Australia 2 - 1 Serbia
Las selecciones de Serbia y Australia concluyeron su participación mundialista con un duelo al que le sobraron ocasiones, aunque los goles se hicieron esperar.
NELSPRUIT -- Dependía de sí misma para pasar, pero acabó pagando su falta de acierto en la primera mitad. Serbia cayó inesperadamente ante Australia (2-1) y ni una ni otra selección estarán en los octavos de final del Mundial. Alemania y Ghana, los otros dos equipos del grupo, pasan a la siguiente fase.
Por lo menos, los 'aussies' se marchan de Sudáfrica con un último triunfo que les deja buen sabor de boca, como lo demuestra el hecho de que al final del partido los jugadores se animaran a dar la vuelta al estadio para agradecer el apoyo de los miles de aficionados 'socceros' que han acompañado al equipo en su tercera aventura mundialista.
Los balcánicos, en cambio, se marcharon nada más acabar el partido, con el semblante serio y una extraña sensación de no saber exactamente lo que ha fallado para no avanzar hacia las eliminatorias.
Es Serbia un equipo que funciona bajo criterios de estricta eficiencia. Tantea al rival, acomoda sus líneas, parece que le cuesta adaptarse al ritmo y la intensidad del partido y, cuando te quieres dar cuenta, te obliga a recular con un par de contras de ejecución vertiginosa. No realiza esfuerzos innecesarios, sino sólo los precisos, y eso le permite dosificarse durante todo el encuentro.
Australia, en cambio, le ocurre justo lo contrario y el resultado siempre es un fútbol vehemente, combativo, voluntarioso, de muchos despliegue físico, pero escasamente efectivo.
El partido se presentaba, por tanto, como un choque de dos estilos, en el que la selección de Pim Verbeek, la única del Grupo D que no dependía de sí misma para clasificarse, debía arriesgar más con el suyo que Serbia, feliz, extremadamente cómoda cuando además encuentra espacios para jugar a la contra.
Tras unos minutos de dominio inicial de los 'socceroos', el combinado que dirige Radomir Antic encontró una mina, un filón por el flanco derecho del combinado australiano, donde Carney y Neill sufrían demasiado.
Desde esa banda, Krasic protagonizó un par de acciones que pusieron a prueba los reflejos de Schwarzer, desde ahí también llegaría un remate de Ivanovic, otro de Kuzmanivic y los centros que buscaban al siempre peligroso Zigic.
Mientras tanto, Australia intentaba no perder la compostura. Con su fútbol de largo recorrido, le iba ganado algunos metros al partido, pero no lograba acercarse con peligro a la portería defendida por Stojkovic. Un cabezazo que Cahill cruzó demasiado fue los más destacado de los 'aussies' durante todo el primer tiempo.
Pero todo cambió tras la reanudación. Australia adelantó sus líneas, presionó más arriba y se fue en busca del milagro de la clasificación. Primero fue Culina quien avisó en un disparo cruzado y, poco después, lo haría Bresciano con dos remates lejanos que obligaron a intervenir por fin a Stojkovic.
Pero fue Cahill, el alma de este equipo, quien cabeceó a gol un balón colgado al área desde el punto de penalti a los 69 minutos. Cuatro minutos después, Holman haría el segundo con un tirazo desde la frontal.
Apenas faltaba un cuarto de hora y Serbia, que había dominado la mayor parte del choque, que había gozado de las mejores ocasiones, que había desplegado un fútbol más atractivo, estaba claramente por debajo en el marcador.
En un arrebato de fe, los balcánicos pusieron cerco a la portería defendida por Schwarzer, llegaron con peligro, les anularon un gol por fuera de juego, no les señalaron un penalti por unas manos dentro del área e incluso tuvieron opciones de darle la vuelta al partido.
Pantelic, que sustituyó a Zigic mediada la segunda parte, recortó distancias a seis minutos para el final, cuando el partido se había convertido en un inesperado correcalles por la falta de pericia australiana para dormirlo nada más hacer el segundo.
El propio Pantelic pudo empatar, pero Culina también pudo hacer el tercero. Al final, el marcador ya no se movió más. Alemania había vencido por la mínima a Ghana. Ni a australianos ni a serbios les servía el resultado final, aunque los primeros lo celebraron como si hubieran ganado el Mundial.
Tim CAHILL
Delantero
ha sido elegidoJUGADOR DEL PARTIDO
Por lo menos, los 'aussies' se marchan de Sudáfrica con un último triunfo que les deja buen sabor de boca, como lo demuestra el hecho de que al final del partido los jugadores se animaran a dar la vuelta al estadio para agradecer el apoyo de los miles de aficionados 'socceros' que han acompañado al equipo en su tercera aventura mundialista.
Los balcánicos, en cambio, se marcharon nada más acabar el partido, con el semblante serio y una extraña sensación de no saber exactamente lo que ha fallado para no avanzar hacia las eliminatorias.
