Miguel Cotto ganó su lugar en el peso mediano Jr. ante Yuri Foreman, pero a pesar de lo positivo, ¿fue todo color de rosas? Alfredo Berríos analiza.

Verdades e interrogantes

NUEVA YORK -- Miguel Cotto ganó un rol de protagonista en el peso mediano Jr. al derrotar al hoy ex campeón Yuri Foreman, en un extraño combate que presenta verdades, medias verdades e interrogantes sobre el futuro del peleador puertorriqueño.
Verdad #1: Cotto vuelve a los primeros planos en su división, al conquistar su cuarto título mundial, tercero en categorías diferentes. Si algo ayudó a Cotto este combate, es que tiene en su bolsillo un cetro con el cual puede atraer contrincantes que generen buen dinero.
Sin embargo, el boricua va a tener que buscar sus futuros rivales de la misma manera que seleccionó a Foreman. Aunque tiene un estilo sumamente ortodoxo, el israelí se prestaba a devolver brillo a la carrera de Cotto, al no ser un noqueador probado o un rival que ataca y corre, como es el caso de quien le propinó su última derrota.
Sin restarle nada al valiente boxeador, no deja de causar interrogantes cuán diferente pudo haber sido la pelea si no fuese porque el púgil de fe judía ortodoxa observa religiosamente la festividad del Sabbath, lo que obliga al feligrés a no realizar labores de ningún tipo, que incluye el trabajar, conducir y llevar dieta de acuerdo a las enseñanzas del Torah, libro sagrado judío. Para él, esto significó salir de su hotel en Nueva York a las 9:14 de la noche, apenas dos horas antes de su combate ante Cotto.
Media verdad: "Miguel Cotto está de vuelta". Si bien es cierto que esta expresión del púgil al terminar su combate ante Foreman no carece de realidad, el Cotto que ganó en el Yankee Stadium dista mucho del Cotto que se apoderó de dos títulos mundiales y que hilvanó una cadena de 32 victorias corridas con 27 nocauts.
Cotto utilizó más su jab en este combate y lo conectó con mejor promedio que sus anteriores combates. Además, fue más certero en los golpes conectados al acertar 115 de 329 para un 35 por ciento. Si comparamos este número con los acumulados en sus riñas ante Pacquiao (29 por ciento) y Joshua Clottey (25 por ciento), es un enorme progreso.
En cuanto a golpes de poder, acertó casi la mitad de los que lanzó para un 46 por ciento, algo que no lograba desde su dominio ante oponentes de todo tipo previo a sus reveses ante Antonio Margarito y Pacquiao.
De hecho, el análisis de compuboxoline.com de la certeza del púgil boricua prueba precisamente que la pelea de Margarito es el hito que cambió la carrera de Cotto.
Así las cosas, el progreso se vio en este combate, pero resta ver si Cotto puede a sus 29 años, relativamente joven en el deporte de los puños, recuperar su posición elite entre los estelares.
Verdad #2: La importancia de contar con Emanuel Steward en esta etapa de su carrera. El resultado del combate y la mejoría de Cotto definitivamente se tienen que atribuir a la presencia del veterano entrenador.

Tres días antes del combate, Steward le dijo a ESPNdeportes.com que él y Cotto hablaban sobre todo, incluyendo estrategias y ritmo de entrenamiento, pero que el preparador tenía que mantener el control de la dieta y la concentración del boxeador si su papel de "asesino a sueldo" iba a tener resultados.
Muchos, incluyendo compañeros boxeadores, cuestionan la dedicación de Cotto en esta etapa de su carrera, cediendo a tentaciones o por distracciones al estar pendiente de asuntos relacionados a la explotación comercial de su nombre, entre otras cosas.
Al menos en este combate, todo pareció ir a favor del efecto de Steward en la carrera de Cotto.
Inclusive, el propio peleador reconoció que no siguió las indicaciones de su esquina en el tercer asalto en donde dejó de lanzar su jab. Fueron muchos los que notaron ese detalle, incluyendo los jueces, los cuales le otorgaron el cuarto asalto al ex campeón e inclusive uno de ellos le dio el tercero a Foreman. El no escuchar las instrucciones le costó.
Sin embargo, un reconocido púgil de calibre mundial mencionaba la pasada semana sobre la dificultad de mantener la misma dedicación de parte de un exitoso púgil. "Están las presentaciones, las tentaciones, la fama. Hay ocasiones que apenas duermes cinco horas y te cuesta trabajo levantarte a las siete de la mañana a correr", explicó.
Media verdad: "Solo quiero nombres grandes". Perfecto, pero ¿qué nombres grandes convienen en la carrera de Cotto en este momento? ¿No sería mejor un nombre intermedio antes de buscar las grandes bolsas ante púgiles como Floyd Mayweather, el propio Pacquiao o Margarito? Muchos señalan que púgiles como Sergio Martínez y Paul Williams no convienen a Cotto en un momento como este, en donde en realidad no ha probado tener nuevamente esa calidad que lo llevó a ser considerado uno de los mejores libra por libra del mundo.
Un detalle que llamó la atención en esta pelea fue la colocación de los golpes recibidos. Es interesante ver que 97 de los 115 golpes que acertó Cotto fueron a la cabeza de su rival, incluyendo 34 a la derecha del rostro de Foreman y 54 en la quijada. Apenas 18 golpes, incluyendo el que resultó mortal al costado izquierdo del israelí en el noveno asalto, fueron a los planos bajos. Y el Cotto de antes era un asesino con estos golpes, punzadas que iban minando poco a poco a sus oponentes.

Más interesante aun resulta el detalle que al lanzar su izquierda, Cotto dejaba abierta su defensa en ese lado. De los 71 golpes que Foreman pudo conectar, casi la mitad de ellos (32) encontraron su destino, algo que puede afectarle de sobremanera ante un golpeador.
Interrogante: Muchas, muchas, demasiadas. ¿Qué hay en el futuro de Cotto? Previo al combate, el promotor de Top Rank Bob Arum fue sumamente sigiloso sobre cuál sería el futuro del boxeador boricua. En un aparte con en el gimnasio Trinity de esta ciudad, Arum fue firme en que habría que esperar al resultado de este combate a ver qué deparaba el futuro de Cotto, que apenas recibió $2 millones por esta reyerta.
No fue hasta después del combate que Arum comenzó a mencionar el nombre de Margarito como posible opción para Cotto, afirmando que el pugil mexicano merecía ser licenciado por alguna comisión estatal. "Es lo correcto", afirmó mientras echaba a un lado como meras especulaciones que Margarito utilizara yeso en los vendajes, previo a su pelea con Shane Mosley, y menos cuando enfrentó a Cotto.
Durante la conferencia de prensa en las entrañas del estadio, su atención se centró en a la posibilidad del combate Pacquiao-Mayweather y trató a Cotto como el plan B, si no se llegaba a un acuerdo.
Así las cosas, las medias verdades e interrogantes sólo pueden ser contestadas por una persona: el propio Cotto, con la esperanza de que las respuestas no sean como las que utiliza para contestar las preguntas de los medios de comunicación.