viernes, 24 de septiembre de 2010

Desesperado por la revancha Maradona rompió el silencio y afirmó que "daría la vida" por volver a la Selección.

BRISTOL -- Maradona al natural es de risa tanto en lo gracioso como en lo serio. Diego Maradona habló este viernes por primera vez en una entrevista mano a mano. De Maradona se puede esperar siempre una frase, la entrevista de este día tuvo mucho más que una frase. Lo único a lo que Diego se puede apegar coherentemente es a la incongruencia constante. Lo de este viernes fue una alegoría a esa incongruencia tan de Maradona.
Con la intención de hacer propaganda para cumplir con su ilusión de volver a la Selección argentina puso ante el paredón a dirigentes, compañeros, jugadores y a su propia idea del juego. Encendió el ventilador y le colocó enfrente un barril lleno de excremento. Hizo pasar al frente a Sergio Batista, actual técnico interino de la Selección. Criticó su formación ante Irlanda, los tres mediocampistas de contención él que dice "nunca hubiese puesto". Allí un gran problema, uno de esos que Diego ve "de contención" es Ever Banega, que se convirtió en socio de Messi en ese partido que Argentina ganó 1-0 en Dublin. Que además Diego admite no haber visto.
Tras esa victoria Messi declaró sentirse tan cómodo como en el Barcelona. Maradona adjudicó la autoría de la frase a Batista. "si compartiste 40 días en Pretoria con nosotros y ahora decís que es feliz. No me jodas. ¿De qué te disfrazaste, de payaso?". Ése es Diego, tan directo como absurdo. Messi fue feliz con el grupo no con el fútbol que pretendía Maradona.
Llegaría también el turno de Messi de pasar ante la autenticidad de Maradona y su intención conciliadora en busca de una revancha que nadie con sentido común aporta un empujón para que consiga. "Le faltó la fortuna que yo tuve en el '86" dijo de Messi. "Yo aparecí y él no apareció" pegó duro. Sin nombrarlo deslizó un mensaje porque un jugador puede ganar "¬15 millones por día pero si en tu país no te reconocen, no sirve de nada". Y Diego piensa que puede hacerlo feliz a Messi.
Maradona intenta volver, tirando peñascos en el camino. "Daría mi vida por seguir siendo el técnico", dice sensiblemente. A Diego le acompaña la fidelidad de un seguidor argentino que siempre tendrá una deuda con él por lo que hizo en el campo. Ese cariño es por lo que hizo vestido de corto. Con los pantalones largos, Maradona no ganó respeto alguno. Ese deseo por volver es alimentado "por la calle" como llama Diego. Por el cariño que le guardan como jugador y que Maradona confunde.
Cortarle la ilusión sería como un asesinato. Recomendable es que sus afectos lo dirijan por un camino mas seguro que el de la vuelta a una selección que ya lo dejó atrás. Pruebas de una filosofía errónea quedan en su interpretación del momento de Javier Zanetti "su ciclo se terminó... no le daban las piernas" dijo Maradona. Pero si al Pupi no le dolieron las piernas para subir los escalones del Bernabéu a levantar la Champions.
A Maradona le hace falta reconocer que su presente es lo que es, o lo que quiere ser, entrenador de fútbol y que el puesto de seleccionador no corresponde a listas de popularidad sino currículos de capacidad. Pese a todo, Maradona sigue siendo ese personaje para tomarse una foto. Elijo otros para tomarme un café.

Maradona: "Daría mi vida por volver"

