El Barça asalta el Bernabéu y la Liga
MADRID -- El Barcelona prolongó su hegemonía con una exhibición de Xavi y Leo Messi, para vencer por prim
era vez en la historia en dos ocasiones seguidas en el Santiago Bernabéu (0-2), recuperar el liderato y acariciar el título gracias a un modelo de juego ante el fútbol a impulsos que sentencia a Manuel Pellegrini.
El mundo sigue en manos del Barcelona. Camina firme para repetir la exhibición de títulos. Su temporada adquirió una nueva dimensión en el Bernabéu. Asestando un golpe demoledor sobre su eterno rival, para dejar al borde del precipicio el proyecto multimillonario de Florentino Pérez. Un modelo de juego puede a un conjunto de estrellas.
El Real Madrid ha fallado en los momentos decisivos de la temporada. Tras Alcorcón, en la Copa del Rey, y Lyon, en la Liga de Campeones, volvió a sucumbir frente al Barcelona. Con Kaká en la grada. Un año de lucha en Liga la tiró por tierra en un encuentro que acabó impotente ante la superioridad de su gran rival.
El partido del año dejaba duelos individuales atractivos en cada demarcación. Por encima de todos el de los mejores jugadores del mundo. Leo Messi contra Cristiano Ronaldo. La magia del argentino contra la ansiedad del portugués. La paciencia por encontrar su momento y encontrar el premio, ante la búsqueda desesperada de méritos para arrebatar protagonismo.
La presión
mató al fútbol de inicio. Nació el partido con cambio en el liderato. El empate inicial devolvía al Barcelona al trono liguero. Incómodo sobre el césped, su cara se desfiguró por momentos. Hasta el punto de ver a Xavi Hernández mandar un pase a la grada. O a Piqué lanzar balonazos arriba ante la falta de construcción. El Real Madrid conseguía el objetivo de incomodar a su rival, pero mostró sus carencias cuando debía generar fútbol.
Emuló Pep Guardiola a Johan Cruyff. Inventó algo nuevo en el Santiago Bernabéu. Tras pasar al centro a Messi en el histórico 2-6 de la pasada campaña, en esta ocasión la sorpresa llegó con Dani Álves. El brasileño abandonó el lateral para jugar como tercer atacante, de extremo derecho. Recordando a Roberto Carlos, cuando a un jugador de largo recorrido le quitan la capacidad de sorpresa. Siempre con el aliento de Arbeloa en su nuca.
La suplencia de Andrés Iniesta restaba 'jugones' en el centro del campo azulgrana. Xavi, escoltado por Busquets y Keita, esperaba su momento. La mejor forma de evitar el sufrimiento par
a el Real Madrid era tener el balón, pero cuando lo tenía estaba incómodo. Sin ideas. Pendientes de la pelea contra el mundo de Cristiano. Acelerado. Sin medir sus ganas de demostrar que es el mejor.
Convertido el duelo de grandes jugadores en una lucha sin tregua. Sin brillo y mucha pelea. Los errores en la salida de balón marcaban el paso de los minutos. El Barcelona se iba deshaciendo de la presión. Adelantando metros sin encontrar profundidad. Los centros de Álves añoraban los centímetros de Ibrahimovic. Iker Casillas y Víctor Valdés eran espectadores de lujo.
Aparecía la polémica que siempre acompaña a un clásico con los penaltis que pidieron Messi y Cristiano. Con la petición de Xavi de la expulsión de Xabi Alonso, que pudo ver la segunda amarilla por una mano en la barrera en el lanzamiento de una falta. Mejuto enfadó a Xavi y Messi. Rápido se tomaron venganza.
Un intento de Álves, a balón parado, a las nubes (min.16). Otro de Xabi Alonso desviado (min.22) era el único balance ofensivo de los dos equipos. Las defensas se imponían a los ataques. Las malas lecturas del ataque blanco marcaban el partido. El contragolpe comenzaba a ser su mejor arma. El riesgo era grande. El balón ya era del Barcelona.
Una acción de brillantez derribó el muro de la igualdad. El físico que se imponía en el duelo acabó cuando conectó Messi con Xavi, dibujaron una pared de primera con balón picado a la espalda de la defensa madridis
ta, que mató con el pecho Messi, para batir a Casillas tras dar un segundo de pausa clave en la definición.
