Francia 1 - 2 Sudáfrica
Los Bafana Bafana se despidieron de su Copa Mundial pese a vencer a Francia, que también cayó eliminado. Es la primera vez en la historia que un anfitrión no logra pasar a octavos de final.
JOHANNESBURGO - Francia y Sudáfrica se despidieron del Mundial en un partido que ganó el conjunto anfitrión y que estuvo marcado por el discreto nivel de juego de ambos equipos y por la inferioridad numérica en la que jugó Francia tras la rigurosa expulsión de Gourcouff, a los 24 minutos de juego.
Cuando Sudáfrica cobró ventaja por 2-0 y México ya había recibido su gol contra Uruguay, la afición de los "bafana, bafana" soñó con la gesta, pero el tanto francés, marcado a mitad del segundo periodo, las desvaneció y el partido llegó a su conclusión con mucha menos intensidad.
La primera parte fue una cadena de despropósitos para el equipo francés, que recibió dos goles en sendas jugadas en las que sus defensores no estuvieron afortunados y vivió la expulsión de Gourcouff.
Lo cierto es que Sudáfrica había entrado en el partido con más intensidad y convicción, consciente de que el primer objetivo era dar una alegría a su gente con un triunfo y esperar, con los deberes, hechos al resultado del México-Uruguay.
Un cabezazo que apenas lo fue, pues Khumalo remató con el hombro, y la expulsión del mediocampista francés tras un codazo a Sibaya, todo en cuatro minutos, decantó el partido a favor del equipo local.
A partir de entonces, Francia se mostró agarrotada, sin capacidad de reacción y recibió en el tramo final del primer periodo un segundo tanto que se parecía lapidario y que llevó el partido al descanso con un marcador de 0-2 para los sudafricanos.
La segunda parte comenzó con un disparo al poste del sudafricano Mphela, que pudo suponer el 3-0, en una fase del encuentro en el que el dominio correspondió por completo al equipo local, que se aproximaba una y otra vez a la portería de Lloris, sin que los franceses tuvieran opción alguna de reducir diferencias.
Francia estaba a merced de su rival y, salvo un disparo de Ribery y otro de Henry, las llegadas al arco de Josephs eran muy esporádicas. Su trabajo no alcanzaba ni el cincuenta por ciento del que le correspondía a Lloris.
Sin embargo, en una acción de mucha calidad (aunque aislada) de Sagna y de Ribery, Malouda batió la valla local con el arco vacío. Era el primer gol de Francia en el Mundial tras 250 minutos de juego.
Ahí se desvanecieron casi todas las opciones de los "bafana, bafana" de alcanzar los octavos de final y Francia pasó a cobrar un cierto protagonismo en el partido a pesar de los muchos minutos que llevaba con un hombre menos sobre el césped.
El encuentro avanzó hacia su conclusión sin más historia. Ni Sudáfrica estaba en condiciones de golear, dado el resultado ajustado del México-Uruguay, ni Francia tenía argumentos para sumar su primer punto del Mundial. Ambos equipos esperaron al silbatazo final del árbitro y se despidieron del torneo.
Cuando Sudáfrica cobró ventaja por 2-0 y México ya había recibido su gol contra Uruguay, la afición de los "bafana, bafana" soñó con la gesta, pero el tanto francés, marcado a mitad del segundo periodo, las desvaneció y el partido llegó a su conclusión con mucha menos intensidad.
La primera parte fue una cadena de despropósitos para el equipo francés, que recibió dos goles en sendas jugadas en las que sus defensores no estuvieron afortunados y vivió la expulsión de Gourcouff.
Lo cierto es que Sudáfrica había entrado en el partido con más intensidad y convicción, consciente de que el primer objetivo era dar una alegría a su gente con un triunfo y esperar, con los deberes, hechos al resultado del México-Uruguay.
Un cabezazo que apenas lo fue, pues Khumalo remató con el hombro, y la expulsión del mediocampista francés tras un codazo a Sibaya, todo en cuatro minutos, decantó el partido a favor del equipo local.
