miércoles, 3 de marzo de 2010

La tropa latina de los Mets

-- La presencia de peloteros latinos dentro de la organización de los Mets de Nueva York se ha convertido en un elemento clave para el triunfo del equipo y la nueva temporada que se avecina su aportación será decisiva en el triunfo "necesario" que deben conseguir después de varios años de "frustraciones".

Encabezados por el abridor estelar venezolano Johan Santana, junto con su compatriota Francisco Rodríguez, el cerrador estrella, y el también abridor mexicano Oliver Pérez, el pitcheo de los metropolitanos está en buenas manos, si todos ellos alcanzan su mejor rendimiento.

Además cada uno de ellos llegan a la nueva temporada en plan "reivindicativo" y con el único objetivo de demostrar que lo sucedido la pasada temporada, quedar fuera de la competición de la fase final, se dio por culpa de las graves lesiones que sufrieron algunos peloteros decisivos.

La punta de la rotación de los Mets se encuentra de nuevo en buenas manos, ya que Santana tiene un aspecto saludable tras ser operado de un codo izquierdo al final de la pasada temporada.
Santana es consciente que su aportación esta temporada será todavía mucho más decisiva dado que no se sabe como van a responder el resto de los compañeros de la rotación.

La salud de los jugadores fue el tema dominante el año pasado, cuando 11 lanzadores abrieron por lo menos cinco partidos.

Santana terminó la temporada en la lista de lesionados tras ser operado para retirarle una astilla ósea en el codo derecho y Pérez corrió la misma suerte tras ser operado el primero de septiembre de la rodilla derecha.

El zurdo estelar venezolano no tiene ninguna duda que el 2010 será el año de la reivindicación por una razón: la motivación de enterrar los sinsabores.

"Uno siente cuando se encuentra fuerte y seguro por lo que para nada nos importa lo que piensen los demás de nosotros", comentó Santana. "Si bien muchos no nos toman en cuenta, es muy importante para nosotros como equipo y especialmente para mí, demostrar de nuevo que somos ganadores".

El premio Cy Young de la Liga Americana en 2004 y 2006 finalizó 2009 con marca 13-9, 3.13 de efectividad y por primera vez en sus últimas seis campañas no pudo superar los 200 o más episodios lanzados o pasar la barrera de los 200 o más ponches recetados.

El zurdo de 30 años reconoce que se cometieron muchos desaciertos el año pasado que deben subsanarse en 2010.

"Uno como jugador y en mi caso como pitcher siempre estoy dispuesto a aprender. Nosotros el año pasado cometimos muchísimos errores físicos y mentales que hay que corregir", señaló. Pero "el factor principal es sentirse uno mismo con confianza para trasmitirla al resto y sentirnos unidos más que nunca".

Santana no tiene ninguna duda que su recuperación es completa y así lo atestigua también su compatriota, el veterano receptor Henry Blanco, con quien trabajo en el campo de entrenamiento.

El zurdo estelar aclaró que Blanco no será su receptor particular, aunque lo elogió por su experiencia y consideró que será importante tener sus servicios en la campaña.

Blanco también piensa igual, está convencido que puede ayudar al equipo con su experiencia después de haber pasado por equipos tan importantes como los Bravos de Atlanta, los Dodgers de Los Ángeles, Cachorros de Chicago y Padres de San Diego, entre otros.

Blanco no tendrá fácil su estancia con los Mets ya que tendrá que luchar por un puesto junto a Rod Barajas, el puertorriqueño Omir Santos, Josh Thole, Chris Coste y Shawn Riggans. Santos y Thole estuvieron con los Mets el año pasado.

El mayor enigma es Pérez, que tiene un efecto dominador pero ha tenido problemas para encontrar el plato a lo largo de su carrera. El zurdo con foja de 6-3 tuvo un promedio de 4,95 boletos gratis en nueve entradas _ la peor actuación para un lanzador por lo menos con 1.000 episodios.

Pérez aceptó un contrato de tres años por 36 millones de dólares tras concluir la temporada del 2008 a las órdenes de coach de picheo Dan Warthen, y tuvo un registro de 3-5 con un promedio de efectividad de 3,77 en sus últimas 20 aperturas.

Pérez es consciente que afectado por dolencias en la rodilla derecha, la marca de 3-4, 6.82 de efectividad en sólo 66 episodios que lanzó el año pasado no justifican su salario millonario.

Fue un bajón muy acentuado en su rendimiento con respecto a las dos anteriores temporadas que hicieron entusiasmar a los Mets. En el 2007 ganó 15 juegos y perdió 10, su efectividad fue de 3.56 y lanzó 177 entradas.

El mexicano de 28 años sufrió fue sometido en septiembre a una operación de limpieza de tejido en la rodilla y asegura que se siente mejor tras la cirugía.

El zurdo mexicano asegura que ha trabajado para llegar esta vez en condiciones óptimas física y mentalmente, que le permita ser otro lanzador en el montículo.

Estimulado por su compañero, el boricua Carlos Beltrán, se sometió a un programa de acondicionamiento físico en Arizona y ahora dice que se encuentra en la "mejor forma" de su vida.

Rodríguez ya demostró todo su poder como taponero estelar y seguirá en la misma línea o mejor cuando de comienzo la nueva temporada.

Mientras que peloteros como el propio Beltrán, que llegará también recuperado de su operación de rodilla, su compatriota Ángel Pagán y el dominicano José Reyes, estelar indiscutible dentro del equipo, que aspira a demostrar todavía mucho más su valía.

Pagán se está acostumbrado a cubrir las enormes bajas que sufren los Mets y para nada le preocupa esa situación, todo lo contrario, el jardinero puertorriqueño, de 28 años, admite que le han faltado oportunidades y suerte con la salud, por lo que desea jugar y hacer bien el trabajo.

Pagán se perfila para ocupar desde las primeras semanas de la temporada de 2010 el jardín central de los Mets hasta el regreso del artillero Beltrán, quien estará en su etapa final de rehabilitación tras operarse la rodilla.

Pagán cumplió en el 2009 una buena campaña a la ofensiva, al terminar con promedio de .306 en 343 turnos al bate, con 22 dobles, 11 triples, seis cuadrangulares y 32 carreras impulsadas.

El manejador de los Mets, Jerry Manuel, y el gerente general del equipo, el dominicano Omar Minaya, que confiaron plenamente en el rendimiento de los peloteros latinos, también son conscientes que su aportación será vital de cara a la nueva temporada y su propio futuro dentro de la organización.

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