El golpe tambaleó al Real Madrid. Comenzaron las dudas en la grada. Y se trasladaron al campo. Higuaín intentó devolver la confianza, tras adueñarse del balón con picardía -al meter el codo en el salto a Piqué-, pero remató a las nubes con la zurda.
Guardiola es un gran técnico y sabe rectificar. El experimento Álves no funcionaba. Debía regresar al lateral, mandar a Puyol al izquierdo. El Barcelona es el equipo que mejor maneja una ventaja en el marcador. Se adueña del balón. Toca para desesperar al rival mientras intenta matar el partido. Todo lo contrario planteaba la velocidad con la que jugaba el Real Madrid.
Fue la única forma de comenzar a probar a Valdés. Serio toda la noche. Mostrando nuevamente en una gran cita su candidatura a la selección. Sacó disparos de Marcelo y Cristiano, antes de que Xavi inventase de nuevo. Dibujó un pase a la espalda de Arbeloa, que se alió con la velocidad de Pedro.
Un toque. Cruzado. Inalcanzable para Casillas. Todo estaba sentenciado.
Sólo quedaba el orgullo blanco. Gracias a él disimuló su impotencia. Topándose siempre con Valdés. Gago probaba de lejos. Higuaín chutaba cruzado. La entrada de Guti en escena, en su último clásico, dejó un pase mágico. Dejó solo a Van der Vaart ante Valdés. El mano a mano fue del arquero.
La mediocridad marcó la lucha final del Real Madrid. Cristiano agotaba sus últimos intentos sin suerte ante Valdés y Casillas salvaba una derrota más humillante sacando dos acciones claras de Messi.
Había tiempo para venganzas personales. Se la tomó Milito. Descartado por el estado de su rodilla hace años, llegó de azulgrana, se marchó lesionado regodeándose en exceso con aplausos a sus aficionados. "Sois una banda", se mofaban los seguidores azulgrana.
Moría el duelo con un gol anulado a Raúl por mano de Benzema. Más cerca el capitán, como Guti, de su último clásico. En una derrota que cierra un ciclo. Permite rozar el título al Barcelona, que se distancia tres puntos, y desata un terremoto en la casa blanca.
era vez en la historia en dos ocasiones seguidas en el Santiago Bernabéu (0-2), recuperar el liderato y acariciar el título gracias a un modelo de juego ante el fútbol a impulsos que sentencia a Manuel Pellegrini.El mundo sigue en manos del Barcelona. Camina firme para repetir la exhibición de títulos. Su temporada adquirió una nueva dimensión en el Bernabéu. Asestando un golpe demoledor sobre su eterno rival, para dejar al borde del precipicio el proyecto multimillonario de Florentino Pérez. Un modelo de juego puede a un conjunto de estrellas.
El Real Madrid ha fallado en los momentos decisivos de la temporada. Tras Alcorcón, en la Copa del Rey, y Lyon, en la Liga de Campeones, volvió a sucumbir frente al Barcelona. Con Kaká en la grada. Un año de lucha en Liga la tiró por tierra en un encuentro que acabó impotente ante la superioridad de su gran rival.
El partido del año dejaba duelos individuales atractivos en cada demarcación. Por encima de todos el de los mejores jugadores del mundo. Leo Messi contra Cristiano Ronaldo. La magia del argentino contra la ansiedad del portugués. La paciencia por encontrar su momento y encontrar el premio, ante la búsqueda desesperada de méritos para arrebatar protagonismo.
La presión
mató al fútbol de inicio. Nació el partido con cambio en el liderato. El empate inicial devolvía al Barcelona al trono liguero. Incómodo sobre el césped, su cara se desfiguró por momentos. Hasta el punto de ver a Xavi Hernández mandar un pase a la grada. O a Piqué lanzar balonazos arriba ante la falta de construcción. El Real Madrid conseguía el objetivo de incomodar a su rival, pero mostró sus carencias cuando debía generar fútbol.Emuló Pep Guardiola a Johan Cruyff. Inventó algo nuevo en el Santiago Bernabéu. Tras pasar al centro a Messi en el histórico 2-6 de la pasada campaña, en esta ocasión la sorpresa llegó con Dani Álves. El brasileño abandonó el lateral para jugar como tercer atacante, de extremo derecho. Recordando a Roberto Carlos, cuando a un jugador de largo recorrido le quitan la capacidad de sorpresa. Siempre con el aliento de Arbeloa en su nuca.
