Kelvim Escobar se presenta ante ocho equipos en Venezuela
Kelvim Escobar tiene una palabra para resumir su sesión de trabajo este miércoles, delante de los scouts de ocho equipos de Grandes Ligas, en la ciudad de Barquisimeto: "Súper".
El derecho venezolano dio otro paso en su camino de regreso a Grandes Ligas al hacer 30 pitcheos y todos sus envíos quebrados, a una velocidad tope de 94 millas por hora, según testigos.
"Lo más importante es la fuerza que tuve", exclamó Escobar al otro lado del teléfono, desde el estadio Antonio Herrera Gutiérrez, donde tiró un juego simulado de dos innings. "Y más importante todavía es que tuve cero dolor".
Dolor ha sido una palabra habitual para el nativo de La Sabana, desde que quedó fuera de combate en las mayores, en septiembre de 2007.
A partir de entonces, el ex cerrador de los Azulejos de Toronto y ex abridor de los Ángeles de Los Ángeles despierta cada mañana con el temor de sentir aquella molestia que persistió, incluso, después de pasar por el quirófano.
"Es como si me aplicaran un pequeño punzón en el hombro", recordó Escobar. "Pero desde hace un mes no he vuelto a sentirla. Desde la recaída que sufrí (en junio) no me había sentido tan fuerte".
Los Rays de Tampa Bay, Cachorros de Chicago, Cerveceros de Milwaukee, Gigantes de San Francisco, Piratas de Pittsburgh, Tigres de Detroit, Marineros de Seattle y Atléticos de Oakland enviaron evaluadores de talento para presenciar la jornada de trabajo del diestro varguense, nacido hace 33 años.
No hubo información sobre los Mets de Nueva York, que supuestamente ofrecieron un acuerdo esta semana a Escobar.
"No tengo apuro por firmar", señaló el veterano, quien suma 12 campañas de experiencia en la gran carpa. "Mi única preocupación es el hombro: con salud, puedo lograrlo todo, Dios mediante".
La prueba de este miércoles formó parte de una etapa crucial en la carrera de Escobar, quien está decidido a no volverse a operar.
"No me voy a hacer otra cirugía", subrayó. "Estoy preparado para dejarlo hasta aquí, si es el caso. Tengo mucha fe, mucho optimismo. Lo de hoy fue excelente".
El único pitcher venezolano con más de 100 victorias y 50 salvados en Grandes Ligas (tiene 101 y 59, más 1.310 ponches en 1.507 innings y 4.15 de efectividad) alternó con los scouts en el parque barquisimetano. Cuenta que recibió saludos y alguna felicitación. Las ofertas vendrán después.
"Lo mejor fue que estuve en la zona de strike, todo el tiempo", abundó el tirador. "En los últimos dos años he tenido períodos de mucha inactividad, así que eso es importante para mí. Lancé todos mis rompientes, 20 puntos".
La medida de evaluación escolar en Venezuela fija una matrícula de honor máxima de 20 puntos. Fue, entonces, un día feliz para el lanzador.
"Después del primer inning, descansé cinco o seis minutos y regresé muy suelto en el segundo inning", continuó. "Fueron 30 pitcheos con fuerza".
Escobar descansará un par de días, antes de actuar en su primer juego oficial desde el 6 de junio. Quiere entrar el viernes al roster de los Cardenales de Lara, pero considera más prudente hacerlo el sábado, pues esa ha sido su rutina en el último mes: soltar un día y parar dos.
Deberá acostumbrarse a trabajar a menudo, porque sus días como abridor, dice, están atrás. Aunque poco importa el rol. Hoy Escobar se siente más cerca del cielo, listo para entrar en acción.
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