sábado, 11 de octubre de 2008

" Dodgers necesitan una gran revancha para mantenerse a flote

La más reciente derrota de los Dodgers, por 8-5 el viernes ante Filadelfia, dejó a Los Angeles con una desventaja de 2-0 en los playoffs y en espera de poder darle un vuelco a la serie de c campeonato de la Liga Nacional ahora que los partidos se trasladan a Los Angeles. El jonrón de tres carreras del dominicano Manny Ramírez llegó hasta una jardinera con flores y fue suficiente para que el lanzador Sandy Koufax se levantara de su asiento y celebrara. Pero esa fue una de las últimas ocasiones en las que Los Angeles parecía acercarse al triunfo. Un vendedor de recuerdos de los Filis decía a los aficionados que compraran sus productos porque "No habrá un sexto partido". Por la forma en la que los Dodgers han jugado las Series de Campeonato de la Liga Nacional, el vendedor podría estar en lo correcto. Una victoria en el tercer partido, programado para el domingo, será suficientes para sacarlos del atolladero y mantener viva la esperanza de su primera incursión a la Serie Mundial desde 1988. "No están presionados", dijo Ramírez. "Tenemos que ir a casa y ganar partidos, eso es todo". El abridor del segundo partido, Chad Billingsley, fue un desastre desde el comienzo y no logró salir de la tercera entrada. Los Dodgers no pudieron organizar una ofensiva poderosa y a la defensiva, el abridor de los Filis, Brett Myers, se pareció más a Ramírez en el plato. Myers se fue de 3-3, que fueron más imparables que cualquier otro pelotero en la alineación de los Dodgers. Desde el comienzo, Billingsley metió a Los Angeles en un enorme bache. Myers y los Filis lo atacaron ofensivamente cuando había dos corredores en las bases. Ramírez se perdió un jonrón por unos pocos centímetros en el primer partido, pero en esta ocasión su cañonazo voló por encima del muro del jardín izquierdo y aterrizó en las flores para dejar la pizarra 8-5. En la parte alta de la novena, Ramírez recibió un boleto del taponero Brad Lidge, quien dio otro con un out de James Loney y colocó a corredores en primera y en segunda, pero Matt Kemp y Nomar Garcíaparra se poncharon, en lo que fue un reflejo del desempeño ofensivo de los desanimados campeones de la División Oeste de la Liga Nacional. El manager Joe Torre dio un breve discurso después del partido y dio ánimos a los Dodgers, con el fin de que se mantuvieran con la mente positiva ahora que van a su estadio. A fin de cuentas, Los Angeles ganó por barrida una serie de cuatro partidos ante los Filis el 14 de agosto en el Dodger Stadium. "Dijo que habíamos trabajado demasiado duro para llegar hasta este punto", dijo el tercera base Casey Blake. "Dijo que debíamos recordar como peleamos y estábamos contra la pared".

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