El más frío de los empates.
Zenit careció de profundidad en su casa ante Juventus, por la Champions, y no pasó del 0-0. Los visitantes tuvieron las mejores chances, pero no las aprovecharon. Los rusos tienen un pie afuera.
-- El Zenit San Petersburgo no pudo pasar este martes del empate sin goles ante una ordenada Juventus, resultado que le deja a expensas del Real Madrid, que con un triunfo esta noche en Minsk ante el BATE Borisov accedería a la segunda ronda de la UEFA Champions League junto al equipo turinés.
Como ocurriera en los anteriores partidos de Champions disputados por el Zenit en casa, los rusos únicamente pusieron contra las cuerdas a su rival en la última media hora de partido.
En la primera parte, el Zenit entregó el juego y la Juventus las ocasiones.
El central sueco Mellberg dispuso de la primera gran ocasión al rematar a los 10 minutos al poste un córner lanzado desde la izquierda por Camoranesi .
En esos momentos, era evidente que el equipo de la antigua capital zarista volvía a caer en el mismo error de las últimas semanas: la falta de frescura y profundidad.
Mientras, la Juventus asustaba en cada uno de sus contraataques, como una gran jugada del checo Nevdev, que fue rematada al poste por Iaquinta, a los 20 minutos.
Los rusos únicamente amenazaban la portería defendida por el austríaco Manninger, nervioso toda la noche, con disparos desde fuera del área.
De hecho, la ocasión más clara del Zenit fue el gol anulado al checo Sirl, que remató en posición reglamentaria, al final de la primera parte.
En la segunda etapa, la tónica apenas cambió y la Juventus dispuso de varias ocasiones claras para inaugurar el marcador en botas de Del Piero, que no pudo repetir su magnífica actuación de hace dos semanas en Madrid, aunque lo intentó insistentemente.
En la primera, a los cinco minutos de la reanudación, el potente disparo con la zurda del genio italiano fue despejado con muchos apuros por Malaféev.
Diez minutos después, Del Piero remató en el área pequeña un preciso centro de su compañero Iaquinta, pero el balón salió fuera por muy poco.
Como ocurriera contra el Real Madrid, el Zenit despertó en la última media hora, en gran medida gracias a la mayor participación en el juego de Danny.
En la mejor jugada de su equipo, a los 65 minutos, el portugués encaró en solitario al portero de la Juventus, pero amagó en exceso y el defensa despejó su disparo.
Casi sin tiempo para el respiro, Pogrebnyak sacó un durísimo disparo desde unos treinta metros, pero el balón fue escupido por el poste.
Danny volvió a tener el gol en sus botas en el minuto 82, pero su disparo con el exterior desde un vértice del área pequeña salió lamiendo el poste derecho de la portería de la Vecchia Signora.
Como curiosidad, Arshavin, que ha expresado su deseo de cambiar de aires, podría haber disputado su último partido oficial en San Petersburgo con la camiseta de su equipo de toda la vida.
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