domingo, 16 de noviembre de 2008

Sampdoria 3 - 2 Lecce

Sufrimiento innecesario.

Sampdoria, luego de una primera etapa dominada, se relajó demasiado y debió sufrir el retorno de Lecce.

Goles
Sampdoria
Lecce
Gennaro Delvecchio (11)
Simone Tiribocchi (55)
Antonio Cassano (14)
Simone Tiribocchi (82)
Marius Stankevicius (61)

- Sampdoria jugó un primer tiempo muy lindo, dominó a sus anchas y se fue al descanso con la doble ventaja firmada por Gennaro Delvecchio y Antonio Cassano. El match parecía resuelto pero Lecce, que ya demostró ante Milan ser un equipo que no se rinde nunca, acortó las distancias con Simone Tiribocchi y volvió a acercarse con el mismo delantero, luego del gol de Marius Stankevicius.
En suma, la final fue 3 a 2, con un sufrimiento del local realmente innecesario, producto de una actitud demasiado relajada a la vuelta del descanso. De cualquier manera Sampdoria, que tiene un partido menos que el resto, ahora suma 13 puntos, comparte con Siena y Cagliari la doceava posición y superó a su vencido, que con 12 unidades ocupa la quinceava plaza.
Decíamos de una primera etapa dominada por el local: en efecto, Cassano estaba en una tarde de aquellas y, además, encontró un excelente socio en Padalino, quien se movía muy bien en la posición de alero derecho. Así llegó el primero: Cassano abrió para el rubio volante, que metió el centro al punto del penal donde Delvecchio, solito, cabeceó sin problemas al gol.
También el segundo tomó origen de una jugada por derecha, pero en este caso la definición fue realmente espectacular: Cassano recibió la descarga y corrió en diagonal hacia el medio pero, a unos 30 metros del arco, dejó salir un suave zurdazo por arriba del arquero, absolutamente inatajable y realmente muy bonito.
En el complemento, Lecce mostró mucho coraje, porque pasó a la defena a tres con el ingreso de Caserta y se adelantó en la cancha. Luego de un lindo remate de Zanchetta, el premio llegó a los 10 minutos: Cacia metió el centro desde la derecha para el certero cabezazo de Tiribocchi.
Sampdoria, en ese momento, tuvo mucha suerte, porque pareció sentir el golpe pero encontró un gol realmente afortunado: llegó un centro sin pretensiones desde la izquierda y Stankevicius, casi al borde del área, cabeceó con una trayectoria muy rara, que pasó por arriba del arquero y se coló al segundo palo: si hubiera sido voluntario, sin duda habría sido el gol de la jornada.
Ni eso alcanzó para doblegar a Lecce, quien se lanzó hacia adelante y volvió a acortar distancias: esta vez Tiribocchi "paró" con la cara el remate de un compañero, pero la pelota le quedó ahí no más y el delantero la mandó a guardar con un derechazo potente. Los últimos diez minutos, entonces, fueron de gran sufrimiento para el local, que tuvo que defender con uñas y dientes un triunfo que, pocos minutos antes, parecía asegurado.

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