Di Matteo mostró que es posible ganar al Barcelona. ¿Presentará alguna novedad táctica semejante?
No creo que sea alguna novedad en el aspecto táctico el elemento que permita al Athletic superar al Barcelona, el mejor equipo del mundo.
¿Ha tenido que trabajar demasiado la parte anímica?
No fue el anímico el costado más saliente de la preparación. Pusimos acento a toda la dinámica futbolística.
¿Ha decidido su futuro?
Acordé con el club hace un año que la posibilidad de extender el contrato, una decisión de dos partes, se considerara cuando terminasen todas las competiciones.
¿Ganar sería el logro más importante de su carrera?
Es difícil establecer comparaciones entre los pocos éxitos que he tenido y uno supuesto.
¿Meterá a Ibai, más entonado, o a Herrera, mermado?
No lo resolví.
¿Es favorito el Barça?
No me parece importante.
¿Jugarán como once soldados?
Nunca usé esa palabra, no interpreto al jugador como máquina.
¿Cómo se frena a Messi?
Siempre que uno se enfrenta a un delantero de ese nivel, las fórmulas no son variadas. Tiene soluciones para la mayoría de problemas que se presenten.
¿Qué sensación le da que este partido o el de Bucarest tengan más repercusión en Argentina que un clásico?
Mala, porque Argentina tiene episodios futbolísticos que no deberían permitir que la atención de un partido extraño sea especialmente observado. Es un signo de deterioro del fútbol que más quiero.
¿Cómo valora lo ajeno a lo futbolístico de la previa?
Tras mi comentario sobre la energía, para no dar nombres propios que nos pongan en guardia, dudaré hacer un comentario que exceda mi órbita.
¿Qué valoración hace de su tránsito por el Athletic?
Cuando uno se refiere con elogio exagerado al sitio que pertenece hay sospecha de demagogia, el Athletic es lo que es y se hace visible especialmente en acontecimientos como este que ponen en descubierto todo lo que hay, un sentimiento de un pueblo con unanimidad.
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