-- Nos estamos dando cuenta que, antes de que empiece, ya conocíamos el final de la película, ¿no?
Otra vez Inter impuso su estilo de juego y su táctica, para consagrarse campeón de la UEFA Champions League, después de 45 años de espera.
Otra vez Inter impuso su estilo de juego y su táctica, para consagrarse campeón de la UEFA Champions League, después de 45 años de espera.
Un párrafo aparte para el espectáculo de presentación. Fue hermoso. No hubo un solo papelito, estaba todo programado, el césped perfectamente cortado, eso da placer. ¿Por qué no se puede hacer en América? Luego hubo un festejo sin intrusos en la cancha y eso que el hincha de Inter es tan rabioso como un hincha de otra parte...
En cuanto al juego, estoy convencido de que Bayern Munich sabía muy bien cómo le iba a jugar su rival, pero nunca pudo neutralizarlo. En los primeros minutos, el conjunto bávaro quería monopolizar el balón, buscando ese hueco que le permita convertir y tal vez llevar al Inter a jugar de una manera diferente. Pero ese momento de abrir el marcador nunca llegó. Un atenuante: la jugada del clarísimo penal que cometió Maicon, y no fue sancionado, pudo haber cambiado la historia.
Los fallos arbitrales son circunstancias de los partidos, a veces se dan a favor, otras no. Sin embargo, me pregunto por qué no estuvo el quinto árbitro en un partido tan importante como la final de Madrid. Recuerdo la preponderancia que tomó el nuevo asistente en el duelo Benfica-Liverpool, de la Europa League. Esta vez, ese juez hubiera visto cómo Maicon puso el brazo para impedir el cabezazo de Van Buyten.
Como el partido seguía sin goles, el Inter siguió jugando de la misma manera, sabiendo que tarde o temprano iba a encontrar espacios para explotar su contragolpe. Y el primer gol llega a través de una pelota estúpida, como lo fue la pegada del arquero. Julio César sacó largo, Milito le bajó la pelota de cabeza a Sneijder y aguantó muy bien la marca de Demichelis, quien no pudo reaccionar ni evitar que su compatriota quedara mano a mano, tras la asistencia del holandés. Frente al arco, el ex Racing, Genoa y Zaragoza amagó una vez para desconcertar a Butt y colocó la pelota alta.
Otro punto de inflexión se produjo en el arranque del segundo tiempo, cuando Müller desperdició una chance clara para empatar. Los arqueros de los grandes equipos tienen que ser grandes arqueros. ¿La razón? Porque a esos equipos no le llegan 12 o 13 veces por partido, le llegan dos o tres y deben estar despiertos. Fue el caso de Julio César, quien demostró por qué es el mejor arquero del mundo, al taparle el remate con los pies.
En cuanto al juego, estoy convencido de que Bayern Munich sabía muy bien cómo le iba a jugar su rival, pero nunca pudo neutralizarlo. En los primeros minutos, el conjunto bávaro quería monopolizar el balón, buscando ese hueco que le permita convertir y tal vez llevar al Inter a jugar de una manera diferente. Pero ese momento de abrir el marcador nunca llegó. Un atenuante: la jugada del clarísimo penal que cometió Maicon, y no fue sancionado, pudo haber cambiado la historia.
Los fallos arbitrales son circunstancias de los partidos, a veces se dan a favor, otras no. Sin embargo, me pregunto por qué no estuvo el quinto árbitro en un partido tan importante como la final de Madrid. Recuerdo la preponderancia que tomó el nuevo asistente en el duelo Benfica-Liverpool, de la Europa League. Esta vez, ese juez hubiera visto cómo Maicon puso el brazo para impedir el cabezazo de Van Buyten.
Como el partido seguía sin goles, el Inter siguió jugando de la misma manera, sabiendo que tarde o temprano iba a encontrar espacios para explotar su contragolpe. Y el primer gol llega a través de una pelota estúpida, como lo fue la pegada del arquero. Julio César sacó largo, Milito le bajó la pelota de cabeza a Sneijder y aguantó muy bien la marca de Demichelis, quien no pudo reaccionar ni evitar que su compatriota quedara mano a mano, tras la asistencia del holandés. Frente al arco, el ex Racing, Genoa y Zaragoza amagó una vez para desconcertar a Butt y colocó la pelota alta.