La suplencia de Andrés Iniesta restaba 'jugones' en el centro del campo azulgrana. Xavi, escoltado por Busquets y Keita, esperaba su momento. La mejor forma de evitar el sufrimiento par
a el Real Madrid era tener el balón, pero cuando lo tenía estaba incómodo. Sin ideas. Pendientes de la pelea contra el mundo de Cristiano. Acelerado. Sin medir sus ganas de demostrar que es el mejor.Convertido el duelo de grandes jugadores en una lucha sin tregua. Sin brillo y mucha pelea. Los errores en la salida de balón marcaban el paso de los minutos. El Barcelona se iba deshaciendo de la presión. Adelantando metros sin encontrar profundidad. Los centros de Álves añoraban los centímetros de Ibrahimovic. Iker Casillas y Víctor Valdés eran espectadores de lujo.
Aparecía la polémica que siempre acompaña a un clásico con los penaltis que pidieron Messi y Cristiano. Con la petición de Xavi de la expulsión de Xabi Alonso, que pudo ver la segunda amarilla por una mano en la barrera en el lanzamiento de una falta. Mejuto enfadó a Xavi y Messi. Rápido se tomaron venganza.
Un intento de Álves, a balón parado, a las nubes (min.16). Otro de Xabi Alonso desviado (min.22) era el único balance ofensivo de los dos equipos. Las defensas se imponían a los ataques. Las malas lecturas del ataque blanco marcaban el partido. El contragolpe comenzaba a ser su mejor arma. El riesgo era grande. El balón ya era del Barcelona.
Una acción de brillantez derribó el muro de la igualdad. El físico que se imponía en el duelo acabó cuando conectó Messi con Xavi, dibujaron una pared de primera con balón picado a la espalda de la defensa madridis
ta, que mató con el pecho Messi, para batir a Casillas tras dar un segundo de pausa clave en la definición.El golpe tambaleó al Real Madrid. Comenzaron las dudas en la grada. Y se trasladaron al campo. Higuaín intentó devolver la confianza, tras adueñarse del balón con picardía -al meter el codo en el salto a Piqué-, pero remató a las nubes con la zurda.
Guardiola es un gran técnico y sabe rectificar. El experimento Álves no funcionaba. Debía regresar al lateral, mandar a Puyol al izquierdo. El Barcelona es el equipo que mejor maneja una ventaja en el marcador. Se adueña del balón. Toca para desesperar al rival mientras intenta matar el partido. Todo lo contrario planteaba la velocidad con la que jugaba el Real Madrid.
Fue la única forma de comenzar a probar a Valdés. Serio toda la noche. Mostrando nuevamente en una gran cita su candidatura a la selección. Sacó disparos de Marcelo y Cristiano, antes de que Xavi inventase de nuevo. Dibujó un pase a la espalda de Arbeloa, que se alió con la velocidad de Pedro.
Un toque. Cruzado. Inalcanzable para Casillas. Todo estaba sentenciado.Sólo quedaba el orgullo blanco. Gracias a él disimuló su impotencia. Topándose siempre con Valdés. Gago probaba de lejos. Higuaín chutaba cruzado. La entrada de Guti en escena, en su último clásico, dejó un pase mágico. Dejó solo a Van der Vaart ante Valdés. El mano a mano fue del arquero.
La mediocridad marcó la lucha final del Real Madrid. Cristiano agotaba sus últimos intentos sin suerte ante Valdés y Casillas salvaba una derrota más humillante sacando dos acciones claras de Messi.
Había tiempo para venganzas personales. Se la tomó Milito. Descartado por el estado de su rodilla hace años, llegó de azulgrana, se marchó lesionado regodeándose en exceso con aplausos a sus aficionados. "Sois una banda", se mofaban los seguidores azulgrana.
Moría el duelo con un gol anulado a Raúl por mano de Benzema. Más cerca el capitán, como Guti, de su último clásico. En una derrota que cierra un ciclo. Permite rozar el título al Barcelona, que se distancia tres puntos, y desata un terremoto en la casa blanca.
Messi ganó el duelo de estrellas
MADRID -- En la batalla de reyes Messi salió airoso del duelo contra Cristiano Ronaldo, prolongó la hegemonía que ha establecido en los últimos tiempos y salió respondón al envite particular que
el fútbol ha establecido entre los dos futbolistas más relevantes del momento.
