Real Madrid 3 - 1 Sporting Gijon
MADRID -- El Real Madrid remontó un nuevo encuentro en el Santiago Bernabéu (3-1), basado en su demoledora pegada en una tarde de poco fútbol, para mantener el liderato firmando pleno de triunfos de local, ante un Sporting de Gijón que se marchó enfadado por decisiones arbitrales en acciones que decidieron el partido.
Se agarra el Real Madrid a la épica en el Bernabéu, alejado del fútbol vistoso de otros duelos, para dar la vuelta a un nuevo partido y transformar en aplausos los silbidos de su afición, con los que castigó la desmotivación de una primera parte para el olvido.
Regresó el conjunto madridista al escenario de una nueva desilusión europea sin reproche inicial en la grada. Acostumbrados a las malas noticias en Liga de Campeones, la afición aguantó 38 minutos de bostezo antes de silbar por una primera mitad de juego sin ritmo y terminar levantándose del asiento por el fútbol eléctrico. Sostenido por impulsos cuando le vienen mal dadas.
Los reproches llegaron por la mala lectura inicial del partido. El 'efecto Bernabéu' no es suficiente como para ganar a un rival sin pelea, y la movilidad de Cristiano Ronaldo hay días que no basta. Enfrente había un Sporting bien ubicado sobre el terreno de juego. Con el gusto por el balón que impone Alberto Rivera. Al que sólo se le pudo achacar su falta de hambre en minutos de juego sin orden madridista.
Nació frío el encuentro y los mil intentos de Cristiano por cambiar la dinámica no tuvieron éxito de inicio. Su hambre de ganar se transforma en gestos de reproches a sus compañeros, cuando no leen un pase o no aciertan en una acción. Debe modificarlo el portugués.
La acción con Gonzalo Higuaín ante el Lyon desvió los focos de la crítica hacia el argentino. La paciencia de sus compañeros tiene un límite, aunque sea el líder indiscutible sobre el césped.
El ligero dominio local no encontró remate. Un cabezazo desviado de Higuaín (min.8), un disparo a las nubes de Esteban Granero (m.22) y el remate de más peligro, de nuevo del 'Pipita' que chutó cruzado en carrera (m.32) fueron los avisos blancos antes del primer disparo a puerta. Juan Pablo Colinas ante Cristiano, en una acción tras error de Diego Camacho, de tres para tres, en la que pecó de egoísmo.
El Sporting aguantó el juego de bajas pulsaciones madridista. No se descompuso en ningún momento y sustentado en la calidad de Rivera, asociado con el trabajo incansable de Diego Castro, intentó sorprender a Iker Casillas. Miguel De las Cuevas chutó la acción más brillante del escaso balance ofensivo.
El francés 'Lass' Diarra está tonteando con su futuro. Instalado en su rendimiento más bajo desde que llegó a Madrid, los aplausos que agradecían su lucha en el centro del campo se han convertido en reproches a sus limitaciones en los pases. El chileno Manuel Pellegrini le sustituyó en el descanso. Aporta poco comparado con José María Gutiérrez 'Guti'. Su entrada cambia la cara del equipo.
El toque de Guti, que hace jugar con más rapidez y claridad a sus compañeros, más el grado de intensidad que subió el Real Madrid, le bastó para remontar. Salió en busca del triunfo, con un testarazo del holandés Rafael van der Vaart que rozó el larguero, pero se encontró con el tanto en contra.
Un error defensivo, al tirar mal el fuero de juego, plantó solo a un ex madridista como David Barral ante Casillas (min.53). Escorado, no dudó. Con la portería en su mente, no pensó en asistir y sí en soltar un potente disparo arriba, imparable para el capitán blanco. Estallaba de alegría una incansable afición, que arropó con sus cánticos de inicio a fin. Un ejemplo a seguir.
La alegría duró poco. En la siguiente acción, nada más sacar de centro, Cristiano provocó una falta. La chutó con su potencia habitual, Juan Pablo despejó como pudo, y el balón muerto lo envió a la red Van der Vaart. El control de balón, con las manos junto al cuerpo, pero ayudándose de ellas para acomodar el esférico desató las quejas de los jugadores del Sporting.
No se habían levantado del golpe, cuando dos minutos después, en plena avalancha blanca, Cristiano remataba un córner con un salto descomunal y Xabi Alonso, solo en el segundo palo, remachaba a la red el tanto que volteaba el marcador. Ciento veinte segundos cambiaban el rumbo. Con todo a favor, Juan Pablo evitó una derrota mayor.
El portero del Sporting se lució ante un disparo ajustado de Marcelo, ante otro en semi fallo del brasileño y un tiro lejano de Cristiano. El juego de ataque blanco dejó huecos en defensa. Rivera los leyó para asistir a Castro. Con todo a su favor chutó a las manos de Casillas.
