viernes, 9 de julio de 2010

El camino a la finalEste domingo, Holanda y España buscan su primer título del mundo.

España no golea, pero gana
El repaso partido a partido indica que siempre fue superior, pero que nunca le sobró
JOHANNESBURGO-- Basta un gol para ser campeón y esto lo sabe España, que llega a la final de la Copa Mundial de Sudáfrica 2010 para enfrentar a Holanda con un paso que en los números podría ser modesto, pero que en el accionar no ha dejado duda sobre su capacidad.
España, dirigida por Vicente del Bosque, llegó a este torneo con etiqueta de favorito y así la mantendrá el domingo cuando salte a la cancha de Soccer City, aunque la verdad es que tuvo que corregir sobre la marcha, una vez que entendió que el llegar como campeón de Europa no sería suficiente.
La Furia Roja debutó en Sudáfrica topando contra la pared, pues a pesar de su historial Suiza le faltó al respeto y la derrotó por 1-0 con un gol de Gelson Fernández, marcando uno de los momentos más inesperados de esta competencia.
Su técnico intentaba tomarlo con calma. "En el fútbol hay que hacer cada cosa a su tiempo. Estamos en la primera fase y nadie de nuestra expedición ha hablado de ser favoritos. Hoy ha sido una contrariedad. Nadie ha hablado de ser campeones", señaló a los medios.
La derrota fue una sacudida para un equipo que se sentía favorito, pues incluso el propio arquero Iker Casillas declaró que no iban a ganar el Mundial "por la chapa de ser candidato".
La "desgracia futbolística" como la llamó Xavi Hernández sirvió para ajustar líneas antes de enfrentar las "dos finales, no hay más, dos partidos a vida o muerte".
Esta llamada de atención se reflejó en la cancha y en su segunda presentación, en el Ellis Park de Johannesburgo: vencieron a Honduras con goles de David Villa en dos ocasiones, aunque el propio jugador falló un penal que les habría dado un marcador más abultado, lo cual lamentó Sergio Ramos.
Aunque lo bueno fue que "ahora dependemos de nosotros mismos", declaró el zaguero del Real Madrid.
Villa, por su parte, se lamentó por haber perdido el tercer gol español. "He fallado el penal porque lo he tirado fuera, no porque tuviera presión. Llevo tirando penales toda la vida y con 2-0 y el partido controlado no tenía presión", dijo y seguramente ahora se lamenta más, pues suma cinco goles y está a 90 minutos de coronarse campeón de goleo.
La tercera presentación del conjunto ibérico era la más esperada en la primera ronda, ante la poderosa escuadra de Chile, pero apenas a los 37 minutos la escuadra andina ya jugaba con 10 hombres por la expulsión de Marco Estrada y el partido ya parecía definido, con una España que tenía dos tantos de ventaja por conducto de Villa y Andrés Iniesta.
Chile acortó al arranque del segundo tiempo, pero al final del duelo los dos parecieron conformarse con el resultado de 2-1 que les aseguró la clasificación, aunque los chilenos firmaron su sentencia pues en la siguiente etapa tendrían que medirse con Brasil.
España por su parte, avanzó a octavos de final para enfrentarse a Portugal, un cuadro que prefería evitar a La Furia.
Quizá Portugal no salió con miedo a este encuentro en el estadio Green Point de Ciudad del Cabo. Pero al final de los 90 minutos España ganó por 1-0 con un tanto de David Villa y acabó con las esperanzas de una selección que siempre aparece entre los favoritos, pero nunca ha podido demostrarlo en los Mundiales.
España llegó a cuartos de final para enfrentar a Paraguay, una selección que veía con respeto a la Furia Roja. "A España no hay que dejarle espacios. Tiene muy buen toque y si le dejas te va a pintar la cara", anunció el guardameta guaraní Justo Villar.
El cuadro de Vicente del Bosque llegó como favorito nuevamente al Ellis Park y aunque enfrentó el duelo más cerrado, finalmente sacó un triunfo de 1-0 con otro tanto de Villa. El encuentro fue el más sufrido para España, pues Paraguay pudo ponerse al frente en el cobro de un tiro penal que falló Óscar Cardozo, aunque por el cuadro europeo también Xabi Alonso desperdició una pena máxima.
