A partir de ahora Marina contará con más cariño, si cabe, esa simpática anécdota de cómo el hercúleo Arteche hacía el aspa con los brazos en el área y le dejaba el camino expedito de rivales para poder marcar sin oposición. Sin embargo, le faltará el tercero en discordia en esos interminables partidos de golf junto a Pedro Pablo. Ayer el Atlético, el fútbol español, despidió a uno de esos personajes que dejan huella y no sólo por lo que fue en el terreno de juego.
Por el Tanatorio de San Isidro, muy cerquita del Calderón, fueron desfilando personalidades y amigos para rendir el penúltimo tributo a un icono, quizá uno de los más raciales, que ha tenido la institución en sus 107 años de historia. Sus coetáneos, los Miguel Ángel Ruiz, Marina, Rubio, Quique Ramos, Pedro Pablo, Clemente, Julio Prieto, Mejías volvieron a acompañarle como en tantas batallas. También Adelardo, uno de los pocos que vistieron más veces que Arteche la rojiblanca, Gárate y Kiko se desplazaron para ofrecer sus condolencias.
De todas partes de España llegaron condolencias, especialmente de Cantabria, su tierra. Los atléticos podrán hoy despedirse de él. A las 10:45 se oficiará una misa en el Tanatorio de San Isidro y a las 11:20 la comitiva con los restos mortales partirá hacia el cementerio de La Almudena donde a las 11:50 será incinerado. El Atlético lucirá brazalete negro en el partido ante el Getafe.
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