La última semana fue demoledora: convirtió cuatro tantos
Leo Messi ya está en Argentina. Salió ayer por la tarde junto con Javier Mascherano para atender la convocatoria del seleccionador Alejandro Sabella. No se pueden despistar. El día 11 se medirán en Buenos Aires a Bolivia y el 14 moverán el cuartel hasta Barranquilla, donde les aguarda Colombia en uno de los clásicos sudamericanos. Aunque se lo dejó todo sobre el empantanado césped de San Mamés, Messi no pudo ayudar más que a lograr el empate a su equipo. Aun así, la pasada semana no le fue del todo mal al argentino y de paso, al Barcelona. Cerró el ciclo de tres partidos antes del parón liguero con siete goles más en su cuenta personal: hat-trick ante el Mallorca y otro en Praga ante el Viktoria, además del de Bilbao.
La progresión goleadora del atacante sólo tuvo un pequeño socavón de tres partidos: los que ligó tras el triunfo ante el Viktoria (se lució sin nada de suerte), el empate a cero ante el Sevilla (volvió a bordarlo, aunque Javi Varas le desvió un penalti en el último minuto) y en el choque del Nuevo Los Cármenes, donde los culés sólo consiguieron vencer por la mínima (0-1).
El dato a tener en cuenta es que Messi anotó en todas las competiciones que disputó en el presente curso: fue determinante en la Supercopa de España (le hizo tres goles al Madrid en dos partidos) y tal y como dijeron Fàbregas y Piqué tras los partidos "con las chanclas puestas" (en referencia a la poca preparación física que tenía, puesto que enlazó las vacaciones con la actividad física). Luego, en la cita de Mónaco frente al Oporto -Supercopa de Europa, 2-0- La Pulga abrió el marcador y acercó el segundo título de la presente
campaña.
En la Liga hasta el momento acumula 14 goles en 11 partidos (sólo dejó de ser titular en Anoeta), mientras que en la Champions League también supera el promedio de más de un gol por partido. Messi es determinante
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