Málaga sigue su gran progresión en esta temporada del reencuentro con la Primera División y se llevó un 0-1 del campo del Sevilla, con lo que suma la cuarta victoria consecutiva.
-Málaga sigue su gran progresión en esta temporada del reencuentro con la Primera División y se llevó un 0-1 del campo del Sevilla, con lo que suma la cuarta victoria consecutiva y frena en seco a un rival que estaba en racha y que optaba al liderato en la clasificación.
Los de Manolo Jiménez no le pudieron regalar un triunfo a su entrenador en este día que el técnico sevillista cumplía un año al frente de la primera plantilla, pues el Málaga se adelantó rebasado el cuarto de hora y después los locales no fueron capaces de enderezar el rumbo ante un adversario que mostró buenas maneras.
El conjunto de la Costa del Sol, con la seguridad que le daba su buena racha, saltó al Sánchez Pizjuán con confianza y con el rival bien estudiado, pues presionó mucho y adelantado y eso hizo que el Sevilla tuviera que jugar un fútbol directo que no es el suyo.
Con el paso de los minutos la gran referencia en la delantera de los locales, el brasileño Luis Fabiano, que volvía tras varias semanas de baja por lesión, empezó a participar más, aunque se le notó falto de ritmo y siempre estuvo bien marcado por los centrales rivales, el portugués Hélder Rosário y el brasileño Weligton.
En uno de los contraataques visitantes, que lo intentaron siempre con desparpajo, un despiste de marca local la aprovechó Adrián para batir cruzado a Andrés Palop y romper una racha de cinco partidos de liga sin encajar un gol (510 minutos en total) y ocho encuentros incluidos los tres de la Copa de la UEFA.
El equipo de Antonio Tapia, lejos de cambiar su disposición sobre el terreno, se mantuvo activo en el centro del campo con Apoño y Miguel Ángel y ello obligó al adversario a no desplegar su habitual velocidad por las bandas, lo que derivó en precipitación.
Pese a todo, poco antes de que se cumpliera la media hora Luis Fabiano tuvo una gran oportunidad de poner el empate, pero el balón acabó repelido por el larguero en una buena acción del brasileño.
Pocos apuros pasaron más los malaguistas en el tramo final de la primera mitad, incluso salieron a por un segundo tanto al ver que los de Manolo Jiménez dejaban huecos, mostraban inseguridad y falta de ideas atacantes.
En la segunda parte, el técnico sevillista dejó en el vestuario a un desacertado italiano Enzo Maresca y sacó al marfileño Ndri Romaric para dar más presencia en el centro del campo y pronto se notó, porque la formación hispalense apretó como no lo había hecho hasta el momento y más cuando Jiménez también dio entrada a otro de los delanteros que salía de una lesión, el uruguayo Ernesto Chevantón.
Los visitantes no se descompusieron en el intento de que pasaran los minutos y bajara la intensidad del adversario e incluso pudieron sentenciar en una contra, pero en esta ocasión Adrián, solo ante Palop, no pudo superar al meta valenciano.
En éstas, el Sevilla se quedó con diez jugadores sobre el terreno a los 67 minutos al ser expulsado el extremo izquierdo brasileño Adriano Correia por darle un codazo a Jesús Gámez y ello lastró fuerzas a los locales en la busca de, al menos, igualar el partido.
Aun así, los sevillistas lo intentaron con todo lo que pudieron ante un rival que, pese a la superioridad numérica, ya no quiso arriesgar y defendió el 0-1 que finalmente se llevó.
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