Un poco de oxígeno.
n el duelo de últimos, Athletic Bilbao venció 2-0 a Osasuna y logró despegarse de la zona baja de la tabla..
thletic Bilbao
Joseba Garmendia (15)
Fernando Llorente (89)
-- Un pletórico Fernando Llorente, que celebró de la mejor manera posible su reciente llamada de Vicente del Bosque, volvió a aliviar al atribulado Athletic Club y, de paso, hundió a Osasuna en un choque de colistas en el que el conjunto rojiblanco salió vivo.
El atacante nacido en Pamplona provocó, primero, el gol con el que Joseba Garmendia abrió el marcador con un jugada en la que se fue de dos rivales, y, segundo, cerró un partido que tenía de los nervios a su equipo con un tanto tranquilizador al filo del tiempo reglamentario.
La del domingo ha sido una más de esas demostraciones que está ofreciendo el rubio delantero en los últimos tiempos, en los que está siendo como maná para un Athletic al que no se le adivinaría solución posible sin la presencia del ya decididamente sucesor de Ismael Urzaiz.
Aún así, no le da todavía al Athletic para salir de los puestos de descenso, aunque sí para poner tierra de por medio sobre una posición, la de colista, que le ha amenazado en las últimas jornadas.
En ella, no obstante, Osasuna parece un inquilino sólido, ya que ni asegura demasiada solidez defensiva ni hace daño en ataque. El equipo ahora de José Antonio Camacho ya tuvo suerte con salir con vida de un primer tiempo en el que fue arrollado por su rival y, posteriormente, fue incapaz de batir a un inseguro Iraizoz cuando a su rival casi le ahogaba el cuello de camisa.
De salida, Caparrós dejó a Yeste por segundo partido liguero consecutivo en el banquillo y optó por Garmendia como acompañante de Llorente. Camacho, por su parte, prefirió al iraní Masoud, en detrimento de Ezquerro, para jugar por detrás de Pandiani.
Se vio nada más empezar la trascendencia que tenía el partido y la disposición del Athletic por sumar tres puntos ya más que vitales para sus intereses. Y con ese objetivo, como ya viene siendo habitual últimamente, tiró de Fernando Llorente, en un estado de forma tal que hasta Vicente del Bosque se ha decidido a llamarle.
El espigado atacante dejó claro que la convocatoria internacional no le ha supuesto ninguna distracción y volvió a ser un tormento para sus rivales, que en la primera parte no le pudieron parar. Cada balón aéreo sobre la inmediaciones del área visitante era un incendio ante Roberto y solo la falta de temple local en el último pase impidió un río de oportunidades sobre el arco de Osasuna.
Aún así llegaban con regularidad, fundamentalmente a través de las botas de Garmendia, que aprovechó la que tuvo al filo del cuarto de hora. El bilbaíno resolvió tras otra buena jugada de su compañero de ataque, que se fue de dos rivales antes de rematar sobre el cuerpo del arquero visitante.
A partir de ahí el choque es escoró claramente a favor del Athletic, que permitió llegar vivo al descanso a un Osasuna que por momentos pareció noqueado.
Parecieron cambiar las cosas en la continuación, en la que los rojillos contaron dos buenas ocasiones, de Vadocz y Pandiani, pero lo que ocurrió fue que el partido se hizo de ida y vuelta.
En ese nueva la dinámica, Cruchaga estuvo a punto de marcar en contra tras n un despeje y Vadocz, con más presencia en la segunda mitad, de conseguir el empate con un buen remate de cabeza.
Con la llegada del tramo final llegó el miedo a ambos equipos. El Athletic, a perder parte del valioso botín obtenido; Osasuna, a conseguir un gol que mascó durante minutos en La Catedral, pero que volvió a demostrar que es poco menos que incapaz.
En esas, Llorente aprovechó el enésimo que ganó a los centrales al borde del área pequeña, curiosamente en esa ocasión a ras de césped y revolviéndose tan rápido que sorprendió a Roberto.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario