jueves, 24 de mayo de 2012

DESAFIÓ HISTÓRICO, FINAL COPA DEL REY | ATHLETIC - BARCELONA


Athletic Bilbao

vs

Barcelona







Los dos reyes de copas buscan el título que recompense la temporada


MADRID -- Athletic y el Barcelona, los dos reyes de copas del fútbol español con 23 y 25 títulos, respectivamente, buscarán mañana en la final de esta competición coronar una temporada en la que han sido protagonistas pero sin suficiente recompensa hasta ahora.
La despedida de Pep Guardiola como entrenador del Barcelona y las ansias del Athletic por terminar con una sequía de títulos de casi tres décadas, son algunos de los muchos alicientes de este choque que tendrá como escenario el estadio Vicente Calderón de Madrid.
Athletic Club de Bilbao encara la final de la Copa del Rey con la intención de olvidar el duro varapalo sufrido hace un par de semanas en Bucarest, donde perdió la segunda final europea de su historia, y ganar su primer título desde 1984.
El equipo bilbaíno parece que poco a poco ha conseguido superar la tremenda decepción que le supuso fracasar en el segundo intento de abrillantar su exitosa historia en el fútbol español con un torneo continental que le parecía vedado por la evolución del fútbol y su singular filosofía de jugar con futbolistas de la tierra.
Esencial en ese sentido ha sido la labor sicológica de su entrenador, Marcelo Bielsa, quien ha convencido a sus jugadores de, entre otras cosas, hacer "de la necesidad virtud" y comportarse como "soldados" dispuestos a "darlo todo" por la causa.
Una causa que no es otra que la de aprovechar la excelente campaña que ha completado el Athletic para responder con un éxito que figure en los anales del club al tremendo cariño de una afición que se ha desplazado en masa para animarle.
El triunfo ante el Barcelona permitiría al Athletic acabar con una segunda decepción consecutiva el inolvidable primer año bajo la batuta del no menos singular técnico argentino; volvería a hacerle sentirse de nuevo el 'rey de copas' que ha sido durante décadas y le facilitaría enormemente el arranque de la próxima temporada, que debería iniciar el 2 de agosto si pierde.
Para conseguir tal objetivo, Bielsa tiene decidido que, a pesar de lo que pasó en la capital rumana, donde su equipo no fue capaz de competir como quería ante el Atlético de Madrid, volverá a echar mano de su indiscutible equipo de gala, el formado por Iraizoz; Iraola, Javi Martínez, Amorebieta, Aurtenetxe; Iturraspe, De Marcos, Herrera; Susaeta, Muniain y Llorente.
Un 'once' que tuvo en Bucarest el único borrón de entidad en un curso en el que ha llamado la atención con un fútbol de combinaciones, dinámico y atrevido. Y ha logrados hitos como llegar a dos finales o eliminar al Manchester United en la Liga Europa tras un recital en Old Trafford y ganándole los dos partidos.
Más sencillo ha sido para el Athletic el camino en la Copa del Rey, donde únicamente ha tenido que eliminar a tres rivales de Segunda B y uno de Primera aún en construcción, el Mallorca de Joaquín Caparrós.
No obstante, para alcanzar la final tuvo que deshacerse de un 'matagigantes' Mirandés que había dejado en la cuneta a Villarreal, Racing y Espanyol.
Con el espectacular 6-2 de la vuelta en San Mamés, el conjunto vasco inició un periodo festivo que cortó la final de la Europa League y pretende recuperar con la que sería su vigésimo cuarta Copa, según la federación, y la número 25 según la reivindicación del Athletic, que incluye como suya la de 1902, ganada con el nombre de Vizcaya y cuyo trofeo tiene en sus vitrinas.
La plantilla azulgrana se ha conjurado para brindarle a su técnico un último título -sería el cuarto de la temporada y el decimocuarto en cuatro años- y cerrar la exitosa 'era Guardiola' de la misma forma que comenzó: ganando la Copa del Rey al Athletic Club.
El 13 de mayo de 2009, con Mestalla como escenario, el conjunto azulgrana inició la etapa más gloriosa de su historia goleando al equipo que entonces dirigía Joaquín Caparrós (4-1), tras remontar el gol inicial de Toquero con tantos de Touré Yaya, Messi, Bojan y Xavi.
Cuatro años después, la mitad del once que Guardiola alineó en su primera final como técnico no estará en el Vicente Calderón: Touré Yaya, Bojan y Samuel Eto'o dejaron el club y Dani Alves y Puyol están lesionados.
La de Alves y Puyol no son las únicas bajas que el Barça tiene en defensa, ya que a ambas se suman las de Abidal y Fontàs, además de la del delantero David Villa.
Guardiola, por tanto, deberá recomponer la zaga -tónica habitual esta temporada- utilizando al joven del filial Martín Montoya para ocupar la plaza de Alves en el lateral derecho.
Adriano, quien atraviesa el mejor momento de la temporada, es fijo en el lateral izquierdo, mientras que Piqué y Mascherano -los únicos centrales sanos- formarán en el eje.
En el centro del campo, Sergio Busquets será el escudero de Xavi e Iniesta, mientras que Pedro, Cuenca y Tello pugnan por acompañar a Messi y Alexis Sánchez en la punta de ataque. Aunque tampoco se descarta que Iniesta pueda adelantar su posición, lo que habilitaría la entrada de Thiago o Keita en la medular.
Descabalgado de la final de la Liga de Campeones por el Chelsea, el Barcelona ha tenido casi dos semanas para preparar a conciencia este partido, algo poco habitual en el conjunto azulgrana, acostumbrado a batirse en duelo cada tres días.
Este margen de tiempo ha permitido a Guardiola recuperar a algunos jugadores que arrastraban problemas físicos, como Pinto, portero titular en la Copa, Alexis o Thiago, e intensificar la carga de los entrenamientos, con descansos de dos días por semana.
El de Santpedor aun le queda la sesión de esta tarde para perfilar el once que sacará ante el Athletic -el último como entrenador del Barcelona- y anunciar el grupo de jugadores que viajarán mañana a Madrid, donde contará con el apoyo de unos 14.000 seguidores azulgranas.
Brillo. Si hablamos de los onces, hay que decir que ni las bajas ni los achaques les restan brillo. Bielsa alineará a los titulares de Bucarest para señalar que el partido es una revancha contra el destino. Aunque anoche, según me cuentan, dudaba en poner a Ibai en lugar de Herrera y retrasar a Muniain a la posición de éste. Guardiola, parcheada la zaga (Montoya y Adriano en los laterales), apostará por sus clásicos más Pinto.
El último factor a considerar es el factor Messi. Él está en condiciones de dictar el partido a su gusto. Influirá el duelo Llorente-Piqué, el pulso del mediocampo, la agilidad de los porteros y el ánimo de la grada (en un 60% rojiblanca). Pero nada será tan trascendente como Messi, que a su motivación general podría añadir la ofensa personal. Todavía hay quien afirma que el rey no estará en el Calderón.