"Es un momento muy feliz para todos", declaró Fernando Torres después de la victoria que los ponía en las semifinales para enfrentar a Alemania, en una reedición de la final de la Eurocopa 2008. "Es un equipo impresionante, que ha marcado a Argentina cuatro goles. Merecen ganar igual o más que nosotros. Hay que estar preparados. Es una final anticipada", dijo.
Pero ese equipo impresionante fue incapaz de superar al cuadro de Del Bosque el miércoles en el estadio Moses Mabhida de Durban: España sabía que no podía dejarles la iniciativa y controló el partido de principio a fin.
Al final de la noche España avanzó a la final de la mano de un veterano, Carles Puyol, quien anotó el 1-0 de la forma menos pensada, rematando de cabeza en el área, ganándole a los infalibles zagueros alemanes.
"Es un orgullo, pero no queremos quedarnos con estar entre los cuatro primeros. Como sanos deportistas queremos intentar lo máximo", comentó Del Bosque, quien ha sabido armar un equipo de estrellas en donde todos trabajan por un objetivo común.
"Creo que son el mejor equipo del momento. En 2008 ganaron la Eurocopa de forma sobresaliente, han ganado todos los grandes partidos el último año, juegan juntos, casi en la misma formación desde hace años. Estoy seguro de que pueden ganar cualquier partido", aceptó el técnico alemán Joachim Löw luego de que España les repitió el marcador de la final de la Eurocopa 2008.
España llega entonces en su mejor momento al partido del domingo ante Holanda en Soccer City, pero como el propio Villa dijo: "Nosotros nos planteamos la meta de ser campeones del mundo. Hasta hoy no hemos ganado nada".
Sólo falta el broche de oro
Holanda llega a la final habiendo ganado todos su partidos, incluso los de eliminatorias
Holanda está a apenas un partido de ser campeón del mundo, pero también de completar una campaña perfecta: lleva ganados todos los encuentros que disputó en el Mundial, así como también los de eliminatorias.
Claro que enfrente tendrá a un equipo que llega en una situación similar: España terminó las eliminatorias con récord perfecto, y en Sudáfrica ganó todos sus encuentros menos el del debut, en el que cayó 1-0 ante Suiza.
El técnico Bert van Marwijk tiene una formación que podría repetirse casi de memoria, salvo cuando está afectado por lesiones o suspensiones. Pero el equipo que se consolidó, sobre todo a partir de la recuperación de Arjen Robben, es el siguiente, con un 4-2-3-1: Maarten Stekelenburg; Gregory Van Der Wiel, John Heitinga, Joris Mathijsen, Giovanni Van Bronckhorst; Mark Van Bommel, Nigel De Jong; Arjen Robben, Wesley Sneijder, Dirk Kuyt; Robin Van Persie.
De no haber problemas, ese será el equipo titular en la final. Pero antes repasemos entonces los seis pasos mundialistas que le dieron el pasaporte al partido del domingo en Soccer City.
El trayecto se inició justamente en el mismo estadio de Johannesburgo, el 14 de junio, con una victoria 2-0 sobre Dinamarca. Fue un partido muy cerrado, en el que a Holanda le costó mucho encontrar los caminos hacia el gol. De hecho, el marcador recién se abrió con un gol en contra de Daniel Agger.
Sin Robben, todavía lesionado, a los de Van Marwijk no les resultó fácil abrir la defensa de los daneses, que con un fútbol rústico se preocuparon básicamente por cuidar el cero. Los holandeses recién pudieron hacer prevalecer su fútbol cuando estuvieron en ventaja y, sobre todo, cuando entró el atrevido Eljero Elia por Rafael Van der Vaart faltando menos de 25 minutos.
De la mano de Elia llegó el gol que sentenció el partido, ya que una jugada de él terminó con un rebote en el palo en el que Kuyt aprovechó para sellar el 2-0.
El segundo compromiso en el Grupo E fue cinco días después ante Japón en Durban. Fue una peleadísima victoria 1-0, en la que comenzó a aparecer quien es hasta ahora la máxima figura holandesa en el Mundial, Sneijder. El del Inter no sólo anotó el gol con un disparo de media distancia, sino que además se cargó el equipo al hombro en los momentos difíciles.
