PARIS - El entrenador de Francia, Raymond Domenech, trasladó la responsabilidad del motín protagonizado por los futbolistas franceses durante el Mundial de Sudáfrica a la prensa gala, que reveló un episodio de insultos del delantero Nicolas Anelka hacia el técnico.
Domenech -quien compareció a puerta cerrada ante una comisión parlamentaria junto al renunciante presidente de la Federación Francesa de Fútbol (FFF), Jean Pierre-Escalettes - aseguró que "la tapa de l'Équipe lo desencadenó todo", según escribió en su cuenta de Twitter el diputado de la gobernante UMP, Lionel Tardy.
En ella, el diario deportivo francés destapó que Anelka le había dicho al técnico "vete a tomar por el culo, sucio hijo de puta" durante el descanso del partido frente a México, que acabó con derrota francesa y que dejó casi sin opciones a los "bleus".
Durante su comparecencia, que se prolongó durante unas dos horas, el técnico fue preguntado sobre su negativa a darle la mano al entrenador de Sudáfrica, el brasileño Carlos Alberto Parreira, en el último partido de la competición.
Domenech respondió que su comportamiento fue en respuesta a unas declaraciones del brasileño tras la polémica jugada en el partido de repechaje frente a Irlanda, en el que una clara mano de Thierry Henry supuso el billete de Francia para Sudáfrica.
Por su parte, Escalettes aseguró ante la comisión parlamentaria, y siempre según relató Tardy, que nunca antes había visto una situación igual a la que vivió en el Mundial durante el motín de sus jugadores en los cincuenta años que lleva en el mundo del fútbol.
A la salida, los diputados manifestaron que esta comparecencia fue "un poco triste" y que no ayudó a esclarecer nada de lo ocurrido en Sudáfrica y reivindicaron su derecho a preguntar a Domenech y Escalettes porque, más allá de los resultados deportivos, fue la imagen internacional de Francia la que quedó deteriorada.
La audición se celebró a puerta cerrada y no ante la prensa después de que varios diputados de la Asamblea Nacional hubieran criticado lo que consideraban "comparecencias espectáculo", tras la alocución ayer ante sus señorías de la ministra de Deportes, Roselyne Bachelot.
Francia cayó eliminada en la fase de grupos del Mundial y protagonizó un bochornoso espectáculo extradeportivo con insultos y motines de los jugadores incluidos, que se negaron a entrenar después de la exclusión de Anelka.
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