Otra vez de penal.
Con un remate de los once pasos del brasileño Kaká, Milan venció a Chievo y está segundo a un punto.
Goles
AC Milan
Kaká (pen 15)
- Más allá de las discusiones su fue o no penal, no deja de ser llamativo que, por cuarta vez consecutiva, Milan pudo destrabar el partido como local gracias a un remate de los once pasos. El autor del gol fue el brasileño Kaká y, con ese tanto, el local le ganó 1-0 a Chievo.
Triunfo muy importante, porque le permite a Milan sumar 26 puntos y ubicarse en una solitaria segunda posición, a tan sólo una unidad del primero de la clase, Inter. Chievo, por su parte, sigue con 6 puntos y quedó colero, superado también por Reggina.
Que quede claro: el triunfo de Milan fue merecido, máxime porque, luego de esa falta dudosa (mejor dicho: la falta existió pero fue afuera de área, claramente), hubo por lo menos dos penales más, ambos muy evidentes, contra Ronaldinho e Inzaghi, que el referí no se animó a conceder.
Más allá del referí, Milan dominó, creó muchas ocasiones y sufrió realmente poco en defensa, donde la pareja central de zurdos, formada por Favalli y Kaladze, lució bastante segura y solvente, también porque Bonera se quedaba a menudo para ayudar a los compañeros, mientras que por el otro costado Jankulovski tenía más libertad para subir.
Sin embargo, por otro aspecto tenemos que hablar de un retroceso del equipo rossonero, porque se volvió al juego edonista y poco concreto que es su máximo defecto desde que Ancelotti está al frente del equipo. Entre Seedorf, sin dudas el mejor en la cancha, Ronaldinho y Kaká armaron jugadas muy lindas y seguramente el público se divirtió, pero haría falta más contundencia a la hora de mandarla a guardar.
Muy escueta la crónica: Milan dominó a lo largo de los 90 minutos, porque Chievo no cambió su actitud de defenderse con diez y buscar la velocidad de Pellissier para el contragolpe ni siquiera cuando quedó abajo en el marcador.
La ventaja llegó sobre el cuarto de hora: Dinho metió el balón en profundidad y Bentivoglio lo bajó de atrás a Kaká, quien iba a bsucar el pase, si bien la falta, como quedó dicho, fue afuera. El mismo brasileño definió con un remate central y potente.
En el complemento, Ronaldinho tuvo al comienzo una buena ocasión, salvada por Sorrentino, mientras que sobre el cuarto de hora Abbiati tuvo que cumplir la única atajada de la tarde, desviando al córner un remate desde unos 30 metros de Bentivoglio. En el final, el local desperdició ocasiones con Pato, Seedorf y dos veces Jankulovski, la primera de tiro libre (milagro de Sorrentino) y la segunda sobre la hora, casi más difícil de errar que de hacer.
En suma, un triunfo valioso pero un Milan que aún no convence desde el punto de vista del juego, aún cuando en este caso haya que recoradr que, a las ausencias de Pirlo, Nesta y Maldinil, a última hora se sumaron las de Borriello, Ambrosini y Antonini. Por el lado del Chievo, será muy difícil salvarse jugando de manera tan amarrete aún estando en desventaja.
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