Es Serbia un equipo que funciona bajo criterios de estricta eficiencia. Tantea al rival, acomoda sus líneas, parece que le cuesta adaptarse al ritmo y la intensidad del partido y, cuando te quieres dar cuenta, te obliga a recular con un par de contras de ejecución vertiginosa. No realiza esfuerzos innecesarios, sino sólo los precisos, y eso le permite dosificarse durante todo el encuentro.
Australia, en cambio, le ocurre justo lo contrario y el resultado siempre es un fútbol vehemente, combativo, voluntarioso, de muchos despliegue físico, pero escasamente efectivo.
El partido se presentaba, por tanto, como un choque de dos estilos, en el que la selección de Pim Verbeek, la única del Grupo D que no dependía de sí misma para clasificarse, debía arriesgar más con el suyo que Serbia, feliz, extremadamente cómoda cuando además encuentra espacios para jugar a la contra.
Tras unos minutos de dominio inicial de los 'socceroos', el combinado que dirige Radomir Antic encontró una mina, un filón por el flanco derecho del combinado australiano, donde Carney y Neill sufrían demasiado.
Desde esa banda, Krasic protagonizó un par de acciones que pusieron a prueba los reflejos de Schwarzer, desde ahí también llegaría un remate de Ivanovic, otro de Kuzmanivic y los centros que buscaban al siempre peligroso Zigic.
Mientras tanto, Australia intentaba no perder la compostura. Con su fútbol de largo recorrido, le iba ganado algunos metros al partido, pero no lograba acercarse con peligro a la portería defendida por Stojkovic. Un cabezazo que Cahill cruzó demasiado fue los más destacado de los 'aussies' durante todo el primer tiempo.
Pero todo cambió tras la reanudación. Australia adelantó sus líneas, presionó más arriba y se fue en busca del milagro de la clasificación. Primero fue Culina quien avisó en un disparo cruzado y, poco después, lo haría Bresciano con dos remates lejanos que obligaron a intervenir por fin a Stojkovic.
Pero fue Cahill, el alma de este equipo, quien cabeceó a gol un balón colgado al área desde el punto de penalti a los 69 minutos. Cuatro minutos después, Holman haría el segundo con un tirazo desde la frontal.
Apenas faltaba un cuarto de hora y Serbia, que había dominado la mayor parte del choque, que había gozado de las mejores ocasiones, que había desplegado un fútbol más atractivo, estaba claramente por debajo en el marcador.
En un arrebato de fe, los balcánicos pusieron cerco a la portería defendida por Schwarzer, llegaron con peligro, les anularon un gol por fuera de juego, no les señalaron un penalti por unas manos dentro del área e incluso tuvieron opciones de darle la vuelta al partido.
Pantelic, que sustituyó a Zigic mediada la segunda parte, recortó distancias a seis minutos para el final, cuando el partido se había convertido en un inesperado correcalles por la falta de pericia australiana para dormirlo nada más hacer el segundo.
El propio Pantelic pudo empatar, pero Culina también pudo hacer el tercero. Al final, el marcador ya no se movió más. Alemania había vencido por la mínima a Ghana. Ni a australianos ni a serbios les servía el resultado final, aunque los primeros lo celebraron como si hubieran ganado el Mundial.
Tim CAHILL
Delantero
ha sido elegidoJUGADOR DEL PARTIDO
comentarios de la pasion del deporte:
Errores penalizadosZigic tuvo una clara ocasión dentro del área australiana en el minuto 53, cuando controló un balón que luego mandó alto por muy poco. Los balcánicos seguían creando ocasiones de gol, pero no atinaban a colar el balón en las mallas rivales. Los australianos, por su parte, las tuvieron contadas, pero las supieron aprovechar mejor.
Así llegó el primer gol australiano: en una jugada aislada. Tim Cahill mandó un testarazo al fondo de la meta de Vladimir Stojkivic (1-0, 69’). Un potente disparo de Brett Holman desde fuera del área fue el segundo de la noche. El arquero serbio no llegó a atajar el derechazo (2-0, 73’).
Serbia recortó distancias por medio de Marko Pantelic, al aprovechar un rechace de Schwarzer (2-1, 84’). Además dispuso de otras tantas ocasiones de hacer el tanto del empate, que le habría supuesto la clasificación para octavos, pero anduvieron carentes de tino los de Antic.
Con este marcador y el resultado del otro encuentro (victoria por 1-0 de Alemania sobre Ghana), tanto Australia como Serbia quedan apeadas del torneo.
Así llegó el primer gol australiano: en una jugada aislada. Tim Cahill mandó un testarazo al fondo de la meta de Vladimir Stojkivic (1-0, 69’). Un potente disparo de Brett Holman desde fuera del área fue el segundo de la noche. El arquero serbio no llegó a atajar el derechazo (2-0, 73’).
Serbia recortó distancias por medio de Marko Pantelic, al aprovechar un rechace de Schwarzer (2-1, 84’). Además dispuso de otras tantas ocasiones de hacer el tanto del empate, que le habría supuesto la clasificación para octavos, pero anduvieron carentes de tino los de Antic.
Con este marcador y el resultado del otro encuentro (victoria por 1-0 de Alemania sobre Ghana), tanto Australia como Serbia quedan apeadas del torneo.
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