El argentino terminó fundido tras jugar con Argentina.
Si por algo se caracteriza Messi es por su tremendo aguante físico: lo juega todo. De hecho, quiere jugarlo todo. Sin embargo, tras los dos últimos partidos con Argentina (ante Bolivia y Colombia), el crack terminó fundido hasta el punto de declarar tras el encuentro en Barranquilla: "Estoy muerto. Todo el equipo lo está. Fue muy duro. Pero tenemos que jugar así, Argentina hizo un gran partido. El objetivo era ganar, porque contra Bolivia no habíamos dejado una buena imagen".
Guardiola ha tomado buena nota del estado físico de Leo y es por ello que está valorando seriamente la posibilidad de darle descanso el próximo sábado ante el Zaragoza. El argentino, ausente en la sesión de ayer, se entrenará mañana viernes por primera vez con sus compañeros en toda la semana. El cuerpo técnico azulgrana, sabedor del decisivo mes de diciembre que le espera al equipo (está el Clásico del Bernabéu y el Mundialiato de Japón), quiere cuidar al máximo al futbolista para evitar la temida fatiga por acumulación de partidos.
A Messi ya le iría tocando descansar en el Barcelona. Hasta la fecha ya ha jugado 18 partidos (sin contar los encuentros que ha disputado con la albiceleste), acumulando la friolera de 1.557 minutos. Ante el Zaragoza en el Camp Nou parece un buen momento para descansar. Veremos qué decide Pep.
Se cumplen ocho años de su debut como culé
El 16 de noviembre de 2003 la historia del Barcelona empezó a cambiar. También la historia del fútbol. Ese día debutó una pulguita juvenil de nombre Lionel y de apellido Messi. Fue en Portugal ante el Oporto de Mourinho (que sería campeón de Europa esa temporada), en un estadio, Do Dragao, que se vistió con sus mejores galas para su inauguración oficial previa a la Eurocopa de 2004. Frank Rijkaard alineó un Barça experimental y en la segunda mitad dio entrada al joven Leo que, con el 14 de Cruyff a la espalda, sustituyó a Fernando Navarro. Tenía 16 años y 145 días. Pese a que nada pudo hacer para evitar la derrota (2-0), Messi dejó algunas pinceladas de su calidad y rapidez; de hecho, en el rato que estuvo sobre el campo tuvo tiempo de robarle la cartera a un defensa portugués, propiciando una clarísima ocasión de gol para el Barcelona. Aquel 16 de noviembre fue su debut no oficial con la camiseta azulgrana. El oficial fue en Montjuïc contra el Espanyol el 16 de octubre de 2004.
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