El sudamericano, acaparador de reconocimientos en el último curso, tomó el Bernabeu también. Y aplacó la furia del luso, aún con cuentas pendientes, con aspectos que demostrar, de hacer estallar el sinfín de cualidades que atesora.
La magia de Messi superó la furia de su contrincante. Empezó resguardado el argentino. Escondido entre líneas, aguardando su oportunidad mientras Cristiano Ronaldo hacía ruido con carreras interminables e infructuosas.
Pep Guardiola, estudioso y prudente valoró en exceso al luso. Estableció una doble guardia. Con Dani Alves en el centro del campo y Carles Puyol en el lateral. Sin embargo, fue con Gerard Piqué con el que Cristiano Ronaldo se topó en varias ocasiones. Sobre todo en la primera parte, con el partido aún sin romper.
No vio alternativa alguna Cristiano Ronaldo. Desasistido de acciones que le acomodaran ante Víctor V
aldés, no fue capaz de dejar a un lado la ansiedad que le persigue ante la irrupción primero y consolidación después, del nuevo orden en el fútbol mundial.
Messi, sin embargo, tiró de talento. Agazapado, como inadvertido, contempló impasible la explosión blanca, desordenada, del inicio. Ante el barroco excesivo de Ronaldo durante todo el partido, el argentino recurrió al talento y a la eficacia.
Un par de avisos, frenados en seco por la zaga blanca, predispuesta a todo con Ezequiel Garay y Raúl Albiol y el refuerzo de Fernando Gago, dieron paso a la jugada que marcó el rumbo del partido.
Se lo indicó con un gesto a Xabi, que siempre está. El centrocampista vio la carrera de la Pulga y le dio el balón. Aguantó al movimiento de Iker Casillas y le batió por bajo. Messi marcó y miró al cielo. Se recreó. Era el escenario del máximo adversario. Donde su equipo impuso su ley y él estableció su reinado.
Cristiano Ronaldo, excesivamente pendiente del brillo particular se quedó sin luces. Resignado a la superioridad del adversario. Messi acaparó las expectativas del partido. Sumó su gol cuarenta en el curso. El veintisiete en la Liga, a los que se le unen los ocho de la Liga de Campeones y los cinco de la Copa del Rey.
Ronaldo se ha quedado sin desafíos. Incapaz de formar parte del éxito de su equipo, sin opciones en la competición, con el Mundial como única panorama para alimentar su leyenda. Messi aún tiene cosas por terminar. La Liga de cara y también la Liga de Campeones. Argentina, su último gran desafío, debe esperar.
el fútbol ha establecido entre los dos futbolistas más relevantes del momento.El sudamericano, acaparador de reconocimientos en el último curso, tomó el Bernabeu también. Y aplacó la furia del luso, aún con cuentas pendientes, con aspectos que demostrar, de hacer estallar el sinfín de cualidades que atesora.
La magia de Messi superó la furia de su contrincante. Empezó resguardado el argentino. Escondido entre líneas, aguardando su oportunidad mientras Cristiano Ronaldo hacía ruido con carreras interminables e infructuosas.
Pep Guardiola, estudioso y prudente valoró en exceso al luso. Estableció una doble guardia. Con Dani Alves en el centro del campo y Carles Puyol en el lateral. Sin embargo, fue con Gerard Piqué con el que Cristiano Ronaldo se topó en varias ocasiones. Sobre todo en la primera parte, con el partido aún sin romper.
No vio alternativa alguna Cristiano Ronaldo. Desasistido de acciones que le acomodaran ante Víctor V
aldés, no fue capaz de dejar a un lado la ansiedad que le persigue ante la irrupción primero y consolidación después, del nuevo orden en el fútbol mundial.Messi, sin embargo, tiró de talento. Agazapado, como inadvertido, contempló impasible la explosión blanca, desordenada, del inicio. Ante el barroco excesivo de Ronaldo durante todo el partido, el argentino recurrió al talento y a la eficacia.
Un par de avisos, frenados en seco por la zaga blanca, predispuesta a todo con Ezequiel Garay y Raúl Albiol y el refuerzo de Fernando Gago, dieron paso a la jugada que marcó el rumbo del partido.
