entorno tantas veces, solo para perseguir el sueño de vivir de su pasión.
El Maestrico, como le dicen desde que arrancó su carrera en Venezuela, tiene ya un doctorado en adaptación luego de haber probado el fútbol de su país, el colombiano, el argentino, y ahora el mexicano. "Con el tiempo se hace más fácil porque te mentalizas que quieres jugar afuera" dice César con un tono que denota seguridad pero también un resquicio de nostalgia.
El mediocampista venezolano cumplirá pronto un año vistiendo la camiseta de San Luis, su séptimo equipo profesional, y aunque deportivamente el club no ha tenido su mejor temporada, César no tiene planes de moverse y admite que en San Luis está muy a gusto. "La comida me costó por tanto picante (risas) pero la gente ha sido muy cariñosa."
El Maestrico ya sabe lo que es llegar a un país con gran afición por el fútbol y con el pasaporte venezolano bajo el brazo. Después de arrancar con el Monagas, el equipo de su ciudad, se fue a Colombia donde jugó con Atlético Huila y Deportivo Cali, retornó a su país con el Caracas para luego partir a Argentina donde vistió la camiseta de Colón y Huracán.
"En Colón fue más difícil porque venía de Caracas y recién llegaba a Argentina... ya sabes... llegar a Argentina o Brasil, un venezolano, lo ven mal. Pero yo hice mis goles en Colón. El primer torneo me costó adaptarme pero en el siguiente comencé titular. Luego no se dieron los resultados, echaron a (Leonardo) Astrada , llegó el Turco (Antonio) Mohamed que no me dio la oportunidad que yo quería pero él mismo me recomendó a Huracán". González recuerda la experiencia en el Globo como la más grata de su carrera. "La verdad es que allí me fue bastante bien. En el primer torneo hice cinco goles y la gente me quería mucho".
La llegada al fútbol mexicano se hizo más sencilla para el nacido en Maturín hace 27 años.
"Cuando terminé en Huracán cuatro equipos se interesaron en mí: Banfield, Lanús, Sporting de Lisboa y San Luis. En Portugal me daban un año de contrato y en México tres. Tenía muchas ganas de venir a San Luis aunque también me interesaba Lanús que es un gran club". Aunque el venezolano más presente en la memoria mexicana era sin duda Giancarlo Maldonado, a César le sorprendió que le recordaran a otros paisanos. "Cuando llegué me preguntaban por Edson Tortolero que jugó en Querétaro, por Ricardo David Páez que vino al América, por Juan Arango"
LEJOS DEL GOL
Más allá del terrible torneo de San Luis en el Bicentenario (último de la tabla), el Maestrico tuvo buenas actuaciones en lo individual, pero llamaba la atención su sequía goleadora con los Gladiadores.
"En otros países había anotado varios goles. Con San Luis en el primer torneo me faltó pretemporada. Tenía mucha ansiedad por anotar y eso me pasó factura, no sé por qué pero me costó bastante". Esa sequía terminó en la fecha 15 de su segundo torneo con el equipo. El venezolano empalmó una volea violenta desde la derecha y dejó sin chances al portero de Estudiantes, Mario Rodríguez. "Mis compañeros me felicitaron por el gol y me preguntaron que si la quería meter ahí. Yo quise patear duro al primer palo y se metió en el ángulo. Fue mi primer gol oficial porque ya había anotado en un amistoso contra Pumas".
Entre las felicitaciones llegó la de Giancarlo Maldonado. "Siempre estamos en contacto" dice. "Nos escribimos siempre por el BlackBerry o nos hablamos por radio. Él es una buena persona, lástima que no ha tenido tanta continuidad en este torneo"
En San Luis, César por momentos extraña la pelota. El venezolano ha ocupado casi siempre la posición de volante por la derecha y por ese sector ha encontrado poca complicidad, aunque entiende las necesidades tácticas del equipo.
"El profe Nacho (Ambriz) me pide que tenga paciencia, que la pelota me va a llegar... a veces uno se desespera porque no tiene el balón pero tácticamente uno tiene que hacerle caso al técnico". González es diestro pero le gusta jugar como media punta y también por la banda izquierda, aunque ese sector tiene dueño en San Luis, Braulio Luna. "Me siento bien donde estoy, pero más suelto, y por la izquierda también me siento cómodo porque encaro hacia la derecha y puedo perfilarme para disparar al arco".
LA VINOTINTO Y EL MUNDIAL
En nuestra conversación no puede quedar de lado el tema de la selección y en apenas unos segundos César deja claro qué tan importante le resulta vestir la camiseta de su país.
"La selección para mí siempre va a ser primordial. Cuando César Farías me solicite yo siempre voy a estar con ganas de ir a la selección, porque es mi país, es mi camiseta". González jugó la segunda mitad de la eliminatoria a Sudáfrica 2010 y recuerda que la Vinotinto tuvo la expectativa de ir a su primera copa hasta el final. "Hasta Paraguay (derrota 1-2 en Puerto Ordaz) estuvimos a punto de conseguir un buen resultado en casa y podíamos estar en la pelea, con un empate en Brasil podíamos meternos al repechaje, pero así es el fútbol. Ahora hay que pensar en Brasil 2014 y la Copa América en Argentina".
Después de casi un año de conocer el fútbol mexicano y a propósito del Mundial, le preguntamos a César por la selección de Aguirre y no se escondió. "Me gusta su dinámica" dice. "Tienen un gran ritmo y juegan mucho al toque. Yo creo que es una buena selección y espero que se le den las cosas en el mundial porque uno ha enfrentado a muchos de esos jugadores y estando en México uno quisiera que a la selección mexicana le fuera bastante bien"
DE MATURÍN A SAN LUIS PASANDO POR COLOMBIA Y ARGENTINA
Inevitable preguntarle por su experiencia en los países en los que le ha tocado patear el balón y lejos de contestar con un lugar común, el Maestrico se compromete y marca las diferencias.
"Tanto en Monagas como en Caracas me apoyaron mucho, pero en Venezuela sigue faltando que la gente se identifique con los equipos y llegue más gente a los estadios. En Colombia el fútbol se vive intensamente pero cuando juegan América o Deportivo Cali esos equipos llenan los estadios visitantes. En Argentina es diferente. Cuando estuve en Huracán, la gente se identificaba con Huracán, nada de River y de Boca".
En México, reconoce que le ha tocado jugar de visitante en su estadio más de una vez. "Yo me enfrenté contra Chivas y América en casa y había más gente de ellos que de San Luis, igual pasa con Cruz Azul y Pumas cuando vienen a jugar acá. A veces falta un poco de identidad". Pero también recuerda otras diferencias. "Yo creo que cada cultura es diversa. Aquí en México la gente es muy educada. En Argentina se pelean todo el tiempo y ha habido muertes... eso es lo que no debe existir en el fútbol".
Y así termina nuestra conversación con César González, con la promesa de encontrarnos pronto en San Luis o en el D.F., para compartir probablemente una comida y seguramente otra extensa charla sobre fútbol.
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