" Podemos ser campeones"

BARQUISIMETO.- Mike Romano es sin duda alguna recordado con gran facilidad por la afición de los Cardenales de Lara. Cómo olvidarlo si fue parte de dos equipos que lograron quedarse con el título, primero en la campaña 1998/1999, temporada de su debut con los pájaros rojos, y luego en la 2000/2001. En su año de estreno dejó récord de 8-1 para ser el Pitcher del Año con 2.49 de efectividad, ratificando semejante actuación al ganar el premio Jugador Más Valioso de la serie final, al triunfar en dos juegos ante los Leones del Caracas, lanzando en ambos los nueve episodios, con una minúscula efectividad de 1.42.
“Es un guerrero”, afirma Luis Sojo, su ahora mánager y otrora compañero en aquellos años de gloria absoluta.“Va a ser divertido estar de nuevo aquí en Barquisimeto”, expresa en perfecto español el lanzador nacido en Illinois. Esta ocasión es más especial para el serpentinero debido que esta campaña cuenta con la compañía de toda su familia.“Antes venían y se volvían a ir, pero ahora los tendré a tiempo completo, eso para mi juego es muy bueno, me siento tranquilo sabiendo que los tengo cerca”, agrega el que llaman el emperador.“Los llevaré a comer cachapas y arepas, que son muy buenas”, agrega el estadounidense, quien también tiene experiencia en el beisbol de Japón y el de Corea. Mientras conversa, Romano le pide a su hijo que le traiga otro par de zapatos; éste obedece y viene con el mandado, que entrega a su padre en la raya de cal.El derecho no lanzaba en el país desde la 2004-2005; la zafra previa lo hizo con Tiburones y reforzó a los Tigres de Aragua en la postemporada de esa misma campaña.En su segunda casaEl escopetero está contento por regresar. “Imagínate, Robert Pérez, Tom Evans, Giovanni (Carrara), Sojo, todos ellos estaban cuando vine y ahí siguen; es muy bueno y muy especial verlos de nuevo. Son mis amigos y con Sojo como mánager va ser muy especial”.Romano forma parte de la historia de la LVBP, luego que el 18 de octubre de 1998, junto a Jhon Bale y Luis Silva lograron el undécimo no hit no run en la historia de la LVBP, el tercero de forma combinada y el segundo de la franquicia. “Este año siento que el equipo está bien, por eso creo que podemos quedar campeones”.