La lógica se impuso, finalmente, en los grupos G y H. Brasil terminó como líder tras empatar sin goles con Portugal y el lunes se enfrentará a Chile en octavos. España venció al equipo de Marcelo Bielsa (2-1) y librará el martes con Portugal un duelo ibérico por una plaza en los cuartos.
España no había perdido ninguno de sus siete encuentros mundialistas con Chile (tenía seis triunfos y un empate) y el equipo de Marcelo Bielsa había cerrado, con su victoria sobre Honduras, un periodo de 48 años sin ganar en la Copa del Mundo. En Pretoria, las estadísticas hablaban en favor de La Roja española.
Jugando con fuerza y velocidad no exenta de dureza, Chile tuvo controlado el partido 23 minutos. Hasta que apareció David Villa, un "killer" de raza. El meta Claudio Bravo salió a despejar un balón por el que pugnaba Fernando Torres y, para su desgracia, el cuero cayó a los pies de Villa, que, con la zurda y sobre la marcha, marcó a puerta vacía desde 40 metros.
En el 37, una combinación de Andrés Iniesta con Torres y Villa terminó con un remate raso del propio Iniesta, que puso con suavidad el balón fuera del alcance de Bravo. Segundos después, la expulsión de Marco Estrada, por doble amarilla, dejó el encuentro muy decantado para España. Dos muestras aisladas de calidad habían marcado la diferencia.
Chile seguía clasificado, ahora como segundo, pero una victoria de Suiza sobre Honduras en Bloemfontain le dejaba fuera del Mundial.
En el 47 Gerard Piqué desvió un tiro de Rodrigo Millar y el balón se fue adentro ante la mirada impotente de Iker Casillas. El partido recobraba toda su emoción, pero el desgaste físico y la inferioridad numérica de los chilenos les impidió presentar más cerrada batalla.
Honduras, que luchaba por su primer triunfo en un Mundial, aguantó el empate a cero en Bloemfontain frente a una Suiza que necesitaba ganar para arrebatar a Chile la plaza de acceso a octavos pero que no supo aprovechar los "agujeros" que anunciaba el alemán Ottmar Hitzfeld, técnico del equipo helvético.
El grupo G llegaba a su desenlace a partir de las 16.00 horas con los partidos Portugal-Brasil, en Durban, y Corea del Norte-Costa de Marfil en Nelspruit.
Con Brasil clasificado, a la espera de puesto definitivo, y Corea del Norte eliminada, Costa de Marfil tenía una remota posibilidad de clasificarse: que el equipo de Dunga goleara a Portugal y ellos, a su vez, vencieran por amplia diferencia a los asiáticos.
Brasil, invicto en territorio sudafricano, y Portugal no se enfrentaban desde el 19 de noviembre de 2008, cuando la 'canarinha' derrotó por 6-2 al equipo luso en Gama. Desde entonces no ha vuelto a perder Portugal: 12 victorias y 6 empates.
No hubo goles en el primer tiempo, aunque Brasil llevó la batuta, movió el balón (61 por ciento de posesión) y llegó con más fluidez arriba. En Nelspruit, los marfileños Toure Yayá (m.14) y Ndric Romaric (20) abrieron brecha en el marcador pero los "Elefantes" necesitaban que Brasil le marcara al menos uno a Portugal y ellos golear por 8-0 a Corea del Norte. Su triunfo se quedó en 3-0.
Portugal pudo arrebatar a Brasil el liderazgo del grupo en el m.60, pero Raúl Meireles no confió en su pierna izquierda. Su remate con la derecha fue defectuoso y Julio Cesar pudo desviar su trayectoria y el partido concluyó sin goles. El árbitro no vio una mano de Lucio dentro del área que pudo dar un penalti a Portugal, que igualó su mejor racha sin perder (19).
España no había perdido ninguno de sus siete encuentros mundialistas con Chile (tenía seis triunfos y un empate) y el equipo de Marcelo Bielsa había cerrado, con su victoria sobre Honduras, un periodo de 48 años sin ganar en la Copa del Mundo. En Pretoria, las estadísticas hablaban en favor de La Roja española.
Jugando con fuerza y velocidad no exenta de dureza, Chile tuvo controlado el partido 23 minutos. Hasta que apareció David Villa, un "killer" de raza. El meta Claudio Bravo salió a despejar un balón por el que pugnaba Fernando Torres y, para su desgracia, el cuero cayó a los pies de Villa, que, con la zurda y sobre la marcha, marcó a puerta vacía desde 40 metros.
En el 37, una combinación de Andrés Iniesta con Torres y Villa terminó con un remate raso del propio Iniesta, que puso con suavidad el balón fuera del alcance de Bravo. Segundos después, la expulsión de Marco Estrada, por doble amarilla, dejó el encuentro muy decantado para España. Dos muestras aisladas de calidad habían marcado la diferencia.
Chile seguía clasificado, ahora como segundo, pero una victoria de Suiza sobre Honduras en Bloemfontain le dejaba fuera del Mundial.
En el 47 Gerard Piqué desvió un tiro de Rodrigo Millar y el balón se fue adentro ante la mirada impotente de Iker Casillas. El partido recobraba toda su emoción, pero el desgaste físico y la inferioridad numérica de los chilenos les impidió presentar más cerrada batalla.
Honduras, que luchaba por su primer triunfo en un Mundial, aguantó el empate a cero en Bloemfontain frente a una Suiza que necesitaba ganar para arrebatar a Chile la plaza de acceso a octavos pero que no supo aprovechar los "agujeros" que anunciaba el alemán Ottmar Hitzfeld, técnico del equipo helvético.
El grupo G llegaba a su desenlace a partir de las 16.00 horas con los partidos Portugal-Brasil, en Durban, y Corea del Norte-Costa de Marfil en Nelspruit.
Con Brasil clasificado, a la espera de puesto definitivo, y Corea del Norte eliminada, Costa de Marfil tenía una remota posibilidad de clasificarse: que el equipo de Dunga goleara a Portugal y ellos, a su vez, vencieran por amplia diferencia a los asiáticos.
Brasil, invicto en territorio sudafricano, y Portugal no se enfrentaban desde el 19 de noviembre de 2008, cuando la 'canarinha' derrotó por 6-2 al equipo luso en Gama. Desde entonces no ha vuelto a perder Portugal: 12 victorias y 6 empates.
No hubo goles en el primer tiempo, aunque Brasil llevó la batuta, movió el balón (61 por ciento de posesión) y llegó con más fluidez arriba. En Nelspruit, los marfileños Toure Yayá (m.14) y Ndric Romaric (20) abrieron brecha en el marcador pero los "Elefantes" necesitaban que Brasil le marcara al menos uno a Portugal y ellos golear por 8-0 a Corea del Norte. Su triunfo se quedó en 3-0.
Portugal pudo arrebatar a Brasil el liderazgo del grupo en el m.60, pero Raúl Meireles no confió en su pierna izquierda. Su remate con la derecha fue defectuoso y Julio Cesar pudo desviar su trayectoria y el partido concluyó sin goles. El árbitro no vio una mano de Lucio dentro del área que pudo dar un penalti a Portugal, que igualó su mejor racha sin perder (19).
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