domingo, 13 de noviembre de 2011

Ni Messi ni Cristiano son profetas en su tierra

Argentina culpa a Leo del fiasco con Bolivia; CR7 se juega la 'Euro'



Messi y Cristiano. Los dos mejores futbolistas del planeta, capaces de batir récord tras récord en sus clubes (203 y 103 goles, respectivamente) y que, sin embargo, se ensombrecen cuando visten su camiseta nacional. No rinden al mismo nivel. Tanto Argentina como Portugal, capitaneadas por los dos astros, se ven una vez más metidas en problemas. La primera, capaz de complicarse la clasificación para el Mundial de 2014 si pierde contra Colombia mañana en Barranquilla. Por su parte, los portugueses están obligados a ganar a Bosnia este martes para estar en la Eurocopa (el empate con goles les deja fuera).
Es Messi el que se lleva la peor parte por la desconfianza que le tiene la afición de Argentina (no ocurre lo mismo con Cristiano). Leo se debate entre la figura de héroe y villano. Sucedió en la pasada Copa América, en la que llegó a ser abucheado en Santa Fe para luego convertirse en héroe en la última jornada de la fase de grupos ante Costa Rica. Batista, seleccionador albiceleste entonces, entendió que el 4-3-3 no iba con él (no tiene a Xavi e Iniesta a su lado) y puso a Gago a dirigir, y su juego mejoró. Con Sabella, la historia continúa. Messi con una doble cara como héroe y villano, y los comentarios en cada esquina ("no rinde igual que en el Barça") y los rumores que hacen daño ("no canta el himno, no siente la camiseta") volvieron a surgir tras el 1-1 con Bolivia (marcó Lavezzi, no él).
Con Cristiano la historia también se repite. Se metió en el Mundial de 2010 tras la repesca y entrará en la Eurocopa de la misma manera. Pero con una diferencia: el país está con él. Ya sea por tener más peso moral que futbolístico (si lo medimos con lo que hace en el Madrid) ha llevado a los suyos a la final de una Eurocopa (perdió con Grecia la de 2004) y a ser cuartos en el Mundial de Alemania (aunque cayera en octavos en 2010 con España, como cayó en cuartos de la Eurocopa 2008). Messi sólo pudo llegar a cuartos en los Mundiales de 2006 y 2010. Nada que ver con lo que prometía al ganar el Mundial Sub-20 de 2005.
Ahora, Argentina afronta su primera crisis profunda desde la llegada de Sabella, que prepara una limpieza para el 2012 con una certeza: los intocables son Higuaín y Messi, que siente en la espalda toda la presión por ser culpado de no ser el mismo del Barça.

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