Según el artículo 112 del reglamento, ése debería ser el castigo.
En el minuto 83, Piqué estuvo cerca de 20 segundos para sacar una falta desde la parcela defensiva del Barcelona. Pese a que Pérez Lasa lo desafió con la mirada y una sonrisa, finalmente, el colegiado vasco no tuvo más remedio que mostrarle la amarilla, por "retrasar la reanudación de un saque a favor de su equipo con ánino de perder tiempo", según el acta. Era la quinta de ciclo, que le impedirá a Piqué jugar ante el Levante el sábado (20:00), pero que supuestamente le limpiaría de tarjetas para estar en el Clásico del día 10 en el Bernabéu. Y decimos supuestamente porque según el artículo 112 del código disciplinario, el jugador que provoque la quinta amarilla podrá ser sancionado con un partido adicional al otro de acumulación de amarillas. Para la intención del futbolista se tendrán en cuentan varias circunstancias. El árbitro está habilitado para reflejarlo en el acta.
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