Se lo indicó con un gesto a Xabi, que siempre está. El centrocampista vio la carrera de la Pulga y le dio el balón. Aguantó al movimiento de Iker Casillas y le batió por bajo. Messi marcó y miró al cielo. Se recreó. Era el escenario del máximo adversario. Donde su equipo impuso su ley y él estableció su reinado.
Cristiano Ronaldo, excesivamente pendiente del brillo particular se quedó sin luces. Resignado a la superioridad del adversario. Messi acaparó las expectativas del partido. Sumó su gol cuarenta en el curso. El veintisiete en la Liga, a los que se le unen los ocho de la Liga de Campeones y los cinco de la Copa del Rey.
Ronaldo se ha quedado sin desafíos. Incapaz de formar parte del éxito de su equipo, sin opciones en la competición, con el Mundial como única panorama para alimentar su leyenda. Messi aún tiene cosas por terminar. La Liga de cara y también la Liga de Campeones. Argentina, su último gran desafío, debe esperar.
Messi: "El Barça es superior al Real Madrid"
"El Barça es superior al Real Madrid, eso es lo que importa. Son tres puntos importantísimos y volvemos a ser líderes. Fue un partido cerrado, nos respetamos muchos los dos. Nosotros aprovechamos las ocasiones que tuvimos. Aunque quedan partidos, tenemos salidas difíciles".
"El Barça es superior al Real Madrid, eso es lo que importa. Son tres puntos importantísimos y volvemos a ser líderes. Fue un partido cerrado, nos respetamos muchos los dos. Nosotros aprovechamos las ocasiones que tuvimos. Aunque quedan partidos, tenemos salidas difíciles".
Jorge
Valdano: "No va a pasar nada con Pellegrini"
"Hoy no va a pasar nada con Pellegrini, hemos perdido un partido. Al equipo le costó aparecer, y además, en los momentos clave del partido no tuvimos la contundencia habitual, si la tuvo el Barcelona, que nos puso nerviosos. Es posible que los jugadores notasen la presión, nos jugábamos demasiado en un único partido. En los partidos grandes que hemos jugado en el Bernabéu nos ha pasado lo mismo". "Hace siete partidos estábamos a cinco puntos del Barcelona, y lo supimos compensar logrando aproximarnos. De aquí al final nuestra obligación es ponerle la Liga incómoda al Barcelona por si tropiezan. Puede ocurrir, hasta el final hay que pelear como lo ha hecho el club a lo largo de su historia".
Valdano: "No va a pasar nada con Pellegrini""Hoy no va a pasar nada con Pellegrini, hemos perdido un partido. Al equipo le costó aparecer, y además, en los momentos clave del partido no tuvimos la contundencia habitual, si la tuvo el Barcelona, que nos puso nerviosos. Es posible que los jugadores notasen la presión, nos jugábamos demasiado en un único partido. En los partidos grandes que hemos jugado en el Bernabéu nos ha pasado lo mismo". "Hace siete partidos estábamos a cinco puntos del Barcelona, y lo supimos compensar logrando aproximarnos. De aquí al final nuestra obligación es ponerle la Liga incómoda al Barcelona por si tropiezan. Puede ocurrir, hasta el final hay que pelear como lo ha hecho el club a lo largo de su historia".
L
aporta: "Es un golpe moral importante para el Real Madrid"
"Lo importante era hacer un partido como hemos hecho y llevarnos los tres puntos. Ha sido un encuentro muy trabado, pero el equipo ha luchado. Va dedicado a todos los barcelonistas del mundo porque este partido se ha convertido en global". "Somos muy eficientes a la hora de resolver los partidos y tener mucho la pelota te da cierta tranquilidad, pero en estos partidos puede pasar de todo. Es espectacular la temporada, es impresionante verles jugar, es un espectáculo. Messi se ha erigido en el líder del equipo y Guardiola sabe arroparle".
aporta: "Es un golpe moral importante para el Real Madrid""Lo importante era hacer un partido como hemos hecho y llevarnos los tres puntos. Ha sido un encuentro muy trabado, pero el equipo ha luchado. Va dedicado a todos los barcelonistas del mundo porque este partido se ha convertido en global". "Somos muy eficientes a la hora de resolver los partidos y tener mucho la pelota te da cierta tranquilidad, pero en estos partidos puede pasar de todo. Es espectacular la temporada, es impresionante verles jugar, es un espectáculo. Messi se ha erigido en el líder del equipo y Guardiola sabe arroparle".
