Los hinchas del Cruzeiro intentaron perturbar el sueño del plantel de Estudiantes, con ruido en cerca del hotel. Pero en el Pincha lo tomaron como parte del "folklore"
-- A pesar del hostigamiento de grupos de hinchas del Cruzeiro, quienes durante toda la noche del martes arrojaron petardos en las inmediaciones del hotel donde se encuentra alojado el plantel de Estudiantes de La Plata, los jugadores descansaron muy bien y, tanto física como espiritualmente, se encuentran en óptimas condiciones para disputar este miércoles la final de la Copa Santander Libertadores de América.
Algunos en automóviles y otros de a pie, los simpatizantes del Cruzeiro transitaron por la avenida Luiz Paulo Franco al 400, donde está el hotel Caesar Bussines, arrojaron petardos y gritaron consignas a favor de su equipo y en contra de los argentinos.
Un policía permanece en forma permanente en las puertas del hotel, mientras que unas vallas impiden el ingreso de extraños.
Sin embargo, anoche y durante esta madrugada, los fanáticos del Cruzeiro hicieron de las suyas, a la usanza de lo que ocurría en otros tiempos antes de las instancias decisivas de la Santander Libertadores.
"Estamos acostumbrados a esto, pero lo importante es que los muchachos están muy bien y con unas ganas bárbaras de ganar la Copa Libertadores", le dijo a Télam en la mañana del miércoles el presidente de Estudiantes de La Plata, doctor Rubén Filipas.
En tanto, el director técnico Alejandro Sabella comentó: "Esto de los petardos y los gritos forman parte del folklore del fútbol y especialmente de la Copa".
La delegación de Estudiantes tiene previsto regresar el jueves a Buenos Aires, en un vuelo charter de Aerolíneas Argentinas, que saldrá del aeropuerto de Belo Horizonte a la 11, con horario de llegada a Ezeiza a las 13.30.
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