martes, 4 de mayo de 2010

Basta del tema Jeffren

BRISTOL -- Mis padres llegaron desde Canarias buscando hacer realidad sus sueños en nuestro maravilloso país. Mi viejo, que Dios tenga en su gloria, siempre me llevó al estadio cuando Venezuela jugaba. También recuerdo a mi madre haciendo arepas cada mañana y siendo española hasta aprendió a hacer las hallacas para navidad. Ellos jamás regresaron a su país natal y se hicieron venezolanos de corazón aunque su pasaporte decía España.
Entiendo perfectamente a Jeffren y no es criticable para nada. Al contrario pienso que es noble agradecer a la tierra que te ha dado cobijo. Lo único que tal vez no me dejó contento de la historia fue que se pretendiera engañar a la gente con que no aceptaba representar a su suelo natal porque le habían negado la camiseta. Esa misma camiseta le fue ofrecida dos veces y él no se la puso. Tal vez por un poco de vergüenza terminó acusando a Páez o Farías de no estar en el once nacional y por eso justificaba su deseo de jugar con España.
Tengo que agradecerle que finalmente respondió y dijo lo que él quiere hacer de su vida. Quiere jugar en España aunque eso signifique no enfrentar la eliminatoria Sudamericana o amistosos del continente contra sus compeñeros de club Messi y Alves. Él está siendo agradecido con un país que le recibio junto a su familia. Eso es digno tal como tantos inmigrantes llegaron a Venezuela desde los tiempos de la dictadura de Pérez Jiménez.
Puede que Venezuela no tenga en su selección a jugadores del Barcelona o del Real Madrid. Pero en la Vinotinto están los que trabajan para estar ahí y se lo ganan comenzando a desearlo de corazón. También creo que hubiese sido un gravísimo error traerlo a algún partido. Porque si no la siente o al menos no la quiere, entonces hubiese sido un trozo del vestuario diferente al resto. Uno incómodo al que no se le podría poner por delante del que lleva meses trabajando para estar en la convocatoria. Si no sientes una camiseta jamás podrás poner ese extra tan necesario que se tuvo para golear a Uruguay en el Centenario. Sin amor por la camiseta no se hubiese resistido en la altura de La Paz sin oxígeno hasta ganarle a los bolivianos. Por eso, afortunadamente ya este tema está cerrado.

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