¿Una llegada impensada a Old Trafford?

El delantero inglés Michael Owen se sometió a una revisión médica, que habría requerido el Manchester United para ficharlo. El ex jugador de Newcastle tiene el pase en su poder
Actualizado: 3 de julio de 2009, 10:38 AM ET


Getty Images
Aceptaría una rebaja de su salarioLONDRES -- Michael Owen pasa el viernes un reconocimiento médico ante un eventual fichaje por el Manchester United, que tomará una decisión definitiva sobre el traspaso del hasta ahora jugador del Newcastle una vez que conozca el estado físico del delantero.
El ex jugador del Liverpool y del Real Madrid ha sufrido numerosas lesiones y el cuerpo técnico de Old Trafford quiere tener la certeza de que Owen puede reforzar la delantera del campeón de la Premier tras la marcha de Cristiano Ronaldo y Carlos Tévez.
Los diarios británicos coinciden en que el fichaje, por el que el Manchester no pagará traspaso ya que Owen terminó su contrato con el Newcastle el pasado 30 de junio, tendrá unas condiciones especiales y que el delantero cobrará en función de los partidos que juegue.
Owen, de 29 años, cobraba unos 5,7 millones de libras (6,6 millones de euros o 9,3 millones de dólares) al año en el Newcastle, para el que marcó 10 goles la pasada temporada, en la que el equipo dirigido por Alan Shearer descendió a la segunda división inglesa.
Los medios locales informaron de que Owen está dispuesto a aceptar un recorte salarial si eso supone jugar en el mejor equipo del país, lo que también le puede abrir las puertas para volver a la selección en la temporada previa al mundial de Sudáfrica 2010.
Hasta ahora, el entrenador de Inglaterra, Fabio Capello, no ha contado con Owen, que ha vestido la camiseta inglesa 89 veces.
El Manchester aún no ha confirmado oficialmente las gestiones para el fichaje del jugador, pero en su página web se recoge el viernes un resumen de prensa con las informaciones que dan por hecho que Owen jugará el próximo curso bajo las órdenes de Alex Ferguson.
Hace años, Ferguson explicó que el Manchester trató de hacerse con los servicios de Owen cuando era todavía una joven promesa en los equipos inferiores del Liverpool, pero que el club no logró llegar a un acuerdo con el padre del jugador.