Pasaron otros cinco días antes de que, en Ciudad del Cabo, Holanda cerrara su participación en la zona y completara un récord perfecto. Fue 2-1 sobre un ya eliminado Camerún y lo mejor fue la aparición del recuperado Robben, entrando a los 73 minutos por Van der Vaart.
A través de una jugada de Robben llegó justamente el gol de la victoria. Luego de que Van Persie abriera el marcador a los 36 minutos y de que Samuel Eto'o igualara por medio de un penal a los 63, Robben hizo su primera contribución relevante a la causa naranja. Rematando desde el borde del área, el palo le negó el gol, pero Klaas-Jan Huntelaar llegó para tomar el rebote y convertir.
De regreso en Durban, el 28 de junio Holanda fue superior a Eslovaquia, más al menos de lo que el marcador final de 2-1 refleja. Esta vez Robben fue titular y eso alcanzó para marcar la diferencia. Apenas iban 18 minutos cuando hizo su jugada clásica, enganchando desde afuera hacia andetro y disparando bajo, pegado a un palo para el 1-0.
Holanda siguió dominando pero no lograba plasmar en el marcador. Hasta que faltando siete minutos se equivocó el arquero eslovaco Jan Mucha, Kuyt lo anticipó de cabeza y Sneijder empujó ante un arco vacío. El descuento de penal de Robert Vittek sobre la hora ni siquiera le agregó emoción a un encuentro que tenía un claro ganador.
Llegó entonces la prueba de fuego en cuartos de final, el 2 de julio en Port Elizabteh: Brasil. Como tantas otras veces, Holanda se enfrentaba a sus propios fantasmas, esos que la hacen convertirse en gran promesa primero, para luego tropezar en las instancias decisivas.
Todo indicaba que la historia se repetiría: a los 10 minutos Brasil ya le ganaba 1-0 con un gol de Robinho. Holanda no mostraba reacción, apenas si insinuaba algo en ataque y, más que nada, se dedicaba a cortar los circuitos verdeamarelos en el medio, con presión o con infracción.
Pero hubo una jugada que cambió el destino del partido. A los 53 minutos, Sneijder metió un centro al corazón del área rival, dudó Julio Cesar en la salida, Felipe Melo quiso despejar sin mucha convicción y la pelota terminó en el arco de Brasil. Gol en contra, por más que FIFA diga lo contrario y le adjudique el gol a Sneidjer, quien obviamente lo agradece porque le sirve para estar al tope de la tabla.
Esa jugada tuvo el poder de revivir a Holanda y desarmar por completo a Brasil. Tan así fue que 15 minutos después, Brasil se volvió a distraer en su área. De un corner de Robben, Kuyt peinó y Sneijder cabeceó al gol. Era 2-1 y había cambiado la historia.
Es más, Holanda hasta se floreó en los últimos minutos, y podría haber concretado una goleada histórica si hubiera tenido precisión en la finalización. Pero lo más importante estaba hecho: Holanda había conseguido el envión anímico que necesitaba.
En semifinales lo esperaba, el 6 de julio en Ciudad del Cabo, Uruguay. Un disparo impresionante de más de 35 metros de Van Bronckhorst que se clavó en el ángulo superior izquierdo puso a Holanda al frente, pero Diego Forlán devolvió gentilezas y se fueron 1-1 al descanso.
Los uruguayos parecían tener el partido controlado, y ni siquiera un cambio ofensivo como la entrada de Van der Vaart por Demy De Zeeuw conseguía romper el equilibrio. Hasta que apareció Sneijder otra vez y, rematando entre las piernas de los defensores, consiguió un rebote que fue a alojarse abajo, contra el palo izquierdo, mientras Van Persie hacía una pantalla en posición adelantada.
Para despejar dudas, inmediatamente después Robben clavó el tercero de cabeza. Maxi Pereira descontó para Uruguay sobre el final, pero era otra vez victoria para Holanda, y otra vez merecida.
Llegamos así al último paso, al único pendiente. Curiosamente, ante otro equipo sin títulos mundiales: ni España ni Holanda han levantado aún la Copa del Mundo, aunque Holanda ya jugó dos finales, en 1974 (2-1 ante Alemania) y en 1978 (3-1 ante Argentina en tiempo extra). ¿La tercera será la vencida?

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