Diego Maradona ofreció su vida a cambio de "volver a ser el técnico" del seleccionado argentino, cargo del que fue desplazado tras el Mundial Sudáfrica 2010 por un cuestionamiento hacia su cuerpo de colaboradores.
"Daría mi vida por ser el técnico de la Selección. Pero acá no hay un comité, hay un patrón que se llama Julio Humberto Grondona"
"Lo deseo por los muchachos (los jugadores). Pero en esto no decide una Comisión, como dicen. Lo hace un patrón que se llama Julio Humberto Grondona".
Diego Maradona rompió el viernes el silencio luego de tres meses de su alejamiento de la Selección.
El ex entrenador de la Selección reiteró que el titular de la AFA le prometió que iba a seguir en el cargo, tras la eliminación del Mundial y luego se desdijo: "Me acuerdo que Julio (Grondona) nos dijo que habíamos hecho un buen Mundial, que íbamos a seguir y que teníamos por delante la Copa América".
Después contó: "Cuando me reuní con Grondona, me dijo que mi cuerpo técnico no estaba a la altura de lo que es la Selección. Pero yo tenía un campeón del Mundo como Héctor Enrique y un campeón continental como (Alejandro) Mancuso. Y Grondona me dijo lo de Mancuso, lo del médico, que también había problemas con el utilero, que venía desde el 2006. Y ahí sentí que si no cambiaba mi cuerpo técnico me iba. Y yo no puedo dejar a mi gente sin laburo ".
"Ud. (por Grondona) le pone el supositorio a una liebre, me sorprende que tarde cuatro años en decir que tiene problemas con un utilero", cuestionó Maradona.
"Se que tengo alguna posibilidad de volver a la Selección, pero si a mi me bajaron el cuerpo tecnico, el que esta actualmente, a pesar de que hay dos campeones del mundo como el Checho Batista y el Tata Brown, hay algunos que nunca jugaron al fútbol", dijo.
En cuanto al cuerpo técnico interino, el Diez también fui muy duro: "No tengo la culpa si a mi me conocen en todo el mundo y a Batista y Brown, cuando pasan al Uruguay, no los conoce nadie", disparó Maradona, acerca del actual cuerpo técnico interino del seleccionado, el que se encamina además hacia la confirmación definitiva.
Las críticas hacia Batista y Brown no se detuvieron allí, ya que Maradona los acuso de "darse vuelta" luego de que les ofreciera integrar el cuerpo técnico encabezado por él. "Vine a buscar a Batista y Brown, porque Julio (Grondona) me dijo que vaya al predio para hablar con ellos. Yo vengo y les digo que quiero que estén conmigo, y ellos me contestaron: 'Con vos vamos a cualquier lado, pero con Bilardo, no. Me lo dijeron con una seguridad increíble", remarcó.
A continuación, y sin miramientos, Diego dio a conocer un hecho que, según él, refleja la persona de Batista.
"Hay mil rumores con el tema, como también hay rumores de que (Carlos) Mac Allister, el representante de Batista, vino a hablar conmigo y me dijo que podíamos hacer grandes cosas con la selección. El habló de los jugadores que podía llevar a la selección, y yo le dije que en esa historia no estoy ni nunca estuve", arremetió.
También respondió sobre su distanciamiento de Carlos Bilardo y aclaró que él fue nombrado primero y luego el mánager. Puntualizó: "Grondona me preguntó si no me molestaba que (Carlos) Bilardo asumiera como director de selecciones, yo no tenía ningún inconveniente, pero Batista y Brown me aseguraron que conmigo iban a cualquier lado pero con Bilardo no. La idea era que ellos fueran mis colaboradores. Les contesté que tenía un compromiso".
"Bilardo no me llamó más. Me hubiese gustado que los jugadores hagan lo de Tevez en Irlanda. Es otro el sentir del jugador de hoy"
"¿Soy Freddy Krugger yo? ¿Me conoce hace 30 años y me tiene miedo?"
"Tevez después de hablar con Grondona bajó los decibeles. ¿De qué lo pudo convencer? Igual tengo una relación especial con Carlos", agregó sobre el apoyo que le dieron los jugadores, luego de su salida. Contó que su relación con Lionel Messi fue muy buena y que varios, entre ellos Javier Mascherano y Gabriel Heinze lo llamaron.
Maradona también explicó cómo se dio su reciente visita al ex presidente Néstor Kirchner y que la arreglaron por intermedio de su ayudante, Alejandro Mancuso: "Con Kirchner tuvimos una charla normal, me felicitó por el Mundial. Me dijo que estaba enojado con la decisión de no renovarme"
No obstante, negó que su relación con el matrimonio presidencial pueda presionar para regresar a la Selección: "Si Grondona no recogió el guante cuando habló Cristina en cadena nacional, no creo que pese ahora. Me sentaría a hablar con él".
EL MUNDIAL, UNA HERIDA ABIERTA
Maradona también repasó algunos conceptos de Argentina en el Mundial:
"Después del partido de Alemania quedé muerto. Teníamos las marcas preestablecidas. Nos descuidamos en el primer centro".
"La culpa es de todos. Müller se le escapa a Ota (Otamendi)"
"Hablando Julio (Grondona, en el vestuario), se escuchaba el llanto de Lio (Messi). Eso no me lo voy a olvidar en mi vida"
"El equipo no estaba acostumnbrado a sufrir un gol. A mi no me hizo absolutamente nada. Creía que lo podíamos revertir"
"La convivencia con el plantel en Pretoria fue genial", afirmó. Y explicó que "si no puse a (Juan Sebastián) Verón fue porque a Maxi Rodríguez me daba más salida. Yo a Verón lo estaba observando para los últimos 30 minutos, para que tuviera la pelota. Pero la Bruja. por todo lo que difunde, es importante para el grupo".
"A Verón le voy a estar agradecido siempre. Fue un Señor, un profesional, pero no estaba para los 90 minutos."
"A Messi le faltó el culo que yo tuve en el '86. Jugó un Mundial fantástico. Junto a Iniesta fue el mejor". A la vez, consideró que no está mejor ahora con Batista: "¿Te disfrazaste de Piñon fijo (payaso)?" replicó porqque el DT actual aseguró que ahora a La Pulga lo ve feliz".
"Iba a buscar la Copa. Se me cayó la estantería tras formar un grupo espectacular. Teníamos que llegar a la final con España"
"La gloria no se compra. Te pueden dar 15 millones por día pero no sirven si no te reconocen por la calle. Tengo sed de revancha".
EL FUTURO
Desde la última vez que Maradona dirigió a la Selección, en Sudáfrica, se especulo con numerosos destinos en los que podría haber continuado con su carrera como DT.
Los más fuertes fueron los combinados nacionales de Portugal y México, que finalmente declinaron esa posibilidad. También circuló una vinculación con el Napoli, aunque fue rápidamente descartada en lo inmediato por las autoridades del club italiano en el que el astro brillara en los '80.
Pero Maradona aclaró: "No tuve ofrecimientos. (Claudio) Borghi pasó de ser jinete a caballo en dos segundos y dijeron que yo iba a Boca. Pero hay un DT"
LA SELECCIÓN, ¿UN CAPÍTULO ABIERTO?
El ciclo de Maradona al frente de la selección argentina duro un año y medio y, luego de fuertes polémicas de todo tipo, concluyó tras la histórica goleada (4 a 0) sufrida ante Alemania por los cuartos de final de la Copa del Mundo Sudáfrica 2010.
Maradona confesó que no vio por la televisión los partidos amistosos de la selección dirigida por Batista ante Irlanda y España, ganados por 0-1 en Dublín y 4-1 en Buenos Aires, respectivamente.
"Es mi equipo, lo tengo muy adentro, muero por estar en la selección. Imposible que pueda superar esto. Estuve de luto porque se había muerto una ilusión grande", cuando la Albiceleste fue goleada por Alemania en Sudáfrica, comentó.
"Teníamos que jugar la final con España, ese era el objetivo. Estábamos pensando más allá de Alemania. No mereció este equipo irse así del Mundial", agregó.
Finalmente Maradona dijo que espera que le llamen para recuperar el cargo de seleccionador: "Espero el llamado. Estoy con ganas de volver a ponerme el buzo de la Selección. Estoy desesperado, daría un brazo".
ANALEZIS DE LA PASION DEL DEPORTE