A partir de entonces, Francia se mostró agarrotada, sin capacidad de reacción y recibió en el tramo final del primer periodo un segundo tanto que se parecía lapidario y que llevó el partido al descanso con un marcador de 0-2 para los sudafricanos.
La segunda parte comenzó con un disparo al poste del sudafricano Mphela, que pudo suponer el 3-0, en una fase del encuentro en el que el dominio correspondió por completo al equipo local, que se aproximaba una y otra vez a la portería de Lloris, sin que los franceses tuvieran opción alguna de reducir diferencias.
Francia estaba a merced de su rival y, salvo un disparo de Ribery y otro de Henry, las llegadas al arco de Josephs eran muy esporádicas. Su trabajo no alcanzaba ni el cincuenta por ciento del que le correspondía a Lloris.
Sin embargo, en una acción de mucha calidad (aunque aislada) de Sagna y de Ribery, Malouda batió la valla local con el arco vacío. Era el primer gol de Francia en el Mundial tras 250 minutos de juego.
Ahí se desvanecieron casi todas las opciones de los "bafana, bafana" de alcanzar los octavos de final y Francia pasó a cobrar un cierto protagonismo en el partido a pesar de los muchos minutos que llevaba con un hombre menos sobre el césped.
El encuentro avanzó hacia su conclusión sin más historia. Ni Sudáfrica estaba en condiciones de golear, dado el resultado ajustado del México-Uruguay, ni Francia tenía argumentos para sumar su primer punto del Mundial. Ambos equipos esperaron al silbatazo final del árbitro y se despidieron del torneo.
comentarios de la pasion del deporte:
Con llegadas en ambos arcos Tras el descanso, Sudáfrica fue claro dominador. Pudo ampliar el marcador en una excelente habilitación de Thsabalala para Mphela, que mano a mano con el arquero Hugo Lloris, remató fuerte y estrelló la pelota en el travesaño.
El técnico Raymond Domenech hizo entrar a Thierry Henry en un último intento por enderezar el rumbo de la nave. Pero no fue suficiente ante los ordenados sudafricanos.
En uno de los avances franceses, Bakari Sagna combinó con Ribéry, que habilitó la entrada de Florent Malouda, quien definió suave con el arco vacío (2-1, 70’). Los europeos ponían así fin a 363 minutos de sequía goleadora en la Copa Mundial.
De ahí en más el pleito fue de ida y vuelta, con una Francia volcada de forma más decidida al ataque y una Sudáfrica que aprovechaba los espacios. Sin embargo, ninguno pudo comprometer seriamente a los porteros.
El final exhibió la impotencia de los locales por saber que la diferencia de gol no les alcanzaba pero con la satisfacción por su desempeño en la Copa Mundial. Francia, en cambio, fue toda desazón: con un empate, dos derrotas y sólo un gol anotado, estuvo muy lejos de aquel finalista de Alemania 2006.
El técnico Raymond Domenech hizo entrar a Thierry Henry en un último intento por enderezar el rumbo de la nave. Pero no fue suficiente ante los ordenados sudafricanos.
En uno de los avances franceses, Bakari Sagna combinó con Ribéry, que habilitó la entrada de Florent Malouda, quien definió suave con el arco vacío (2-1, 70’). Los europeos ponían así fin a 363 minutos de sequía goleadora en la Copa Mundial.
De ahí en más el pleito fue de ida y vuelta, con una Francia volcada de forma más decidida al ataque y una Sudáfrica que aprovechaba los espacios. Sin embargo, ninguno pudo comprometer seriamente a los porteros.
El final exhibió la impotencia de los locales por saber que la diferencia de gol no les alcanzaba pero con la satisfacción por su desempeño en la Copa Mundial. Francia, en cambio, fue toda desazón: con un empate, dos derrotas y sólo un gol anotado, estuvo muy lejos de aquel finalista de Alemania 2006.
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