Otro punto de inflexión se produjo en el arranque del segundo tiempo, cuando Müller desperdició una chance clara para empatar. Los arqueros de los grandes equipos tienen que ser grandes arqueros. ¿La razón? Porque a esos equipos no le llegan 12 o 13 veces por partido, le llegan dos o tres y deben estar despiertos. Fue el caso de Julio César, quien demostró por qué es el mejor arquero del mundo, al taparle el remate con los pies.
A medida que pasaban los minutos, Bayern soltaba a sus laterales e Inter no le cambiaba una coma a su libreto. Hasta que a los 70, en otra contra, Milito quedó mano a mano con Van Buyten, al que le amagó, le frenó y le enganchó de vuelta hasta desairarlo. Nuevamente frente a Butt, el argentino fue lo suficiente frío para definir con certeza.
Milito volvió a ser eficaz en el área rival, como lo fue en los momentos decisivos durante las últimas conquistas del Inter. Está pasando un momento tremendo, demostrando a los 30 que maduró bastante y que su paso por Europa le hizo muy bien.
Es un jugador que juega mucho en desviación, sobre todo en el medio campo, toca y va a buscar. Encima da ventaja, porque no hace muchos goles de cabeza. No le gusta mucho el contacto, de hecho lo evita. No guarda mucho la pelota, salvo cuando está de frente, de espalda no lo hace tanto. Pero está en la plenitud de su carrera, fue el mejor 9 de la Champions y es muy merecido lo que le toca.
Los minutos finales estuvieron prácticamente de más. Las estadísticas indican que Bayern tuvo el 70 por cierto de posesión, pero eso queda para la anécdota. De hecho, casi no tuvo chances netas de gol, salvo un remate alto de Robben que sacó muy bien Julio César por arriba.
UN ESTILO GANADOR
Milito volvió a ser eficaz en el área rival, como lo fue en los momentos decisivos durante las últimas conquistas del Inter. Está pasando un momento tremendo, demostrando a los 30 que maduró bastante y que su paso por Europa le hizo muy bien.
Es un jugador que juega mucho en desviación, sobre todo en el medio campo, toca y va a buscar. Encima da ventaja, porque no hace muchos goles de cabeza. No le gusta mucho el contacto, de hecho lo evita. No guarda mucho la pelota, salvo cuando está de frente, de espalda no lo hace tanto. Pero está en la plenitud de su carrera, fue el mejor 9 de la Champions y es muy merecido lo que le toca.
Los minutos finales estuvieron prácticamente de más. Las estadísticas indican que Bayern tuvo el 70 por cierto de posesión, pero eso queda para la anécdota. De hecho, casi no tuvo chances netas de gol, salvo un remate alto de Robben que sacó muy bien Julio César por arriba.
UN ESTILO GANADOR
Van Gaal es un técnico ofensivo, también lo es el fútbol alemán, al que le gusta cambiar golpe por golpe. El Bayern creía que le iba a encontrar la vuelta, pero terminó saliendo campeón un italiano sin italianos.
Recuerdo que cuando jugamos con Vélez la Intercontinental contra el Milan, les dije a los jugadores: "Atención: vamos a jugar al 0-0 porque ellos quieren jugar al 0-0. Si nosotros les queremos ganar, nos van a terminar ganando". En estos casos, tenemos que pensar fríamente. Frente a un equipo como el Inter, hay que jugarles como juegan ellos. Y después veremos. No es lo ideal, no es lo que uno desea. Porque si yo siendo un 9 tengo que jugar como Eto'o, prefiero irme a otro equipo y jugar como quiero yo. Pero a veces hay que pensar más en el rival que en uno mismo.
Recuerdo que cuando jugamos con Vélez la Intercontinental contra el Milan, les dije a los jugadores: "Atención: vamos a jugar al 0-0 porque ellos quieren jugar al 0-0. Si nosotros les queremos ganar, nos van a terminar ganando". En estos casos, tenemos que pensar fríamente. Frente a un equipo como el Inter, hay que jugarles como juegan ellos. Y después veremos. No es lo ideal, no es lo que uno desea. Porque si yo siendo un 9 tengo que jugar como Eto'o, prefiero irme a otro equipo y jugar como quiero yo. Pero a veces hay que pensar más en el rival que en uno mismo.
