Vino de atrás para triunfar 89-96 contra el campeón Cocodrilos
Mauricio Aguiar, alero uruguayo, debutó en la gran Final de la LPB por la puerta grande al tomar el timón del Acorazado para comandar la reacción oriental e ir a Puerto La Cruz con la serie igualada 1-1
– Marinos de Anzoátegui utilizó su arma secreta traída de Uruguay, levantó un partido que perdía por 14 puntos e hizo el trabajo al conquistar un triunfo en calidad de visitante al vencer 89-96 a Cocodrilos de Caracas en el vibrante gimnasio del Naciones Unidas el martes por la noche.
Mauricio Aguiar, alero Uruguayo, entró en la plantilla que dirige el boricua Flor Meléndez en sustitución del dominicano Luis Flores, por lesión. Su debut fue por todo lo alto. Tomó el timón del Acorazado cuando el equipo se hundía en la asfixiante defensa en zona planteada por Cocodrilos.
Aportó 22 puntos, en 20 minutos de juego, y dejó un buen sabor de boca para los parciales de la nave tras su desempeño notable durante el segundo juego de la gran Final en el tabloncillo del Naciones Unidas.
La reacción de los navegantes llegó en el último cuarto, de la mano del alero charrúa y del experimentado armador Diego Guevara para revertir los primeros tres parciales del cotejo que terminaron por 28-20, 50-41, 67-59 todos a favor del actual campeón de la Liga Profesional de Baloncesto, Cocodrilos.
Con sangre fría
Diego Guevara, llevando la voz de mando en el último cuarto, acertó dos triples milimétricos para poner al Acorazado al frente en el marcador 74-76, restando 4:04 por jugarse, después de estar abajo desde el inicio del partido.
Su experiencia le permitió tener sangre fría en los dos disparos desde el perímetro para imprimirle en cada acierto una dosis de adrenalina y ánimo al equipo oriental para que de esa forma su conjunto regresara al partido.
El juego colectivo le permitió a Marinos sacar una ventaja de 0-12 en el tramo final que los catapultó a dominar el marcador 74-82 cuando restaban 2:33.
Desde ese momento, el Acorazado mantuvo la ventaja, pese a que el vigente monarca de la LPB nunca se rindió y luchó por revertir el marcador hasta el último segundo.
Concentrados los 40 minutos
El héroe del partido, Mauricio Aguiar, comunicó (después del partido) que “esta es una serie muy pareja. Hay que estar concentrados los 40 minutos en cancha. Ahora vamos a casa con la serie 1-1 y todo comienza de nuevo”.
“Estaba entrenando con el equipo y me trajeron para darle una mano al club. Hice lo que podía y la clave estuvo en el juego colectivo”, agregó el charrúa que acertó los nueve tiros de campo que intentó para efectividad de 100%.
Mientras que un contento Flor Meléndez, entrenador de Marinos, sostuvo que “los jugadores son maduros. Se han levantado de grandes adversidades y ellos dieron un esfuerzo extra”.
Con respecto al desempeño del uruguayo Aguiar comentó que “él tiene una semana y media con nosotros entrenando, conoce los esquemas y hubo que verlo cómo celebró el pase a la Final cuando aún estaba sin jugar”.
Meléndez agregó que se siente agradecido con Oscar Torres, que jugó lesionado del tobillo. “Torres quiere la camiseta. Es un ejemplo a seguir y estuvo en el tabloncillo hasta que pudo”, recalcó.
Michael Gale fue el mejor del juego con 25 dianas. Le siguió Mauricio Aguiar con 22 tantos, viniendo de la banca, y Diego Guevara terminó con 16 unidades.
Por Cocodrilos, Yack Martínez realizó 22 puntos y tomó 14 rebotes.
Ahora la serie se traslada al ardiente gimnasio Luis Ramos de Puerto La Cruz, desde el día jueves 9 de julio y hasta el sábado 11, a partir de las 8:00 pm. Acorazado busca titularse ante su afición y los saurios desean regresar la serie.
Intensidad y emoción se vive al máximo en la gran Final de la LPB 2009.
Progreso premiado
Luis Bethelmy, alero de Cocodrilos de Caracas, fue homenajeado previo al partido por la Liga Profesional de Baloncesto y por el equipo saurio gracias al brillante desempeño que presenta en la actual temporada del torneo criollo.
La LPB le otorgó una placa en reconocimiento a su premio como Progreso del Año Movilnet por segundo ocasión consecutiva, mientras que la organización capitalina le dio otro reconocimiento al ser el segundo jugador criollo más joven en superar los 1.000 rebotes de por vida. El primero fue Carl Herrera Allen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario