jueves, 18 de marzo de 2010

Barreto, orden y equilibrio



Horas antes de que Paraguay salte al campo de juego el próximo 15 de junio en Ciudad del Cabo para estrenarse en Sudáfrica 2010, ante la campeona defensora Italia, un futbolista en particular estará a la espera sacarse una espina que lleva cuatro años clavada en su piel: ser titular en el debut de su selección en una Copa Mundial de la FIFA.
Edgar Barreto, de él estamos hablando, explica el asunto a FIFA.com. “En 2006 llegué a Alemania jugando y, estando allí, me tocó salir del equipo. Es más, apenas entre unos minutos contra Suecia y, ya eliminados, contra Trinidad y Tobago. Entonces, reconozco que estoy esperando ese día para tener mi revancha”, afirma este disciplinado mediocampista de 25 años, responsable de aportar marca y equilibrio en el equipo de Gerardo Martino.
A pesar de empezar jugando en 12 de los 18 partidos de las pasadas eliminatorias, Barreto sabe que todavía no tiene el lugar asegurado en Sudáfrica. Aún así, asume los méritos que lo han puesto cerca de su segunda fase final. “Dar todo más allá de no ser un representante del fútbol paraguayo como pueden serlo Roque (Santa Cruz), Haedo (Valdez) o Salvador (Cabañas)… Lo mío es un trabajo que se ve menos, aunque sé que el entrenador lo nota, ¡sino dejaría de llamarme!”, exclama.
El actual volante del Atalanta italiano no pisa un campo desde noviembre, cuando le diagnosticaron una micro fractura en un dedo del pie izquierdo. Para peor, una lesión similar en otro dedo del mismo pie demoró su regreso. Sin embargo, Barreto no cree esto le reste posibilidades. “Será clave ese mes antes del Mundial en el que estemos todos juntos. Allí habrá otros en una situación similar, por eso ahora sólo pienso en volver a jugar y estar a disposición de Martino”, afirma desde Bérgamo.
Perfil bajo, ascenso constante

Edgar Osvaldo Barreto Cáceres nació en Asunción el 15 de julio de 1984 e hizo todas las divisiones menores en Cerro Porteño, uno de los dos clubes más importantes de Paraguay. Debutó en Primera Divisón en 2002, partiendo a Europa a principios de 2004 con una deuda pendiente: “Salir campeón con esa camiseta. Espero volver algún día para darme el gusto”, anuncia.
Gracias a su capacidad de quite, buena distribución de balón y potente remate de media distancia, este admirador de Andrea Pirlo ya venía destacándose en las selecciones juveniles, con las cuales había jugado la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA Trinidad y Tobago 2001 y la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA EAU 2003. Pero aquel 2004 sería el año de su despegue definitivo. En enero tuvo una destacada actuación en el Torneo Pre-Olímpico, donde la Albirroja eliminó a Brasil. Días más tarde se confirmó su transferencia al NEC Nijmegen holandés. En julio debutó con la selección mayor en un amistoso ante Costa Rica. En agosto, junto a su hermano Diego, hoy arquero de Cerro Porteño, formó parte del equipo sub-23 que logró la histórica medalla plateada en el Torneo Olímpico de Fútbol Atenas 2004…
A nadie sorprendió, entonces, que Aníbal Ruiz lo hiciera jugar en septiembre ante Venezuela por la 8va fecha de las eliminatorias para Alemania 2006. De hecho, Barreto se hizo habitual de la selección, y cuando todo hacía suponer que sería de la partida ante Inglaterra en el debut mundialista… Ruiz lo dejó en el banco.
Análisis y objetivos

La prematura eliminación de Paraguay de aquella fase final, donde no superó la primera fase, dejó enseñanzas positivas a Barreto. “No hay una razón para explicarla, aunque sí terminó condicionándonos perder el primer partido. Ahora abrimos contra otra gran selección como Italia, por lo que será importante lograr un resultado positivo para encarar los otros juegos tranquilos, sin que esa obligación de ganar nos afecte los nervios”.
Barreto no tiene problemas en analizar a sus otros contrarios del Grupo F. “Eslovaquia dejó atrás a selecciones importantes, y eso da la pauta de qué tipo de rival puede ser. A Nueva Zelanda no la conozco demasiado, pero tendrá sus méritos. El tema con los equipos poco conocidos es que siempre pueden sorprenderte. Rápidamente se me viene a la mente Senegal en 2002 ante Francia. Por eso habrá que estudiarlos profundamente”, avisa.
A la hora de hablar sobre los objetivos, el volante suena realista. “Es difícil ponernos como candidatos. Queremos mejorar lo hecho en Alemania y, luego, quebrar esa barrera histórica que han sido para Paraguay los octavos de final. Pero la aspiración es llegar los más lejos posible, y estoy convencido de que este plantel puede dar alguna sorpresa”.Antes de finalizar la entrevista, Barreto reconoce a FIFA.com que tiene otra cuenta pendiente con la Albirroja: marcar más goles. Lo anecdótico es que entre Cerro, NEC Nijmegen, Reggina y Atalanta ya suma 19, la mayoría por remates de media distancia con su pierna derecha, mientras que en la selección apenas ha marcado uno, en la Copa América 2007. “Es cierto, quizás tenga que ver con que en la allí juego más retrasado. ¿Pero no sería hermoso volver a anotar ante a Italia? Espero se me de y le sirva al equipo para ganar”.

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