Entre el querer y el deber

Maradona contó sus ganas de volver, pero en Argentina hay que barajar y dar de nuevo


Diego Maradona
Debe haber sentido una profunda ambiguedad en sus sentimientos. Por un lado, la comodidad de estar sentado en el jardín de su casa, para decir lo que tantas ganas tenía de decir y poder desahogarse. Por el otro, la incomodidad de saber que está en la vereda de enfrente y que debe recurrir a una cámara para rogar por una segunda oportunidad. Una utopía, incluso en este bendito fútbol argentino que da para todo.
Maradona rompió el silencio en una entrevista con Fernando Niembro. A casi dos meses del "Grondona me mintió, Bilardo me traicionó", el ex técnico de la selección argentina fue fiel a su estilo: casi no hizo autocrítica, habló poco de fútbol, castigó a sus enemigos, se ganó nuevos adversarios y dejó frases antológicas que ya pasan a formar parte de la Real Academia Maradoniana.
En la cabeza y en el corazón de Diego, y en el de cada futbolero argentino, todavía lastima ese 0-4 en Ciudad del Cabo. "Después del partido de Alemania quedé muerto. Teníamos las marcas preestablecidas. Nos descuidamos en el 1º centro", arrancó Maradona, quien culpó a "todos" por el descuido pero sin darse cuenta expuso innecesariamente al responsable escrachado ya en las imágenes televisivas: "Müller se le escapa a Ota (Otamendi)".
Quizás por primera vez desde su salida, dejó su carácter de "técnico-jugadorista" para despegarse de aquellos que no levantaron la bandera de su continuidad. Aplaudió la valentía que tuvo Tevez de enfrentar a Grondona en Dublin, pero rápidamente lamentó que Carlitos haya "bajado los decibeles" tras reunirse con el presidente de la AFA. Resignado, consideró que "es otro el sentir del jugador de hoy".
Para los que insisten en creer que tenía una mala relación con Messi, Maradona alabó, con una cuota de exageración, al crack del Barsa: "A Messi le faltó el culo (suerte) que yo tuve en el '86. Jugó un Mundial fantástico. Junto a Iniesta fue el mejor". Y confesó que no se va a olvidar "nunca en la vida" el llanto de Lio en el vestuario.
A la polémica salida de Verón, al que describió como un Señor, le atribuyó razones futbolísticas. Dijo que la Brujita no estaba para los 90 minutos y que optó por Maxi Rodríguez porque le daba salida. Esta vez sí mostró autocrítica al reconocer que se equivocó al pensar que Verón podía ser el Xavi de la Selección. Como el símbolo de Estudiantes nunca se refirió públicamente al respecto, queda la duda en el aire.
Fotobaires.comTienen una relación sin retorno
También se ocupó de Javier Zanetti, quizás uno de los grandes ausentes en la lista que viajó a Sudáfrica. Elogió su profesionalismo, pero aclaró que en el duelo de eliminatorias ante Paraguay estuvo "dubitativo, no pasaba al ataque porque no le daban las piernas". Evidentemente una mala noche en la excelente temporada en la que Pupi, a sus 36 años, ganó todo con Inter.
El ciclo de Maradona se vio envuelto de rumores de negociados (nunca comprobados) alrededor de la convocatoria de jugadores. Ese ítem fue el que dejó al ayudante de campo y mano derecha, Alejandro Mancuso, en el ojo de la tormenta.
Sin embargo, el Diez se mostró dispuesto en sentarse a charlar con Grondona. Consultado sobre si volvería al cargo sin sus colaboradores dejó una puerta abierta: "Mancuso se ofreció a irse si es el problema. ¿Pero por qué Mancuso es el problema? Si Julio habla conmigo, lo solucionamos". Y volvió a cargar contra el cuestionamiento al cuerpo técnico. "Grondona le pone el supositorio a una liebre, me sorprende que tarde cuatro años en decir que tiene problemas con un utilero", dijo en otra frase maradoniana.
Esta vez no lo trató de mentiroso, aunque sí manifestó que le había prometido seguir. Sabe que del dirigente que domina el fútbol argentino hace más de tres décadas depende su vuelta al banco nacional. Incluso se victimizó al decir que se sentía "el abuelito de Heidi", comparando los desplantes que anteriores seleccionadores, como Passarella o Bielsa, le hicieron al que en toda la nota catalogó de "patrón".
Al "traidor" Bilardo también lo trató con más benevolencia que en aquel comunicado en una parrilla de Ezeiza. "¿Soy Freddy Krueger yo? ¿Me conoce hace 30 años y me tiene miedo? Hice Karaoke con él en Sudáfrica y no sabía cantar La Felicidad de Palito Ortega".
Sin lugar a dudas, el gran apuntado fue Sergio Batista, quien se calzó su buzo, en una clara muestra de que la mística del '86 ya forma parte del pasado. "¿Te disfrazaste de Piñón fijo (payaso)?", le preguntó al Checho, porque supuestamente opinó que ahora a Messi se lo veía feliz.
Batista y Maradona
Getty ImagesChecho Batista reemplazó a Maradona
También marcó distancias futbolísticas con la actual conducción interina al asegurar que "jamás hubiese puesto tres de volantes de contención" como contra Irlanda. Y le disparó al ego de sus sucesores: "Yo no tengo la culpa si a mi me conocen en el mundo y a Batista y Brown, cuando cruzan Uruguay, no los conoce nadie".
En la sección ganándose enemigos le pegó a Babington, presidente de Huracán, y hasta a Tofoni, responsable de los amistosos de la Selección. Le disparó por elevación a Basile, negó ofertas de trabajo y cuestionó a los dirigentes por no respetar los proyectos.
El final estuvo pura y exclusivamente dedicado a expresar su deseo de volver. De exteriorizar su amor por la camiseta. De ofrecer "un brazo" con tal tener otra chance. Y claro, las piernas se las cortaron en el '94.
Contó que estuvo "de luto". Tiene "sed de revancha", está "desesperado", espera el llamado. Dijo que vive la calle y que "la gente es contundente". Ahí radica su ilusión. Sólo ahí. Por más reuniones políticas que tenga o entrevistas que ofrezca, tiene las puertas cerradas.
Corrió mucha agua debajo del puente. Seamos sinceros: Grondona nunca lo quiso a Maradona. Lo llamó para apagar un incendio o para que se queme solo. Post Mundial, en el condicionamiento a su gente lo empujó a irse y aquel comunicado le dio la excusa perfecta para no volver a llamarlo. Se dijeron muchas barbaridades de ambos lados. Y si se vuelve de todo menos del ridículo, no sería serio que regrese en estos momentos a la Selección.
Por más que su vida esté marcada por contradicciones, que no haya sido un fracaso su gestión, como algunos hicieron ver, y que a muchos nos hubiera gustado que tuviera revancha, como tuvieron otros técnicos, es necesario barajar y dar de nuevo.
Incluso en este fútbol del "Todo pasa".



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