El ex jugador del Real Madrid es el primero de los campeones del mundo y de Europa que visitará en los próximos meses a los internacionales galos con el objetivo de que no se repita la mala imagen que dejaron en Sudáfrica.
Zinedine Zidane fue hoy el invitado de honor de la concentración francesa que prepara los dos primeros partidos de clasificación para la Eurocopa, un reactivo con el que el seleccionador, Laurent Blanc, quiere reactivar al equipo tras el fiasco del pasado Mundial.
El ex jugador del Real Madrid es el primero de los campeones del mundo y de Europa que visitará en los próximos meses a los internacionales galos con el objetivo de que no se repita la mala imagen que dejaron en Sudáfrica.
Aclamado como un héroe por los espectadores del entrenamiento, el jugador compartió con alguno
s miembros del equipo técnico y con Philippe Mèxes algunos intercambios de balón y un juego de fútbol-voley.
Tras compartir con ellos la mañana y la comida, Zizou aseguró a los periodistas que no fue a dar consejos, pero reveló que vieron juntos imágenes de los Mundiales de 1998 y de 2010 y que debatieron sobre ellas.
"Mal no les va a hacer, no sé si les hará bien", afirmó el francés tras dejar a un grupo que el próximo viernes abre su fase de clasificación para la Eurocopa de 2012 contra Bielorrusia y juega cuatro días más tarde frente a Bosnia Herzegovina.
Zidane habló de su experiencia como internacional, con la que ganó el Mundial de 1198 y la Eurocopa de 2000.
Fue la primera visita de Zizou a Clairefontaine desde 2006, cuando estuvo concentrado en este castillo de las afueras de París para preparar el Mundial de Alemania, en el que llegaron a la final.
Aquella final fue el último partido profesional de Zidane, que acabó prematuramente el encuentro tras ser expulsado por un cabezazo que propinó a Marco Materazzi.
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