Los merengues visitan en Camp Nou con la necesidad de ganar y volver a engancharse a la Liga
MADRID.- 39 días antes del primer clásico liguero, el Real Madrid ganó el pulso inicial al Barcelona. La Supercopa, título que prologa cada campaña, se fue a las vitrinas del Santiago Bernabéu y auguró una lucha muy abierta por la liga que parece ahora desmentida por los ocho puntos que separan a ambos equipos.
La victoria en el partido de vuelta (29 de agosto) en el coliseo madrileño (2-1), después de que el Barça no sentenciara seis días antes en la ida (3-2), hizo pensar en una reacción positiva que el madridismo aún sigue esperando tras el desconcertante inicio que ha tenido su equipo, si bien en los últimos partidos ha cogido impulso.
La Supercopa se resolvió después de dos primeras jornadas de Liga, en las que el saldo de unos y otros fue muy distinto.
Los de Tito Vilanova llegaban al Bernabéu después de un 5-1 sobre la Real Sociedad y un 1-2 en Pamplona. Por contra el empate (1-1) ante el Valencia en casa y la derrota (2-1) en Getafe presagiaban lo peor para el Real Madrid.
Pero los pronósticos se rompen a veces y tres días después de perder en Getafe los de Mourinho avasallaron al Barça. Los goles en la primera parte de Higuaín y Cristiano -que no ha fallado en los últimos cinco clásicos- fueron suficientes para demostrar que seguía en pie el desafío a la hegemonía azulgrana de los últimos años.
En un escenario de paz lejos del que dejaron tras la Superocopa 2011, Vilanova y Mourinho, desafortunados protagonistas entonces, mostraron su lado más caballeroso y el papel conciliador que Iker Casillas y Xavi Hernández tuvieron tras rivalidades anteriores les hizo merecedores días después del Premio Príncipe de Asturias de los Deportes.
Desde la Supercopa hasta el próximo domingo habrán pasado 39 días. Una cuarentena en la que ambos han jugado seis partidos oficiales que han permitido a los culés, con pleno de victorias, aumentar todavía ligeramente su ventaja ante el Madrid (5 triunfos y una derrota).
En lo que va de campaña, el Barça ha ganado a Valencia (1-0), Getafe (1-4) y Sevilla (2-3), equipos con los que el Real Madrid sólo ha podido sumar un punto, al empatar con el Valencia (1-1) y perder en Getafe (2-1) y en el Sánchez Pizjuán (1-0).
Los de Vilanova, que tampoco han fallado en "Champions" ante el Spartak de Moscú y el Benfica, también han ganado al Granada (2-0) y lideran la Liga con 8 puntos sobre el Real Madrid, que lleva pleno de victorias en Europa (Manchester City y Ajax) y ha solventado bien sus dos últimos partidos de Liga (Rayo y Deportivo).
Resultados aparte, los vestuarios de unos y otros tampoco comparten ambiente. El Real Madrid ha mostrado síntomas de fractura entre jugadores y entrenador las últimas semanas. La suplencia del segundo capitán Sergio Ramos y las críticas del técnico a Mesut Özil, reemplazado por Kaká en el once inicial el pasado miércoles, han llenado titulares que el Barça ha ocupado por causas distintas.
Solventado el presunto "problema" de la suplencia de Cesc Fábregas en los dos partidos de la Supercopa y preocupados por la nueva lesión en el codo del capitán Carlos Puyol, la tercera de esta temporada, el Barça espera dar un gustazo a su público en el tercer clásico en 40 días y abrir una brecha que puede ser decisiva tras solo siete jornadas de Liga.
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