Una nueva acción protestada por el Sporting sentenció el encuentro. De aspirar a empatar, en jugada de Castro derribado por Álvaro Arbeloa dentro del área, pasó a encajar a la contra el gol de Higuaín. Zurdazo ajustado para cerrar el marcador. El Real Madrid duerme líder tras jugar con fuego ante un Sporting que regresa orgulloso a casa.
Se agarra el Real Madrid a la épica en el Bernabéu, alejado del fútbol vistoso de otros duelos, para dar la vuelta a un nuevo partido y transformar en aplausos los silbidos de su afición, con los que castigó la desmotivación de una primera parte para el olvido.
Regresó el conjunto madridista al escenario de una nueva desilusión europea sin reproche inicial en la grada. Acostumbrados a las malas noticias en Liga de Campeones, la afición aguantó 38 minutos de bostezo antes de silbar por una primera mitad de juego sin ritmo y terminar levantándose del asiento por el fútbol eléctrico. Sostenido por impulsos cuando le vienen mal dadas.
Los reproches llegaron por la mala lectura inicial del partido. El 'efecto Bernabéu' no es suficiente como para ganar a un rival sin pelea, y la movilidad de Cristiano Ronaldo hay días que no basta. Enfrente había un Sporting bien ubicado sobre el terreno de juego. Con el gusto por el balón que impone Alberto Rivera. Al que sólo se le pudo achacar su falta de hambre en minutos de juego sin orden madridista.
Nació frío el encuentro y los mil intentos de Cristiano por cambiar la dinámica no tuvieron éxito de inicio. Su hambre de ganar se transforma en gestos de reproches a sus compañeros, cuando no leen un pase o no aciertan en una acción. Debe modificarlo el portugués.
La acción con Gonzalo Higuaín ante el Lyon desvió los focos de la crítica hacia el argentino. La paciencia de sus compañeros tiene un límite, aunque sea el líder indiscutible sobre el césped.
El ligero dominio local no encontró remate. Un cabezazo desviado de Higuaín (min.8), un disparo a las nubes de Esteban Granero (m.22) y el remate de más peligro, de nuevo del 'Pipita' que chutó cruzado en carrera (m.32) fueron los avisos blancos antes del primer disparo a puerta. Juan Pablo Colinas ante Cristiano, en una acción tras error de Diego Camacho, de tres para tres, en la que pecó de egoísmo.
El Sporting aguantó el juego de bajas pulsaciones madridista. No se descompuso en ningún momento y sustentado en la calidad de Rivera, asociado con el trabajo incansable de Diego Castro, intentó sorprender a Iker Casillas. Miguel De las Cuevas chutó la acción más brillante del escaso balance ofensivo.
El francés 'Lass' Diarra está tonteando con su futuro. Instalado en su rendimiento más bajo desde que llegó a Madrid, los aplausos que agradecían su lucha en el centro del campo se han convertido en reproches a sus limitaciones en los pases. El chileno Manuel Pellegrini le sustituyó en el descanso. Aporta poco comparado con José María Gutiérrez 'Guti'. Su entrada cambia la cara del equipo.
El toque de Guti, que hace jugar con más rapidez y claridad a sus compañeros, más el grado de intensidad que subió el Real Madrid, le bastó para remontar. Salió en busca del triunfo, con un testarazo del holandés Rafael van der Vaart que rozó el larguero, pero se encontró con el tanto en contra.
Un error defensivo, al tirar mal el fuero de juego, plantó solo a un ex madridista como David Barral ante Casillas (min.53). Escorado, no dudó. Con la portería en su mente, no pensó en asistir y sí en soltar un potente disparo arriba, imparable para el capitán blanco. Estallaba de alegría una incansable afición, que arropó con sus cánticos de inicio a fin. Un ejemplo a seguir.
La alegría duró poco. En la siguiente acción, nada más sacar de centro, Cristiano provocó una falta. La chutó con su potencia habitual, Juan Pablo despejó como pudo, y el balón muerto lo envió a la red Van der Vaart. El control de balón, con las manos junto al cuerpo, pero ayudándose de ellas para acomodar el esférico desató las quejas de los jugadores del Sporting.
No se habían levantado del golpe, cuando dos minutos después, en plena avalancha blanca, Cristiano remataba un córner con un salto descomunal y Xabi Alonso, solo en el segundo palo, remachaba a la red el tanto que volteaba el marcador. Ciento veinte segundos cambiaban el rumbo. Con todo a favor, Juan Pablo evitó una derrota mayor.
El portero del Sporting se lució ante un disparo ajustado de Marcelo, ante otro en semi fallo del brasileño y un tiro lejano de Cristiano. El juego de ataque blanco dejó huecos en defensa. Rivera los leyó para asistir a Castro. Con todo a su favor chutó a las manos de Casillas.