Está claro que van a aparecer los detractores, los que dicen que Inter no es un gran campeón. Cada uno puede tomar posición. En el fútbol, muchos reclaman un mejor espectáculo. Que me disculpen, yo pienso distinto. ¿Y si por querer dar espectáculo termino perdiendo? Lo cierto es que hoy terminamos comprando la ropa en China, o el coche japonés, porque sale más barato y nos conviene. No nos pongamos tan exigentes con los demás. Cada uno busca su beneficio.
En cuanto a la táctica que emplea Mourinho, el paso como entrenador de Roma me dejó una enseñanza. Cuando llegué me decían que el equipo jugaba 4-4-3, pero en realidad era un 4-5-1. Lo mismo ocurre con este Inter, con Pandev y Eto'o que arrancan desde atrás, con dos volantes de contención y un enganche como Sneijder que acompaña al punta, Milito.
Uno ve la manera en la que festejan los jugadores y se merecen respeto. Al final de cuentas los demás pueden hacer lo que hace el Inter. Y ojo, no estamos hablando de un campeón que recurre a las malas artes. No corta mucho el juego, no pega, achica los espacios para atrás, espera y sabe que jugando de esa manera le va bien.
A Mourinho se lo critica por la manera de jugar, pero vale recordar que quizás en Chelsea jugaba de otra manera y no salió campeón de Europa. Cada uno tiene saber en el club en el que está. Veremos qué hace en Real Madrid.
No es que Inter no gusta desde ahora. El Nerazurro logró una mentalidad ganadora desde que lo tomó Mancini, pero aún en esa época no gustaba. El técnico también era cuestionado. A ellos les duele ser criticados, pero en el fondo saben que lograron el objetivo de ser campeones. Repito: a nadie le impiden encontrarle la vuelta al Inter, el tema es que no pueden.
Inter es equipo con individualidades, que en su momento hacen pesar el peso propio que tienen, empezando por el arquero. Y eso que decían que después del accidente ya no era el mismo... Es tan importante tener un "1" como un "9". De más está decir que en este caso los extremos definieron partidos. El equipo italiano jugó 14 partidos y sólo perdió dos con Barcelona, el anterior rey.
En definitiva, se consagró el equipo al cual no le encontraron la vuelta para eliminarlo y el que consiguió la fórmula ganadora:
Milito + sistema = campeón de Europa.
En cuanto a la táctica que emplea Mourinho, el paso como entrenador de Roma me dejó una enseñanza. Cuando llegué me decían que el equipo jugaba 4-4-3, pero en realidad era un 4-5-1. Lo mismo ocurre con este Inter, con Pandev y Eto'o que arrancan desde atrás, con dos volantes de contención y un enganche como Sneijder que acompaña al punta, Milito.
Uno ve la manera en la que festejan los jugadores y se merecen respeto. Al final de cuentas los demás pueden hacer lo que hace el Inter. Y ojo, no estamos hablando de un campeón que recurre a las malas artes. No corta mucho el juego, no pega, achica los espacios para atrás, espera y sabe que jugando de esa manera le va bien.
A Mourinho se lo critica por la manera de jugar, pero vale recordar que quizás en Chelsea jugaba de otra manera y no salió campeón de Europa. Cada uno tiene saber en el club en el que está. Veremos qué hace en Real Madrid.
No es que Inter no gusta desde ahora. El Nerazurro logró una mentalidad ganadora desde que lo tomó Mancini, pero aún en esa época no gustaba. El técnico también era cuestionado. A ellos les duele ser criticados, pero en el fondo saben que lograron el objetivo de ser campeones. Repito: a nadie le impiden encontrarle la vuelta al Inter, el tema es que no pueden.
Inter es equipo con individualidades, que en su momento hacen pesar el peso propio que tienen, empezando por el arquero. Y eso que decían que después del accidente ya no era el mismo... Es tan importante tener un "1" como un "9". De más está decir que en este caso los extremos definieron partidos. El equipo italiano jugó 14 partidos y sólo perdió dos con Barcelona, el anterior rey.
En definitiva, se consagró el equipo al cual no le encontraron la vuelta para eliminarlo y el que consiguió la fórmula ganadora:
Milito + sistema = campeón de Europa.
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