El plan b de Quique sigue sin funcionar esta temporada. El 4-2-3-1 que propuso de inicio en Sevilla volvió a fracasar estrepitosamente y es la segunda vez que sucede en el presente ejercicio. Ya utilizó este sistema en Salónica y, como sucediera ya en tierras griegas, el técnico madrileño tuvo que volver sobre sus pasos en el intermedio y sustituir a uno de los dos mediocentros para dar entrada a Diego Costa, un delantero.
Precisamente es por el eje por donde se le desmorona el planteamiento, ya que Tiago no está acostumbrado a interpretar el juego entre líneas, función que llevaba a cabo Jurado la temporada pasada.
Cierto es que ya la temporada pasada el 4-2-3-1 ofreció un resultado irregular. Quique utilizó de inicio 22 veces ese dibujo con un saldo de 7 victorias, 6 empates y 9 derrotas. Era un sistema que, como ahora, el técnico utilizaba preferentemente lejos del Calderón. Lo hizo 14 veces con sólo dos victorias. Sí era un sistema rentable en los finales de partido, cuando había que aguantar un resultado jugando a la contra con Jurado como mediapunta. Quique reconoció que se equivocó en Sevilla, pero seguirá dándole vueltas a ese sistema. Fran Mérida es el único de la plantilla con condiciones naturales para jugar de mediapunta.
Dos ensayos sin ningún resultado
En Salónica Tiago se estrenó como mediapunta, pero el equipo resultó lento y romo. En el descanso entró Diego Costa, pero el Atlético perdió 1-0. En Sevilla, Quique cambió los escuderos de Tiago y pasó del dúo Camacho-Raúl García al formado por Assunçao y Mario Suárez. Raúl García fue sustituido en Salónica y Mario Suárez en Sevilla.
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