Holanda ya sufrió a España
JOHANNESBURGO -- Holanda y España, rivales en la final del Mundial de Sudáfrica, se han medido en nueve ocasiones, pero la memoria de los "orange" no guarda ninguno de los duelos directos, si no la afrenta de haber sido los verdaderos agraviados del famoso 12-1 que en 1983 la Roja endosó a Malta.
Aquel resultado, la goleada necesaria que precisaban los hombres de Miguel Muñoz para clasificarse para la Eurocopa de 1984, dejó fuera de la competición a Holanda.
España y Holanda acabaron empatados a puntos y con la misma diferencia de goles en el grupo 7 de aquella fase clasificatoria, pero la Roja aventajaba a la "orange" en goles a favor.
Gracias a la goleada lograda en Sevilla el 21 de diciembre de 1983, una gesta que permanece en la memoria de los aficionados españoles pero también de los holandeses.
En el último partido del grupo Holanda había goleado a Malta por 5-0, lo que dejaba su clasificación para la Eurocopa de Francia encarrilada.
España, que recibía a los malteses cinco días más tarde, necesitaba superarlos por once goles de diferencia.
El Benito Villamarín estaba atestado de público y todo el país pendiente de la televisión, ilusionado con una gesta posible. Mientras los holandeses seguían el partido de reojo.
Santillana adelantó a España a los 16 minutos, pero diez más tarde empató Degiorgio para Malta.
Los de Miguel Muñoz reaccionaron y Santillana marcó dos tantos más en cinco minutos. Con el 1-3 se llegó al descanso, era un resultado insuficiente, lejos de la renta necesaria, Holanda parecía tener la clasificación a buen recaudo.
Pero entonces llegó la gesta. Comenzaron a caer los goles. Dos tantos de Rincón, otros dos de Maceda, uno más de Rincón, otro de Santillana y el cuarto de Rincón. 10-1 marcaba el luminoso del Villamarín cuando el partido entraba en la recta final.
El marcador deseado era posible y los holandeses comenzaron a temblar. Sarabia consiguió el penúltimo y Juan Señor el definitivo, el que daba a España la clasificación y dejaba a Holanda fuera de la Eurocopa.
Era la goleada más grande que se había registrado en Europa hasta el momento en un partido oficial.
Los holandeses denunciaron una compra del partido y pusieron como argumento sobre la mesa la diferencia de actitud de los malteses entre el primer y el segundo tiempo.
Sus quejas no sirvieron para mucho, apenas para que, desde entonces, la UEFA decidiera que en la última jornada de las fases clasificatorias los partidos se disputaran de forma simultánea para evitar susceptibilidades.
Holanda no olvida esa afrenta. Las dos selecciones se habían medido en esa fase de clasificación, encuentros que acabaron con triunfos locales.
Ambas selecciones cuentan con otro partido oficial, jugado en el torneo olímpico de 1920 y que acabó con victoria española.
El resto de los duelos son todos amistosos y sólo uno de ellos acabó en empate.
En total, cada selección cuenta con cuatro victorias.
JOHANNESBURGO -- Holanda y España, rivales en la final del Mundial de Sudáfrica, se han medido en nueve ocasiones, pero la memoria de los "orange" no guarda ninguno de los duelos directos, si no la afrenta de haber sido los verdaderos agraviados del famoso 12-1 que en 1983 la Roja endosó a Malta.Aquel resultado, la goleada necesaria que precisaban los hombres de Miguel Muñoz para clasificarse para la Eurocopa de 1984, dejó fuera de la competición a Holanda.
España y Holanda acabaron empatados a puntos y con la misma diferencia de goles en el grupo 7 de aquella fase clasificatoria, pero la Roja aventajaba a la "orange" en goles a favor.
Gracias a la goleada lograda en Sevilla el 21 de diciembre de 1983, una gesta que permanece en la memoria de los aficionados españoles pero también de los holandeses.
En el último partido del grupo Holanda había goleado a Malta por 5-0, lo que dejaba su clasificación para la Eurocopa de Francia encarrilada.
España, que recibía a los malteses cinco días más tarde, necesitaba superarlos por once goles de diferencia.
El Benito Villamarín estaba atestado de público y todo el país pendiente de la televisión, ilusionado con una gesta posible. Mientras los holandeses seguían el partido de reojo.
Santillana adelantó a España a los 16 minutos, pero diez más tarde empató Degiorgio para Malta.
Los de Miguel Muñoz reaccionaron y Santillana marcó dos tantos más en cinco minutos. Con el 1-3 se llegó al descanso, era un resultado insuficiente, lejos de la renta necesaria, Holanda parecía tener la clasificación a buen recaudo.
Pero entonces llegó la gesta. Comenzaron a caer los goles. Dos tantos de Rincón, otros dos de Maceda, uno más de Rincón, otro de Santillana y el cuarto de Rincón. 10-1 marcaba el luminoso del Villamarín cuando el partido entraba en la recta final.
El marcador deseado era posible y los holandeses comenzaron a temblar. Sarabia consiguió el penúltimo y Juan Señor el definitivo, el que daba a España la clasificación y dejaba a Holanda fuera de la Eurocopa.
Era la goleada más grande que se había registrado en Europa hasta el momento en un partido oficial.
Los holandeses denunciaron una compra del partido y pusieron como argumento sobre la mesa la diferencia de actitud de los malteses entre el primer y el segundo tiempo.
Sus quejas no sirvieron para mucho, apenas para que, desde entonces, la UEFA decidiera que en la última jornada de las fases clasificatorias los partidos se disputaran de forma simultánea para evitar susceptibilidades.Holanda no olvida esa afrenta. Las dos selecciones se habían medido en esa fase de clasificación, encuentros que acabaron con triunfos locales.
Ambas selecciones cuentan con otro partido oficial, jugado en el torneo olímpico de 1920 y que acabó con victoria española.
El resto de los duelos son todos amistosos y sólo uno de ellos acabó en empate.
En total, cada selección cuenta con cuatro victorias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario