domingo, 16 de noviembre de 2008

Udinese 0 - 1 Reggina

Udinese no corre más.

El equipo friulano cayó como local ante el colero del torneo, Reggina, y suma tres encuentros sin victorias.

Goles
Udinese
Reggina
Franco Brienza (60)

- Luego del triunfo en casa de Catania y del empate como local ante Genoa, Udinese parece haber apagado la luz: a caso por la lesión de Antonio Di Natale, el líder natural del equipo, pero el hecho es que luego llegaron dos derrotas, ante Inter y ahora, mucho más grave, como local ante Reggina, el que era colero del torneo.
Reggina ganó gracias a un golazo de Francesco Brienza, pero lo hizo porque supo explotar el mal momento del rival: jugó agazapada, con un prudente 4-4-2 en el que los que normalmente son la pareja de enganches, Brienza y Cozza, en este caso formaban la dupla ofensiva. Udinese no hizo cambios, más allá del obligado de Floro Flores por Di Natale, y quizá eso tuvo algo que ver con la derrota.
Claro que la campaña de los friulanos sigue siendo sobresaliente: con 21 puntos, comparten la sexta posición con Catania, otra revelación del campeonato. Reggina, por su parte, ya no es más el colero: suma 8 puntos y comparte con Bologna y Roma (los giallorossi con dos partidos menos) la anteúltima plaza.
En la primera etapa, jugada con ritmo lento y muchos errores, casi no hubo ocasiones. Las mejores fueron de la visita, un tiro libre en comba de Brienza que salió rozando el horizontal y un mano a mano que Barilla desperdició ante Handanovic. Por el lado de Udinese, apenas un remate de tiro libre de Pepe, que Campagnolo desvió al córner.
En la segunda etapa, al comienzo, ingresó Sánchez por Pepe, pero el chileno no tuvo ni chance de lucirse, puesto que enseguida llegó la ventaja visitante: Cozza metió un centro abombado y Brienza lo empalmó de media vuelta, de zurda, un remate mordido pero muy cruzado, que lo dejó sin chances a Handanovic.
Udinese trató de reaccionar, pero más con furia que con razonamiento: cuando el oxígeno escasea, la cabeza manda pero las piernas no ejecutan y, además, Reggina fue muy hábil para ensuciar el trámite con faltas, protestas y hasta actitudes antideportivas, como acusar lesiones inexistentes. El juego se puso nervioso y el referí, que cortó a cada rato, empeoró las cosas, puesto que Udinese, sin continuidad, no logró crear peligros reales: apenas un cabezazo desviado de Floro Flores y un golpe de taco de Quagliarella, ambos sin suerte.
En suma, Udinese paga el esfuerzo físico de dos meses jugados a toda velocidad pero siempre con los mismos hombres, y por encima con la ausencia de su mejor valor. Reggina, que no ganaba afuera desde mayo pasado y que hasta ahora no había sumado ni un punto lejos de su cancha, consigue una victoria de oro, arruinada sin embargo por algunas actitudes poco deportivas.

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