Alineaciones probables
ATHLETIC: Iraizoz; Iraola, Javi Martínez, Amorebieta, Aurtenetxe; Iturraspe, De Marcos, Herrera; Susaeta, Muniain y Llorente.
BARCELONA: Pinto; Montoya, Mascherano, Piqué, Adriano, Sergio Busquets, Xavi, Iniesta, Pedro, Messi y Alexis.
ÁRBITRO: David Fernández Borbalán (Colegio Andaluz).
ESTADIO: Vicente Calderón
HORA: 22.00 (20.00 gmt).

Estadísticas

Athletic BilbaoBarcelona
GolesFernando Llorente 5Cesc Fábregas 3
AsistenciasFernando Llorente 0Cesc Fábregas 0
Tarjetas AmarillasFernando Amorebieta 3Cesc Fábregas 2


Messi regresa a uno de sus escenarios favoritos


Si normalmente, los focos de cualquier partido se posan sobre Messi, en las finales, la atención se multiplica. El argentino ha nacido para jugar partidos decisivos. Ha sido determinante en todas las finales que ha disputado y encima la de hoy se juega en uno de sus cotos favoritos. Dejando aparte el Camp Nou, el Manzanares es el estadio donde el argentino ha marcado más goles. Lleva 9, ocho ante el Atlético de Madrid y uno ante la selección española en un amistoso España-Argentina en el centenario de Iker.
Se da la paradoja de que la mejor temporada de Messi a nivel realizador ha sido la primera en la que el grupo de Guardiola no se ha llevado uno de los títulos grandes. Su aportación ha sido brutal con 72 goles en la temporada regular y ha acabado como máximo realizador de la Liga y en la Champions. Para ser máximo goleador de la Copa debería de marcar cuatro goles más que Llorente. Para cualquier otro futbolista parecería una misión imposible. Para Messi la palabra imposible es un reto que acostumbra a dejar en mal lugar al que la pronuncia.
Messi no falla en las finales, le gustan las situaciones extremas y si hay un mínimo reproche que hacerle esta temporada al rosarino es que en dos de los partidos decisivos el tramo final de la campaña (Real Madrid y Chelsea) no fue determinante. Sería complicado que fallara en tres.
En la final de la Champions en Roma sentenció al United con un cabezazo; ganó la final del Mundial de Clubes ante Estudiantes con un gol con el pecho; desequilibró la final de Wembley ante el Manchester; hundió al Madrid en la Supercopa en el último minuto y en Japón aniquiló al Santos de Neymar.
La misma efectividad que demostró el argentino en sus dos enfrentamientos esta temporada ante el Athletic. Empató el partido en San Mamés y lo decidió en el Camp Nou ejecutando un penalti.

Llorente persigue la Copa y ser su máximo goleador


Es su noche, la tiene señalada. Fernando Llorente no ha sido capaz de destacar en las dos finales a un partido que ha disputado hasta la fecha, en Mestalla ante el Barça en 2009 y en Bucarest ante el Atlético, y tiene claro que el Athletic le necesita para levantar su trofeo preferido. Se le presenta, además, otro reto: ser el máximo realizador de la competición. Es más difícil, porque tiene a dos dianas al carismático Pablo Infante, que lanzó al Mirandés a la fama.
El campeón del mundo va de récord y presentarse en la Eurocopa con este título relanzaría su moral. Acumula nada menos que 29 goles entre las tres competiciones. Está a uno solo de los treinta que únicamente han conseguido tres leones en la historia. Zarra lo logró seis veces con un tope de 46 (en la campaña 1950-51), Bata una vez con 37 en la 30-31 y Dani, el último león en levantar la Copa, en la 79-80 con 30 dianas.
Letal. Llorente, que ya marcó en su día un doblete en el Vicente Calderón, tiene cierta querencia a hacerle daño al Barcelona. Le ha anotado cuatro dianas, la última de ellas en el partido liguero de San Mamés que supuso la victoria parcial (2-1) antes de que Messi hiciese el empate en el último segundo. El riojano únicamente le ha hecho más daño a Valencia (7), Atlético (6), Real Madrid, Levante y Mallorca (5).
El Rey León ya ha manifestado en varias ocasiones que de pequeño le tiraba el Barça por Laudrup y ha cultivado simpatía con los Xavi y compañía. Pero hoy no quiere amigos y sí ser el líder en un desafío histórico ante los culés.


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