Una nueva acción protestada por el Sporting sentenció el encuentro. De aspirar a empatar, en jugada de Castro derribado por Álvaro Arbeloa dentro del área, pasó a encajar a la contra el gol de Higuaín. Zurdazo ajustado para cerrar el marcador. El Real Madrid duerme líder tras jugar con fuego ante un Sporting que regresa orgulloso a casa.
Espanyol 2 - 0 Sevilla FC
Un tibio Sevilla cayó ante el Espanyol
BARCELONA -- El Sevilla compareció sólo por puro trámite en el estadio de Cornellà, donde el Espanyol le superó de punta a punta a través de la presión y la intensidad, un triunfo culminado con dos goles del delantero argentino Pablo Daniel Osvaldo.
El equipo de Manolo Jiménez estuvo muy por debajo de lo esperado frente al entusiasmo del Espanyol. Le faltó alma e intensidad, las armas que empleó el conjunto local. Dos lesiones en la primera parte acabaron por dejarle sin fuerzas ni ganas de competir con los brazos caídos antes de tiempo, una imagen que no contribuirá a mejorar la de su entrenador.
Espanyol y Sevilla volvían a escena después de sendos batacazos, en Liga el equipo local, en la Liga de Campeones el visitante andaluz. Aprendió mejor la lección el conjunto de Mauricio Pochettino, enchufado desde el pitido inicial, capaz de atropellar al Sevilla en los primeros compases, peleando cada balón como si fuera el último.
Al Sevilla le costó casi media hora darse cuenta de que estaba nuevamente en el meollo de la Liga. Dedicó demasiado tiempo a verlas venir, aturdido por su eliminación en la Champions, sin fútbol ni agresividad, demasiado previsible y falto de una de sus señas de identidad, su poderoso juego por bandas.
Fue toda una invitación al rival. Ante la mirada de Fernando Navarro recogió el guante Fernando Marqués desde el extremo derecho del ataque del Espanyol. Su balón al área, templado, suave, entre Palop y los centrales, lo remató de manera impecable Osvaldo para abrir el marcador. Era el prólogo del partido. Comenzaban los problemas para el Sevilla.
Las calamidades continuaron en forma de lesiones: en menos de media hora cayeron Navas y Capel, las alas del Sevilla, los únicos capaces de desbordar y buscar el uno contra uno. Jiménez dio entrada a Perotti y Acosta, pero el conjunto andaluz siguió anclado, colgando de la inspiración de Zokora y Duscher, un doble pivote con músculo, pero sin batuta.
Más hábil en la lectura del partido, el Espanyol anuló la escasa creación del Sevilla. Javi Márquez, Moisés y Luis García formaron un triángulo en el que cayeron los pivotes sevillistas y Renato, perdido en la media punta, sin rumbo en su intento de enganchar con Kanouté.
El Espanyol cedió terreno a medida que avanzó el partido, cómodo con su ventaja en el marcador y sorprendido por la inocencia de un equipo que aspira a la Champions. Poco a poco, el Sevilla se adueñó de la pelota, pero sólo puso en apuros a Cristian Álvarez a balón parado, en un remate de Escudé. Apenas ofreció nada más en todo el partido.
La reanudación agravó los males del Sevilla, que encajó el segundo gol en una pérdida de balón en la zona de creación. Marqués, atento, asistió a Osvaldo, que ya había ganado la posición ante Palop, para anotar y hundir definitivamente al Sevilla.
Jiménez rescató a Negredo del banquillo para colocarle junto a Kanouté en la punta de ataque. Tampoco la entrada del delantero reanimó al Sevilla. Su problema, más que en el remate, estuvo en la creación. Sin Navas ni Capel, sin brújula en el centro del campo, el Sevilla ni siquiera se tomó la molestia de protestar un penalti a Kanouté.
El Espanyol, mientras, se dedicó a disfrutar de un partido mucho más cómodo de lo previsto, en su séptimo encuentro consecutivo en casa sin perder. Poco a poco, los de Pochettino se hacen fuertes en Cornellà, donde el Sevilla acabó diluido y desencajado, víctima de su peor momento del curso, y con sólo dos de los doce últimos puntos en juego en su zurrón.
El equipo de Manolo Jiménez estuvo muy por debajo de lo esperado frente al entusiasmo del Espanyol. Le faltó alma e intensidad, las armas que empleó el conjunto local. Dos lesiones en la primera parte acabaron por dejarle sin fuerzas ni ganas de competir con los brazos caídos antes de tiempo, una imagen que no contribuirá a mejorar la de su entrenador.
Espanyol y Sevilla volvían a escena después de sendos batacazos, en Liga el equipo local, en la Liga de Campeones el visitante andaluz. Aprendió mejor la lección el conjunto de Mauricio Pochettino, enchufado desde el pitido inicial, capaz de atropellar al Sevilla en los primeros compases, peleando cada balón como si fuera el último.
Al Sevilla le costó casi media hora darse cuenta de que estaba nuevamente en el meollo de la Liga. Dedicó demasiado tiempo a verlas venir, aturdido por su eliminación en la Champions, sin fútbol ni agresividad, demasiado previsible y falto de una de sus señas de identidad, su poderoso juego por bandas.
Fue toda una invitación al rival. Ante la mirada de Fernando Navarro recogió el guante Fernando Marqués desde el extremo derecho del ataque del Espanyol. Su balón al área, templado, suave, entre Palop y los centrales, lo remató de manera impecable Osvaldo para abrir el marcador. Era el prólogo del partido. Comenzaban los problemas para el Sevilla.
Las calamidades continuaron en forma de lesiones: en menos de media hora cayeron Navas y Capel, las alas del Sevilla, los únicos capaces de desbordar y buscar el uno contra uno. Jiménez dio entrada a Perotti y Acosta, pero el conjunto andaluz siguió anclado, colgando de la inspiración de Zokora y Duscher, un doble pivote con músculo, pero sin batuta.
Más hábil en la lectura del partido, el Espanyol anuló la escasa creación del Sevilla. Javi Márquez, Moisés y Luis García formaron un triángulo en el que cayeron los pivotes sevillistas y Renato, perdido en la media punta, sin rumbo en su intento de enganchar con Kanouté.
El Espanyol cedió terreno a medida que avanzó el partido, cómodo con su ventaja en el marcador y sorprendido por la inocencia de un equipo que aspira a la Champions. Poco a poco, el Sevilla se adueñó de la pelota, pero sólo puso en apuros a Cristian Álvarez a balón parado, en un remate de Escudé. Apenas ofreció nada más en todo el partido.
La reanudación agravó los males del Sevilla, que encajó el segundo gol en una pérdida de balón en la zona de creación. Marqués, atento, asistió a Osvaldo, que ya había ganado la posición ante Palop, para anotar y hundir definitivamente al Sevilla.
Jiménez rescató a Negredo del banquillo para colocarle junto a Kanouté en la punta de ataque. Tampoco la entrada del delantero reanimó al Sevilla. Su problema, más que en el remate, estuvo en la creación. Sin Navas ni Capel, sin brújula en el centro del campo, el Sevilla ni siquiera se tomó la molestia de protestar un penalti a Kanouté.
El Espanyol, mientras, se dedicó a disfrutar de un partido mucho más cómodo de lo previsto, en su séptimo encuentro consecutivo en casa sin perder. Poco a poco, los de Pochettino se hacen fuertes en Cornellà, donde el Sevilla acabó diluido y desencajado, víctima de su peor momento del curso, y con sólo dos de los doce últimos puntos en juego en su zurrón.
Xerez 2 - 1 Tenerife
Xerez no se resigna y le gana al Tenerife
JEREZ DE LA FRONTERA -- El Xerez Deportivo, tras superar en el estadio Chapín 2-1 al CD Tenerife, se ilusiona con la posibilidad de la remontada y luchar hasta el final por una permanencia que tiene muy complicada, y más al vencer ante un rival directo que se complica la vida en el mismo objetivo.
De todas maneras, el colista de la Primera División sigue muy descolgado y el Tenerife, pese a perder en Xerez, le mantiene una ventaja de cinco puntos más coeficiente particular de goles.
El Xerez encarriló el encuentro durante el primer cuarto de hora, pero también tuvo que sufrir hasta el final después de que el Tenerife acortara distancias en los inicios de la segunda parte.
El primer tiempo tuvo dos partes diferenciadas, pues los primeros quince minutos fueron de dominio del Xerez y la media hora restante la iniciativa y las ocasiones correspondieron al Tenerife.
El Xerez necesitaba la victoria y por ella salió desde el inicio. Carlos Calvo tuvo la primera ocasión en el minuto cinco, pero estuvo lento y despejó la defensa tinerfeña.
Justo en la jugada siguiente se adelantó el equipo xerecista. Orellana centró desde la derecha y Bermejo, solo dentro del área, remató de cabeza y batió a Aragoneses.
El conjunto de José Luis Oltra dio muchas facilidades en defensa, de lo cual se aprovechó el que dirige el argentino Néstor Gorosito, por lo que Víctor Sánchez dispuso de una oportunidad tras un saque de esquina, pero no llegó al servicio de Míchel.
Al cuarto de hora llegó el 2-0 tras otro error defensivo del Tenerife. Carlos Calvo centró desde la derecha tras un saque de esquina, remató de cabeza Leandro, rebotó en el travesaño y el rechace lo recogió Aythami en boca de gol para anotar el 2-0.
Tras el gol, el Tenerife asumió el mando del choque. A los diecinueve minutos el conjunto canario tuvo la primera ocasión en las botas de Alejandro Alfaro, cuyo disparo raso y cruzado lo desvió Chema a córner.
En el 33 el conjunto tinerfeño dispuso de una doble ocasión muy clara. Ayoze botó una falta y el remate de Richi se fue al travesaño. Tras el rechace, el árbitro señaló penalti por mano de Redondo, pero Nino lanzó la pena máxima y la detuvo Chema, por lo que con 2-0 se llegó al descanso.
Después de la reanudación no varió el panorama. El Tenerife buscó el empate, mientras que el Xerz esperó atrás e intentó aprovechar alguna contra.
En el primer minuto de la segunda mitad, Ayoze tuvo el 2-1 tras un doble fallo de Leandro y Chema, pero su remate se marchó a córner.
Dos minutos más tarde acortó distancias el equipo visitante gracias a un gol de Nino solo en el segundo palo tras servicio de Alfaro.
Pudo empatar el Tenerife en el 57 merced a un disparo de Juanlu ajustado al poste y unos minutos después volvió a disponer de otra oportunidad, pero el balón se fue a córner.
Oltra dio entrada paulatinamente a Dinei, Kome y Omar, pero, a pesar de los cambios, apenas volvió a llegar con peligro el Tenerife.
A mitad del segundo tiempo, Gorosito introdujo en el terreno de juego a Emilio Viqueira para darle consistencia al centro del campo, que estaba en manos del conjunto canario.
De ahí hasta el final se vivió algo de incertidumbre y más cuando ya en la prolongación fue expulsado el lateral del Xerez Juan Luis Redondo por doble amonestación, aunque el 2-1 se mantuvo.
De todas maneras, el colista de la Primera División sigue muy descolgado y el Tenerife, pese a perder en Xerez, le mantiene una ventaja de cinco puntos más coeficiente particular de goles.
El Xerez encarriló el encuentro durante el primer cuarto de hora, pero también tuvo que sufrir hasta el final después de que el Tenerife acortara distancias en los inicios de la segunda parte.
El primer tiempo tuvo dos partes diferenciadas, pues los primeros quince minutos fueron de dominio del Xerez y la media hora restante la iniciativa y las ocasiones correspondieron al Tenerife.
El Xerez necesitaba la victoria y por ella salió desde el inicio. Carlos Calvo tuvo la primera ocasión en el minuto cinco, pero estuvo lento y despejó la defensa tinerfeña.
Justo en la jugada siguiente se adelantó el equipo xerecista. Orellana centró desde la derecha y Bermejo, solo dentro del área, remató de cabeza y batió a Aragoneses.
El conjunto de José Luis Oltra dio muchas facilidades en defensa, de lo cual se aprovechó el que dirige el argentino Néstor Gorosito, por lo que Víctor Sánchez dispuso de una oportunidad tras un saque de esquina, pero no llegó al servicio de Míchel.
Al cuarto de hora llegó el 2-0 tras otro error defensivo del Tenerife. Carlos Calvo centró desde la derecha tras un saque de esquina, remató de cabeza Leandro, rebotó en el travesaño y el rechace lo recogió Aythami en boca de gol para anotar el 2-0.
Tras el gol, el Tenerife asumió el mando del choque. A los diecinueve minutos el conjunto canario tuvo la primera ocasión en las botas de Alejandro Alfaro, cuyo disparo raso y cruzado lo desvió Chema a córner.
En el 33 el conjunto tinerfeño dispuso de una doble ocasión muy clara. Ayoze botó una falta y el remate de Richi se fue al travesaño. Tras el rechace, el árbitro señaló penalti por mano de Redondo, pero Nino lanzó la pena máxima y la detuvo Chema, por lo que con 2-0 se llegó al descanso.
Después de la reanudación no varió el panorama. El Tenerife buscó el empate, mientras que el Xerz esperó atrás e intentó aprovechar alguna contra.
En el primer minuto de la segunda mitad, Ayoze tuvo el 2-1 tras un doble fallo de Leandro y Chema, pero su remate se marchó a córner.
Dos minutos más tarde acortó distancias el equipo visitante gracias a un gol de Nino solo en el segundo palo tras servicio de Alfaro.
Pudo empatar el Tenerife en el 57 merced a un disparo de Juanlu ajustado al poste y unos minutos después volvió a disponer de otra oportunidad, pero el balón se fue a córner.
Oltra dio entrada paulatinamente a Dinei, Kome y Omar, pero, a pesar de los cambios, apenas volvió a llegar con peligro el Tenerife.
A mitad del segundo tiempo, Gorosito introdujo en el terreno de juego a Emilio Viqueira para darle consistencia al centro del campo, que estaba en manos del conjunto canario.