OPINION DE LA PASION DEL DEPORTE:
Messi como siempre, aportando con goles. Aver si con esto se termina la mentira mediatica de Cristiano Ronaldo... Quedan 7 fechas aun y quien sabe, quizas llegue a alcanzar los 38 goles o pasarlos, y ser el maximo Pichihi en la historia de la liga...
OTROS RESULTADOS:
Málaga 1 - 2 Sevilla FC
-- El Sevilla dio un paso importante para clasificarse entre los cuarto primeros y tener derecho la próxima campaña a jugar otra vez en la UEFA Champions League, tras imponerse por 1-2 en La Rosaleda a un Málaga que se queda golpeado y ve cerca la zona de descenso.
El Sevilla consiguió los tres puntos en un enfrentamiento en el que los dos arqueros, Andrés Palop y el uruguayo Gustavo Munúa, fueron los protagonistas, con sendos fallos que propiciaron el 1-1, aunque el sevillista Lolo A LOS 85 , que la pasada temporada estuvo en el Málaga, desniveló el marcador en la fase final del choque.
El Sevilla consiguió los tres puntos en un enfrentamiento en el que los dos arqueros, Andrés Palop y el uruguayo Gustavo Munúa, fueron los protagonistas, con sendos fallos que propiciaron el 1-1, aunque el sevillista Lolo A LOS 85 , que la pasada temporada estuvo en el Málaga, desniveló el marcador en la fase final del choque.
Villarreal 1 - 0 Sporting Gijon
-- El Villarreal venció por la mínima (1-0) a un gris e inocente Sporting de Gijón, en el Madrigal.
La victoria supuso que los locales duerman hoy en posiciones europeas 315 días después y tras un muy mal inicio de temporada.
De esta forma el Villarreal sigue su escalada y remontada en la lucha por las plazas europeas y acumuló tres victorias seguidas, mientras que los visitantes se mostraron muy inocentes y sin pegada y deberán esperar otra jornada para certificar de manera matemática su salvación.
-- El Villarreal venció por la mínima (1-0) a un gris e inocente Sporting de Gijón, en el Madrigal.
La victoria supuso que los locales duerman hoy en posiciones europeas 315 días después y tras un muy mal inicio de temporada.
De esta forma el Villarreal sigue su escalada y remontada en la lucha por las plazas europeas y acumuló tres victorias seguidas, mientras que los visitantes se mostraron muy inocentes y sin pegada y deberán esperar otra jornada para certificar de manera matemática su salvación.
Xerez 0 - 1 Getafe
-- El Getafe se llevó los tres puntos de su visita a Chapín (0-1) en un encuentro muy abierto y con oportunidades para los dos equipos, pero en el que el conjunto de Míchel aprovechó una jugada a balón parado para lograr la victoria.
El primer tiempo fue muy abierto y ninguno de los dos equipos salió a especular, aunque cada uno con su propia filosofía de juego: El Getafe, con un juego de toque basado en su calidad técnica; el Xerez, con el juego directo a sus dos torres, Míchel y Bermejo, para buscar la segunda jugada en banda con Momo y Orellana.
El primer tiempo fue muy abierto y ninguno de los dos equipos salió a especular, aunque cada uno con su propia filosofía de juego: El Getafe, con un juego de toque basado en su calidad técnica; el Xerez, con el juego directo a sus dos torres, Míchel y Bermejo, para buscar la segunda jugada en banda con Momo y Orellana.
Tenerife 0 - 0 Valladolid
-- El Club Deportivo Tenerife y el Real Valladolid no supieron aprovechar la derrota del Málaga y avistan ya la Segunda división, al sumar un baldío empate (0-0) con lo que sus remotas posibilidades de permanencia se disipan aún más.
La inexorable obligación de sumar los tres puntos propiciaron un ecuánime tramo inicial de encuentro, que se prolongó casi a lo largo de todo el primer tiempo, en el que ninguno de los dos contendientes fue capaz de imponer hegemonía alguna sobre su rival.
La inexorable obligación de sumar los tres puntos propiciaron un ecuánime tramo inicial de encuentro, que se prolongó casi a lo largo de todo el primer tiempo, en el que ninguno de los dos contendientes fue capaz de imponer hegemonía alguna sobre su rival.


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