
Zanetti, que en la final ante el Bayern Múnich disputaba su partido 700 con el conjunto "nerazzurri", recibió el trofeo de manos del francés Michel Platini, presidente de la UEFA, en el palco de honor del estadio, y relevó en este honor a Carlos Puyol, capitán del Barcelona, campeón en 2009.
En las dos anteriores ocasiones en las que el Inter se proclamó campeón, en 1964 y 1965, el capitán que recogió la copa fue Armando Picchi.
El argentino se ha convertido en el segundo jugdor del Inter que alcanza dicha cantidad de partidos después de Giuseppe Bergomi, que disputó 758.
En el acto previo de entrega de medallas a los finalistas, el hispano-brasileño Thiago Motta, jugador interista que no pudo jugar por suspensión, hizo que la suya le fuera puesta a su pequeña hija Sofia, que llevaba en brazos.
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