De ahí hasta el final se vivió algo de incertidumbre y más cuando ya en la prolongación fue expulsado el lateral del Xerez Juan Luis Redondo por doble amonestación, aunque el 2-1 se mantuvo.
Deportivo La Coruña 0 - 2 Valladolid
Valladolid logra su primer triunfo del año
LA CORUÑA -- El Valladolid logró en Riazor su primer triunfo del 2010, rompió el maleficio como visitante seis meses después y se reenganchó a la carrera por la permanencia en Primera a costa del Deportivo, incapaz de superar los contratiempos para ampliar sus ambiciones competitivas.
Con el lastre de tres derrotas consecutivas y once jornadas sin ganar el equipo pucelano recuperó el sabor del triunfo. Olvidado desde que superó al Sporting el pasado 20 de diciembre. Más lejana era la satisfacción como visitante. Desde septiembre, cuando venció en La Romareda al Zaragoza.
La agobiante situación que acucia al Valladolid, los daños saldados del último partido ante el Real Madrid, propició una reconsideración de la situación. Ya no había margen de error. Su 'liga' empezaba en Riazor.
No volvió la cara al choque el bloque pucelano a pesar de la solidez que acompaña al conjunto de Miguel Ángel Lotina, instalado en la parte alta y con las miras puestas en Europa para la próxima campaña. Sin embargo, el técnico del club gallego tiene que hacer encaje de bolillos dadas las limitaciones del plantel y el cúmulo de bajas. La más reciente, la del mexicano Andrés Guardado.
Es el Deportivo uno de los pocos buenos recuerdos que guarda el conjunto castellano en el presente ejercicio. Salió malparado, goleado, el cuadro coruñés de su visita al Nuevo Estadio de Zorrilla, entonces dirigido por Jose Luis Mendilibar goleó a los coruñeses.
El Valladolid amenazó desde el principio. A los dos minutos Diego Costa desperdició una indecisión entre Lopo y el meta Aranzubía.
Aunque fue el meta Justo Villar el que antes tuvo que entrar en acción ante un disparo de Juan Rodríguez pasado el cuarto de hora de juego.
El bloque de Onésimo, que por fin contó con el central portugués Henrique Sereno, refuerzo invernal pero hasta ahora inédito, advirtió con seriedad a cada una de sus acciones ofensivas. Borja, a la media hora, encontró una buena solución en un tiro bombeado que se marchó por encima de la meta de Aranzubia después de una jugada que nació en Nauzet Alemán y pasó por el brasileño Diego Costa.
En el tramo final, la sensación de insistencia local fue mayor. Juan Rodríguez estuvo desafortunado y el Valladolid ya no desperdició su última opción antes del intermedio.
Un buen disparo desde la frontal de Pedro López fue respondido por Aranzubía. Pero el rechace le cae a Naucet Alemán que, desde el punto de penalti, logra batir al meta del Deportivo.
La falta de reacción de los jugadores del equipo gallego tras el descanso decidieron a Lotina a hacer uso del banquillo. Ya dio entrada a Pablo Álvarez en la reanudación. De golpe sacó después a los atacantes Mista y Bodipo en lugar de Zé Castro y Valerón.
No fue solución. El choque se quedó sin ritmo y la buena respuesta visitante obligó al conjunto gallego a dividir su atención a las acciones defensivas. Sin embargo, tampoco el Valladolid terminaba de romper el partido hasta el tiempo añadido, cuando el bosnio nacionalizado holandés Medujanin sentenció el choque.
Con el lastre de tres derrotas consecutivas y once jornadas sin ganar el equipo pucelano recuperó el sabor del triunfo. Olvidado desde que superó al Sporting el pasado 20 de diciembre. Más lejana era la satisfacción como visitante. Desde septiembre, cuando venció en La Romareda al Zaragoza.
La agobiante situación que acucia al Valladolid, los daños saldados del último partido ante el Real Madrid, propició una reconsideración de la situación. Ya no había margen de error. Su 'liga' empezaba en Riazor.
No volvió la cara al choque el bloque pucelano a pesar de la solidez que acompaña al conjunto de Miguel Ángel Lotina, instalado en la parte alta y con las miras puestas en Europa para la próxima campaña. Sin embargo, el técnico del club gallego tiene que hacer encaje de bolillos dadas las limitaciones del plantel y el cúmulo de bajas. La más reciente, la del mexicano Andrés Guardado.
Es el Deportivo uno de los pocos buenos recuerdos que guarda el conjunto castellano en el presente ejercicio. Salió malparado, goleado, el cuadro coruñés de su visita al Nuevo Estadio de Zorrilla, entonces dirigido por Jose Luis Mendilibar goleó a los coruñeses.
El Valladolid amenazó desde el principio. A los dos minutos Diego Costa desperdició una indecisión entre Lopo y el meta Aranzubía.
