Boston y Atlanta habrían entrado a los playoffs, si hubiese estado en función el comodín adicional. Jim Bowden explica como afectará el nuevo sistema a los equipos.

Como un gerente manejaría el comodín extra

Como todos sabemos, MLB añadió un equipo adicional de comodín este año -- y ambos comodines jugarán un partido decisivo -- y esto sin duda tendrá un enorme impacto en la manera en que las oficinas centrales manejarán sus decisiones durante la temporada.

Los críticos del nuevo sistema apuntarán al hecho de que un equipo podría ganar su división con 82 victorias, mientras que otro equipo logra 98 victorias pero termina segundo detrás de un equipo que gane 100 juegos y es forzado a jugarse la vida en un partido de eliminación. También está el escenario en el que ambos comodines podrían venir de la misma division y el equipo que llegue tercero puede ganar la Serie Mundial.

Pero sin importar lo que digan, va a haber un puesto extra en juego en ambas ligas, y eso afectará la manera de pensar de las gerencias de los equipos. Más notablemente, he escuchado a varias personas haciendo alguna versión de la siguiente pregunta: "Digamos que estás a un juego del equipo líder en la división en la última semana de la temporada. ¿Deberías utilizar al máximo tus mejores lanzadores para intentar ganar el cetro divisionales, o ahorrar a tu as para el juego de los comodines y así estar descansado para el resto de los playoffs?" Habiendo pasado por la experiencia de juegos decisivos, les puedo decir que no es una decisión fácil. Sin embargo, yo se lo que yo haría.

En 1999, yo era gerente de los Rojos de Cincinnati, y nuestro equipo terminó la temporada con 96 victorias. Un total impresionante, que en la mayoría de las temporadas sería suficiente para entrar a los playoffs, pero no ese año. Debido a un empate, terminamos jugando contra los Mets de Nueva York en un juego decisivo para decidir quien pasaría a la Serie Divisional de la Liga Nacional.

Cuando llegamos a ese juego decisive, nos vimos forzados a utilizar nuestro cuarto abridor,Steve Parris, contra el mejor abridor de los Mets, Al Leiter. ¿Cuál fue la razón para esto?

El viernes 1 de octubre de 1999, utilizamos nuestro mejor abridor ese año, Denny Neagle. Lanzó seis entradas, permitiendo una carrera, pero perdimos 4-3 en 10 entradas. El sábado utilizamos a Juan Guzmán, nuestro segundo mejor abridor. Fue sacado de la lomita en la tercera entrada, y perdimos 10-6. El domingo, necesitando una victoria en caso de que los Mets también ganaran, abrimos con Pete Harnisch, quien logró su 16ª victoria de la temporada al lanzar hasta la sexta entrada sin permitir carreras. Sin embargo, los Mets también ganaron, por lo que nos vimos forzados a jugar un partido 163 en la campaña.

Jack McKeon, nuestro manager, no tuvo más alternativa que utilizar a Parris contra Leiter. No pudimos aguantar a Harnisch hasta el lunes porque teníamos que ganar el domingo, y no podíamos utilizar a Neagle con dos días de descanso o a Guzmán con apenas uno. Parris fue sacado de la lomita en la tercera entrada, Leiter lanzó un juego completo, blanqueada de apenas dos hits, y perdimos 5-0.

Bajo este nuevo formato este tipo de situación podría suceder bastante en cada temporada, y los equipos tendrán que balancear muchos factores diferentes. ¿Tienes un as bonafide que sobresale del resto de los lanzadores de tu equipo, similar a Justin Verlandery los Tigres de Detroit, o tienes un cuerpo de lanzadores balanceado como los Rays de Tampa Bay? ¿Acaso tu posible contrario en ese partido de eliminación tiene una alineación replete de zurdos y da la casualidad que tienes un zurdo en la parte baja de tu rotación quien parea perfectamente contra ellos?

Realmente no existe una respuesta "correcta", pero sí les dire esto: Habiendo pasado por el dolor que provoca el ver como una temporada de 96 victorias se fue a la basura por un solo partido de eliminación, yo les diría a los equipos que hagan todo lo que puedan para ganar su división en la última semana de la temporada. Si tienes que comenzar la Serie Divisional con tu cuarto abridor, pues que así sea. Es mejor eso que hacer una apuesta en un escenario de vida o muerte en el que cualquier cosa puede pasar.