Minutos más tardes nos cumplió su palabra y salió a conversar un rato. “Fue un vuelo largo. De veinte horas, pero todo salió bien”, aseguró el jardinero, que viene de jugar su primera campaña en la Liga Central de Japón, con los Bay Stars de Yokohama.
“No conocía la liga. Fue un cambio demasiado grande. El equipo quedó alegre con mi trabajo. Se cumplieron mis expectativas”, dijo el guariqueño, al evaluar la zafra en la que bateó para .273, conectó 19 cuadrangulares y remolcó 55 rayitas.
El utility llegó contento por lo que vivió en el Lejano Oriente. “Los fanaticos en Japón también me llamaban ‘El Hacha’. Tuve una bonita relación con ellos. Me gané su cariño”. También se sintió en casa al compartir con varios compatriotas: “con el venezolano que más hablé fue con Álex Ramírez, porque jugamos en la misma división. Sus consejos me hicieron adaptarme rápido”.
Ante la pregunta obligada sobre su incorporación a Leones, el criollo dijo que pronto se montará las rayas de los melenudos. “Primero quiero descansar y luego veré cuando me uniformo. Tal vez lo haga antes del primero de noviembre”, dijo minutos antes de gestionar su vuelo hacia la ciudad de Barinas, donde reside en el país.
Razones le sobran a Castillo para uniformarse con los capitalinos: se ha perdido los dos últimos títulos de los caraquistas. “Siempre que han llegado a la final no he podido acompañarlos, pero este año sí pienso quedar campeón. Quiero sacarme la espinita”, concluyó.
Con deseo de regresar a las mayores
Aunque en Japón dejó grata impresión, Castillo todavía piensa en regresar a las mayores. Actualmente gestiona su retorno a la gran carpa. “Tengo conversaciones con varios equipos en Grandes Ligas y la opción de mantenerme con Yokohama, pero debo esperar porque al equipo lo piensan vender”, dijo quien ha vestido tres uniformes limayoristas: el de Piratas, Gigantes y Astros.
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