Aunque fue el meta Justo Villar el que antes tuvo que entrar en acción ante un disparo de Juan Rodríguez pasado el cuarto de hora de juego.
El bloque de Onésimo, que por fin contó con el central portugués Henrique Sereno, refuerzo invernal pero hasta ahora inédito, advirtió con seriedad a cada una de sus acciones ofensivas. Borja, a la media hora, encontró una buena solución en un tiro bombeado que se marchó por encima de la meta de Aranzubia después de una jugada que nació en Nauzet Alemán y pasó por el brasileño Diego Costa.
En el tramo final, la sensación de insistencia local fue mayor. Juan Rodríguez estuvo desafortunado y el Valladolid ya no desperdició su última opción antes del intermedio.
Un buen disparo desde la frontal de Pedro López fue respondido por Aranzubía. Pero el rechace le cae a Naucet Alemán que, desde el punto de penalti, logra batir al meta del Deportivo.
La falta de reacción de los jugadores del equipo gallego tras el descanso decidieron a Lotina a hacer uso del banquillo. Ya dio entrada a Pablo Álvarez en la reanudación. De golpe sacó después a los atacantes Mista y Bodipo en lugar de Zé Castro y Valerón.
No fue solución. El choque se quedó sin ritmo y la buena respuesta visitante obligó al conjunto gallego a dividir su atención a las acciones defensivas. Sin embargo, tampoco el Valladolid terminaba de romper el partido hasta el tiempo añadido, cuando el bosnio nacionalizado holandés Medujanin sentenció el choque.
Athletic Bilbao 2 - 2 Getafe
Getafe logra un empate con lo justo ante Athletic Bilbao
BILBAO -- Un gol de Pedro León, en el minuto 85, evitó la victoria del Athletic cuando mejor pintaban las cosas para el conjunto de Joaquín Caparrós, que había recuperado la iniciativa en el marcador y la igualdad numérica ante un Getafe que jugó 40 minutos con un hombre más.
El Athletic ha entrado hoy en la zona europea de la clasificación tras un partido vibrante en San Mamés y deja al Getafe a cinco puntos, pero el empate le puede saber agridulce, porque tuvo en la mano el triunfo.
El empate, no obstante, quizás haya sido lo más justo en un choque con un montón vaivenes y en el que no faltaron ni goles -cuatro-, ni expulsiones -dos-, ni jugadas polémicas -más de una-.
Puso en franquía el encuentro para los locales Pablo Orbaiz y lo empató Manu del Moral antes de que el propio Orbaiz viese la primera tarjeta roja.
Ya en la segunda parte, Fernando Llorente igualó de nuevo, de penalti, en la que jugada que mandó a Miguel Torres antes de tiempo a vestuarios por tratar de enmendar un grave error de Jordi Codina, que tuvo que jugar de inicio por lesión del argentino Osky Ustari en el calentamiento.
Apretó el Athletic al principio del choque y forzó varios córners, en los que Codina estuvo dubitativo. Pero peligro real sobre la meta visitante no se dio hasta un jugada individual de Llorente, con caída incluida, en la que el público pidió penalti.
Respondió Manu del Moral, el más activo del hoy equipo blanco, con un lanzamiento lejano con más problemas de los que parecía para Iraizoz, que despejó a córner.
En la siguiente jugada, Llorente evitó que le cayese un chaparrón desde la grada de San Mamés con un preciso pase a Orbaiz en la frontal que el navarro aprovechó para poner el 1-0. En el inicio de la jugada, la afición rojiblanca recriminó a Llorente que no abriese a Gabilondo cuando entraba solo por el carril izquierdo.
Se le ponía bien el choque el Athletic, que abría el camino a su sexta victoria consecutiva en casa. Pero se relajó un tanto y el Getafe, a un ritmo un tanto cansino, empezó a tocar y a hacerse dueño del choque.
El equipo de Michel comenzó a acercarse con peligro a la portería local, pero fue en la acción más inesperada, un disparo de Manu desde la izquierda sin aparente peligro, en el que consiguió el empate. San José dudó en despejar y despistó a Iraizoz, que no reaccionó a tiempo.
El empate asentó al Getafe y metió dudas en el cuerpo al Athletic, que vio cómo el partido se le complicaba definitivamente cuando se quedó en inferioridad por la desproporcionada reacción de Orbaiz a un fea entrada por detrás de Cortés que le había lesionado.
Orbaiz se ganó la tarjeta roja, el Athletic no pudo hacer el cambio y al Getafe se le quedó el partido de cara para la segunda parte.
El segundo tiempo, empezó con Muniain en el campo y muy movido. Aunque la iniciativa era visitante, los locales parecían más capaces de marcar que incluso en igualdad numérica.
En esa dinámica, a Iraola se le marchó muy cruzado un tiro desde la derecha tras una buena combinación entre Muniain y Llorente. Miku respondió en el otro área con un disparo a la media vuelta sin mucho ángulo que Iraizoz despejó a córner.
