El estadio Hampden Park en el que hoy juega la Roja trae muy buenos recuerdos al seleccionador y al capitán de España. Del Bosque y Casillas no volvían a Glasgow desde el 15 de mayo de 2002, cuando formaron parte del Madrid que conquistó la última Copa de Europa, la Novena del club. Entre los muchos recuerdos de uno y otro, hay algo en lo que coinciden ambos, "los siete minutos, una eternidad, que añadió el árbitro suizo Meier. Seguramente es algo que sólo se ha dado una vez en la historia de la Champions", puntualiza Del Bosque.Para Iker fue un día grande porque marcó su futuro. "Fue un punto de inflexión en mi carrera. Había dejado de ser titular en el equipo tres meses antes. Se dio la circunstancia de que se lesionó César y pude jugar la media hora final. Tenía 20 años y tuve la suerte de que todo salió bien". Poco después de ese partido, Casillas recuerda que se produjo otro suceso que le catapultó a la titularidad en la Selección. "Apenas quince días después fue Cañizares el que causó baja por un accidente, y me hice con la titularidad en el Mundial de Corea y Japón. En las tres semanas que fueron desde la final de la Champions al Mundial 2002 cambió mi carrera".
Del Bosque recuerda con cariño la progresión de Casillas, y también la polémica que se levantó por su suplencia en los meses previos a la final de Hampden Park. "Se ha hablado mucho sobre eso, pero lo único que tengo que decir es que sólo tuve en cuenta, como hago hoy, los asuntos deportivos. Si alguien quiere apuntarme algo en el debe de Iker Casillas, también debería apuntarme algo en su haber. Le conozco desde los once años y he seguido y apoyado toda su trayectoria en el Madrid".
Pero de ese partido en Escocia Del Bosque no sólo recuerda el papel de Iker, sino otros detalles curiosos: "Por ejemplo la sustitución de Figo, que no le gustó. Le cambié porque tenía un golpe fuerte en el tobillo y se estaba resintiendo. En su lugar salió McManaman, que lo hizo muy bien y nos ayudó mucho". El seleccionador también se acuerda "del partidazo que hizo Roberto Carlos, un lateral izquierdo irrepetible" y de lo listos que estuvieron el brasileño y Raúl "en la jugada del primer gol, cuando aprovecharon un saque de banda para anular la posición de fuera de juego, ya que no existe si es en primera acción".
El seleccionador está agradecido a aquel grupo de jugadores "porque lo ganaron todo y con un buen fútbol" del que ya sólo Casillas queda en el club. También recuerda "lo bonito que es ganar la Copa de Europa, y más en un club como el Real Madrid que es una leyenda de la competición".
Casillas, que tras el partido participó en la fiesta que el Madrid montó en el hotel Hilton de Glasgow y dedicó el triunfo a César ("Quiero dedicarle esto a mi compañero César, que ha tenido que dejar el partido por lesión", dijo Iker aquel 12 de mayo de 2002) lo ve ya como "algo bonito pero lejano".
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