Miguel Cotto quiere revivir su carrera y según Bernardo Pilatti, Yuri Foreman es el rival adecuado.
Miguel Angel Cotto sube a las 154 libras para retar al flamante monarca de la Asociación Mundial de Boxeo, y futuro Rabino Yuri Foreman, en un combate que parece hecho a la medida para un ex campeón que desea renacer de sus cenizas.Foreman está invcicto pero apenas noqueó a ocho de sus 27 rivales. Es grande, pero parece no cargar pólvora en sus puños. Por ello, para los que desean ser campeones sin mucho esfuerzo, es el rival adecuado. Un auténtico campeón escalera. Yo no se si el equipo de Cotto lo eligió por esa razón, pero confieso que me resulta sospechoso. Como dato interesante sobre mi sospecha, está el antecedente de que en diciembre fue el equipo de Manny Pacquiao el que anunció que el filipino buscaría su octava corona en las 154 libras precisamente contra Foreman. Pero, si la intención es recuperar a un gran campeón luego de una derrota tan humillante como la cosechada ante Pacquiao, la estrategia es la correcta... aunque no nos guste reconocerlo.
Lo que si entendemos que puede ser un error, es comer el pez antes de pescarlo. Foreman será un rival complicado para Cotto. Es muy bueno técnicamente, es escurridizo, difícil de conectar con un estilo que no gusta, pero suma puntos y atomiza a sus rivales. No le teme al intercambio, soporta el castigo, es disciplinado y cuidado a los que suponen que no es capaz de noquear a sus rivales. Cuando conquistó su corona, en su última pelea, al boricua Daniel Santos lo mandó a la lona en dos ocasiones.
Cotto ha cambiado de entrenador, después de su tozuda insistencia con el ahora asistente Joe Santiago. A su esquina llevó el prestigio de Emanuel Steward. El nuevo estratega ha dicho que cambió el estilo del boricua, especialmente ha mejorado la velocidad de sus manos "para que pueda tirar combinaciones de golpes de manera equilibrada". Esa será una de las expectativas del combate que, en lo previo, promete ser aburrido, debido al estilo de Foreman. ¿Veremos un nuevo Cotto? Yo no me atrevo a vaticinarlo.
El boricua viene de perder a su padre, algo que puede jugar su papel en la concentración y el ánimo. Antes de ello, las derrotas ante Antonio Margarito y Pacquiao dejaron secuelas graves. Tan graves que es difícil imaginar que ya las haya superado. Todos sabemos que su carrera hasta hoy ha estado rodando por la pendiente del declive inevitable. Mudar de estilo, vencer a Foreman y regresar con el brazo en alto a San Juan se supone que le dará un segundo aire. Pero, por lo dicho deberá vencer muchos desafíos este sábado en el Yankee Stadium y el principal parece ser vencerse a si mismo.
Cotto ha demostrado a lo largo de su carrera ser poco amigo de escuchar consejos de los entrenadores. Le ha gustado manejar su carrera dentro y fuera del cuadrilátero, por eso terminó colmo terminó con su tío Evangelista Cotto. ¿Habrá cambiado lo suficiente para aceptar sumisamente los cambios que aparentemente introdujo Steward en su estilo? El sábado lo sabremos.
De todas maneras, a su favor tendrá a la leal comunidad boricua de Nueva York que lo aclamará como siempre. También tendrá en su esquina a uno de los mejores entrenadores del mundo y por si fuera poco, tendrá delante de sí la última oportunidad de recuperar la gloria perdida. Por eso lo del título, para Cotto no hay elección posible. Y esa, tal vez, sea la única bala con que cuente el sábado para vencer al Rabino Foreman.
No hay comentarios:
Publicar un comentario