Con el Getafe confiado en su manejo y su superioridad numérica, y el Athletic tirando ya de la heroica, llegó la jugada que parecía iba a ser definitiva en el partido. El penalti de Torres a Susaeta después de que el jugador del Athletic rechazase un despeje con el pie de Codina al borde del área.
Llorente despejó las dudas de quién es el especialista que necesita el conjunto rojiblanco desde los once metros con un disparo seco y raso tras una espera interminable para la afición local.
Ya con igualdad numérica de nuevo, el Getafe se repuso, insistió y encontró premio en un disparo afortunado de Pedro León que dio en Gurpegui y San José antes de superar al vencido Iraizoz.
Aún le quedó una ocasión al Athletic finalizando el añadido. La fabricaron entre Susaeta e Iraola, pero a Llorente se le fue alta la volea en el área pequeña.
El Athletic ha entrado hoy en la zona europea de la clasificación tras un partido vibrante en San Mamés y deja al Getafe a cinco puntos, pero el empate le puede saber agridulce, porque tuvo en la mano el triunfo.
El empate, no obstante, quizás haya sido lo más justo en un choque con un montón vaivenes y en el que no faltaron ni goles -cuatro-, ni expulsiones -dos-, ni jugadas polémicas -más de una-.
Puso en franquía el encuentro para los locales Pablo Orbaiz y lo empató Manu del Moral antes de que el propio Orbaiz viese la primera tarjeta roja.
Ya en la segunda parte, Fernando Llorente igualó de nuevo, de penalti, en la que jugada que mandó a Miguel Torres antes de tiempo a vestuarios por tratar de enmendar un grave error de Jordi Codina, que tuvo que jugar de inicio por lesión del argentino Osky Ustari en el calentamiento.
Apretó el Athletic al principio del choque y forzó varios córners, en los que Codina estuvo dubitativo. Pero peligro real sobre la meta visitante no se dio hasta un jugada individual de Llorente, con caída incluida, en la que el público pidió penalti.
Respondió Manu del Moral, el más activo del hoy equipo blanco, con un lanzamiento lejano con más problemas de los que parecía para Iraizoz, que despejó a córner.
En la siguiente jugada, Llorente evitó que le cayese un chaparrón desde la grada de San Mamés con un preciso pase a Orbaiz en la frontal que el navarro aprovechó para poner el 1-0. En el inicio de la jugada, la afición rojiblanca recriminó a Llorente que no abriese a Gabilondo cuando entraba solo por el carril izquierdo.
Se le ponía bien el choque el Athletic, que abría el camino a su sexta victoria consecutiva en casa. Pero se relajó un tanto y el Getafe, a un ritmo un tanto cansino, empezó a tocar y a hacerse dueño del choque.
El equipo de Michel comenzó a acercarse con peligro a la portería local, pero fue en la acción más inesperada, un disparo de Manu desde la izquierda sin aparente peligro, en el que consiguió el empate. San José dudó en despejar y despistó a Iraizoz, que no reaccionó a tiempo.
El empate asentó al Getafe y metió dudas en el cuerpo al Athletic, que vio cómo el partido se le complicaba definitivamente cuando se quedó en inferioridad por la desproporcionada reacción de Orbaiz a un fea entrada por detrás de Cortés que le había lesionado.
Orbaiz se ganó la tarjeta roja, el Athletic no pudo hacer el cambio y al Getafe se le quedó el partido de cara para la segunda parte.
El segundo tiempo, empezó con Muniain en el campo y muy movido. Aunque la iniciativa era visitante, los locales parecían más capaces de marcar que incluso en igualdad numérica.
En esa dinámica, a Iraola se le marchó muy cruzado un tiro desde la derecha tras una buena combinación entre Muniain y Llorente. Miku respondió en el otro área con un disparo a la media vuelta sin mucho ángulo que Iraizoz despejó a córner.
Con el Getafe confiado en su manejo y su superioridad numérica, y el Athletic tirando ya de la heroica, llegó la jugada que parecía iba a ser definitiva en el partido. El penalti de Torres a Susaeta después de que el jugador del Athletic rechazase un despeje con el pie de Codina al borde del área.
Llorente despejó las dudas de quién es el especialista que necesita el conjunto rojiblanco desde los once metros con un disparo seco y raso tras una espera interminable para la afición local.
Ya con igualdad numérica de nuevo, el Getafe se repuso, insistió y encontró premio en un disparo afortunado de Pedro León que dio en Gurpegui y San José antes de superar al vencido Iraizoz.
Aún le quedó una ocasión al Athletic finalizando el añadido. La fabricaron entre Susaeta e Iraola, pero a Llorente se le fue alta la volea en el área pequeña.
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